China es una oportunidad muy importante para las gestoras internacionales, según el último informe de Cerulli Associates titulado Global Markets 2021: Continued Growth in Uncertain Times. Según recoge el documento, los activos gestionados en China crecieron un 34% en 2020 y las entradas netas aumentaron un 21,8% interanual, lo que pone de manifiesto una enorme oportunidad que supondrá introducirse en este mercado.
El análisis de Cerulli muestra que el mercado de fondos chino tuvo un impresionante 2020, con ingresos netos que aumentaron un 37% interanual. Este crecimiento ha estado respaldado por la fortaleza de la renta variable local: el MSCI China registró una rentabilidad del 29,7% el año pasado, superando su rentabilidad del 23,7% en 2019.
Según su valoración, aunque la pandemia del COVID-19 ha causado estragos en las economías mundiales, no ha frenado el entusiasmo de los inversores por el sector de los fondos de inversión chinos. “Los inversores siguen siendo alcistas con respecto al mercado de valores del país y los reguladores están impulsando el desarrollo de los fondos que invierten en renta variable, incluida la aprobación por vía rápida de las solicitudes de fondos relacionados con la renta variable presentadas por las gestoras que obtienen una mayor puntuación según el método de tarjeta de puntuación introducido a finales de 2019”, explica el informe en sus conclusiones.
André Schnurrenberger, director gerente para Europa de Cerulli Associates, espera que los inversores sigan mostrando interés por la renta variable china en 2021, atraídos por la recuperación económica del país tras la pandemia y las perspectivas de crecimiento en los mercados. “En cuanto a los bonos, los inversores se inclinarán por la renta fija asiática porque actualmente ofrece mejores rendimientos que los bonos de los mercados desarrollados”, añade Schnurrenberger.
Además, Cerulli estima en su informe que los fondos de jubilación de Asia ex-Japón seguirán creciendo en torno al 11,9% entre 2020 y 2025. “Aunque todos los mercados de la región de Asia-Pacífico crecerán por encima de la media mundial, destacan China y Corea, cuya tasa de crecimiento alcance los dos dígitos”, señala en las conclusiones.
Según su perspectiva, los activos en China e India serán los que más crezcan en los próximos cinco y a largo plazo. Ya en 2020 se lanzaron al menos 1.300 fondos en China, que acumularon 3,1 billones de renminbi (475.000 millones de dólares) en activos procedentes de sus ofertas públicas iniciales. Para Cerulli, la India, que ha sufrido un importante ola de la pandemia durante el primer semestre, podría ser un mercado atractivo ya que navega entre inversores cautelosos que apuestan por activos seguros y líquidos, e inversores que quieren aprovechar las correcciones del mercado para aumentar su asignación en los fondos de inversión.
El atractivo de China y de toda la región asiática, tampoco se escapa a los fondos de pensiones. Según recoge el informe, los fondos de pensiones canadienses, entre ellos el Canada Pension Plan Investment Board y el Ontario Municipal Employees’ Retirement System, han ido aumentando sus equipos centrados en Asia para adaptarse a sus crecientes inversiones en la región. Además, el Nationwide Pension Fund del Reino Unido y el Iowa Public Employees’ Retirement System de Estados Unidos han manifestado su interés por incluir más deuda privada asiática en sus carteras.
“Los inversores de todo el mundo creen que los mercados emergentes, en particular en Asia, están avanzando mejor en su recuperación económica tras el COVID-19. En consecuencia, están dispuestos a aumentar su exposición a dichos mercados. Además, los inversores de los mercados emergentes, como China, Brasil y Sudáfrica, también están aumentando su exposición al extranjero. Esto crea oportunidades para los gestores de activos que pueden ofrecer a estos inversores los productos que necesitan”, concluye Schnurrenberger.