Los seis bancos españoles que participaban en el ejercicio superaron el examen de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que publicó el pasado viernes los resultados del test de estrés realizado en 2016 a 51 entidades financieras de Europa, midiendo su capacidad para resistir un hipotético shock durante los próximos tres años. El examen lo realizó la EBA, en colaboración con el Banco de España, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el ESRB (European Sistemic Risk Board). La entidad peor parada es el italiano Monte dei Paschi y las que aprueban por poco, Allied Irish Bank, Raffeisen, UniCredit, Barclays y RBS.
Aunque no había un listón oficial para superar el test, el Banco Central Europeo (BCE) y los analistas esperaban que las entidades pudieran mantener una ratio de capital superior al 5,5% sobre sus activos ponderados en función de su riesgo en 2018 para demostrar su solvencia, una vez asumidas las potenciales pérdidas del escenario adverso diseñado por la EBA. Y así fue en la mayoría de los casoss. Sin embargo, los analistas no tienen claro que esto vaya ayudar al sector en el mercado. “No creemos que los resultados traigan confianza a los bancos europeos porque la realidad es que los tests muestran un impacto bastante importante en los bancos en un escenario adverso en términos de caída del PIB y los precios del real estate”, dice Fabio Mostacci, analista de Mirabaud Securities España, que añade que otras incertidumbres regulatorias (especialmente Basilea 4 y un posible cambio en el tratamiento de la exposición a deuda pública) podrían ser nuevas fuentes de presión en el capital que no han tenido en cuenta estas pruebas.
El escenario adverso de la EBA plantea caídas del PIB europeo en 2016, 2017 y 2018 del 1,2%, el 1,3% y el 0,7%, respectivamente. El ejercicio no contemplaba de manera específica el impacto del Brexit. Como consecuencia de esa recesión en Europa, la EBA estima que las entidades europeas sufrirían unas pérdidas de 349.000 millones de euros por el aumento de morosidad. Además, contempla un impacto negativo de 105.000 millones por riesgos operativos (que incluyen los litigios) y otros 98.000 millones por riesgos en los mercados. Tras aplicar estas pérdidas, la ratio de capital media del sector bajaría en 340 puntos básicos.
Los bancos españoles
La media de los bancos españoles sería del 8,6%, según la EBA. Bankia presentó una ratio del 9,58%, la más alta de los bancos españoles, seguida por Santander (8,2%), BBVA (8,19%) y Banco Sabadell (8,04%).
En concreto, el Grupo BFA-Bankia mantendría un ratio de solvencia CET1 phase in del 10,6% en el año 2018 incluso en un escenario de situación muy adversa de la economía. Partía a cierre de 2015 de un nivel de capital regulatorio (phase in) CET1 del 14,57%. Anticipando a esa fecha los requerimientos que serán de aplicación en 2019 –lo que se conoce como fully loaded-, el ratio de partida es del 13,74% (incluye las plusvalías en las carteras de deuda soberana, que es el criterio determinado por la EBA). En el escenario central planteado por la EBA, el Grupo BFA-Bankia tendría en 2018 un ratio CET1 phase in del 15,09% y fully loaded del 14,42%. En el escenario más adverso, los ratios quedarían en el 10,64% phase in y en el 9,58% en términos fully loaded.
El presidente de BFA y Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destacó que “estamos muy satisfechos por los resultados obtenidos en estos test de estrés porque demuestran la capacidad de la entidad para mantener unos altos niveles de solvencia incluso ante un hipotético escenario de deterioro muy profundo de la economía”. “Estos resultados son posibles por la fuerte generación de capital del Grupo BFA-Bankia en los tres últimos años. Los beneficios obtenidos y la reducción de activos no estratégicos han permitido duplicar nuestra solvencia entre 2013 y 2015”, añadió. En estos tres años, la generación de capital en términos CET1 fully loaded asciende a 6.755 millones de euros sin incluir las plusvalías latentes en las carteras de deuda soberana.
A continuación, Criteria Caixa presentó una ratio del 7,81% tras someterse al estrés del ejercicio. “Una vez aplicada, en un ejercicio interno, la metodología de esta evaluación sobre CaixaBank, la entidad obtendría una ratio de capital CET1 regulatoria del 9,8% y fully loaded del 8,5% en el escenario adverso en diciembre de 2018. La permuta de activos de CaixaBank con Criteria, formalizada durante el primer semestre de 2016, reforzaría el ratio CET1 al final del escenario adverso hasta el 10,1% bajo visión regulatoria y 9,1% fully loaded”, decía la firma, dando más detalles, en un comunicado emitido el viernes por la noche.
