A primera vista, parece poco probable que un lienzo holandés del siglo XVII pueda tener mucha importancia en el volátil entorno de inversión el que nos encontramos. No obstante, según Capital Group, si uno se toma su tiempo y observa cuidadosamente la obra maestra de Rembrandt, «La ronda de noche», advertirá que cada una de las personas que aparecen en el cuadro mira en una dirección distinta, con lo que todos poseen una perspectiva única de la reunión.
Casi 400 años después, el cuadro inspira al equipo de análisis multidisciplinar de la gestora, cuyo propósito consiste en identificar las disrupciones de mercado, sopesando los riesgos y evaluando las oportunidades que surjan en estos tiempos de crisis. Actualmente, se centran en el impacto del COVID-19,
«El objetivo del equipo de “ronda de noche” es valorar situaciones de alta incertidumbre, cuyo resultado es fundamentalmente impredecible, y estudiarlas desde todos los ángulos posibles», explica en un artículo Jared Franz, economista de Capital Group, responsable de EE.UU. y Latinoamérica. «Miramos en todas las direcciones, como las personas del cuadro, evaluando todos los escenarios posibles y considerando todos los resultados potenciales».
Planificación, no predicción
Julian Abdey, gestor de renta variable de Capital Group y miembro activo del equipo “ronda de noche”, asegura que su regla de oro es: olvídate de toda idea preconcebida. “El punto de partida no es la creencia personal, sino que es fruto del análisis de lo que podría suceder. Se trata de evaluar los escenarios posibles, desde situaciones pésimas a óptimas, y comprender sus consecuencias”, asegura. En esencia, la tarea de los diferentes equipos de inversión consiste en determinar el grado de probabilidad de cada uno.
Según la gestora, el equipo de «ronda de noche» no actúa de manera independiente, sino que ayuda a toda la