El banco español con peor nota es Popular, con una ratio del 6,62% tras aplicar un escenario de estrés. “En la prueba de evaluación global realizada por el Banco Central Europeo y la Autoridad Bancaria Europea a los 51 principales bancos europeos, la ratio CET1 phased in de Popular se sitúa en el 13,45% en el escenario base y en el 7,01% en el escenario adverso”, explicaba la entidad en un comunicado, añadiendo que la metodología de la EBA no incluye las medidas ejecutadas con posterioridad a diciembre de 2015, por lo que en el resultado publicado no se recoge la reciente ampliación de capital por importe de 2.505 millones de euros. Con la citada ampliación, la medida de solvencia de Popular subiría de manera significativa.
“Las instituciones españolas lo hicieron bien: solo dos presentaron un CET1 fully loaded por debajo del 8% en el escenario adverso, Criteria Caixa, con un 7,8%, y Popular, con el 6,6%”, comenta Mostacci, que matiza que considerando solo CaixaBank el nivel sube al 8,5% y teniendo en cuenta la permuta con Criteria recientemente cerrada, al 9,1%, y habla también de no haber tenido en cuenta la última ampliación de capital de Popular.
“Los bancos españoles muestran una gran resistencia comparados con otros países, y Santander y BBVA están entre los de más alta nota en Europa. Estos resultados validan el foco retail de los dos bancos y su modelo de negocio diversificado y ofrecen a los inversores una prueba de que ambos merecen operar a un nivel de capital más bajo que otros de sus comparables. En cuanto a los bancos domésticos, tienden a sufrir más que los grandes debido al hecho de que las pérdidas de crédito en España son mayores que en otras geografías en el escenario adverso, pero sobre todo porque se ven más impactados por las consecuencias del shock que vivirían sus carteras de deuda pública (el peso de deuda pública respecto a sus activos totales es mayor en los bancos domésticos)”, analiza el experto de Mirabaud. En general, cree que los tests confirman las mejoras en los bancos españoles hechas en términos de balance y solidez pero no cree que los resultados conlleven una mejora en la confianza del mercado en este sector.
“Las entidades bancarias españolas que han sido analizadas cuentan a día de hoy con niveles de solvencia de los más elevados de la Unión Europea. Tal y como demuestra el ejercicio, los dos grupos asociados a CECA (Grupo Criteria Caixa y BFA tenedora de acciones S.A.) estarían preparados para superar con holgura los dos escenarios planteados (real y adverso) hasta 2018″, añaden desde CECA, la asociación bancaria española que defiende y representa los intereses de las cajas de ahorros y los bancos creados por ellas. Los datos fueron hechos públicos el viernes por la noche desde la CNMV. «La información obtenida en este estrés test será decisiva de cara al proceso de revisión y evaluación supervisora de la industria bancaria europea (SREP en sus siglas en inglés) al que se someterán todas las cajas de ahorros y bancos asociados a CECA. El objetivo del SREP es asegurar que las entidades poseen la capacidad y liquidez suficiente para hacer frente a posibles riesgos y permitirán demostrar, una vez más, la solvencia y capacidad de adaptación a los cambiantes escenarios legales y económicos. Todas las entidades asociadas a CECA afrontan este nuevo proceso desde una posición muy favorable”, añaden desde la organización.
Los peor parados
Aunque no hay medida oficial, algunos bancos presentaron ratios por debajo del 5% que se considera saludable. La entidad con peor resultado en el test fue el banco italiano Monte dei Paschi di Siena, que tendría una ratio de capital negativa del 2,44% en 2018. La entidad recibió el visto bueno del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) de su plan para reforzar sus fondos propios en 5.000 millones de euros, lo que debería ayudar.
Allied Irish Bank, banco participado por el Gobierno irlandés, alcanzó una ratio del 6,14% aplicando los cálculos de capital transitorios, pero con el método fully loaded caería al 4,31%, por debajo del listón oficioso. Otra entidad que supera por poco el examen fue Raffeisen, al quedar en 2018 con una ratio del 6,12%. El italiano UniCredit bajaría su ratio de capital al 7,1% en 2018, mientras que el de Barclays caería al 7,3%, el de Commerzbank al 7,42%, Société Genérale al 7,5%, Deutsche Bank al 7,8% y RBS al 8,08%. El fuerte impacto negativo para los fondos propios de estos bancos se debe a que el escenario adverso de la EBA contempla unas elevadas pérdidas por litigios e irregularidades para este tipo de entidades.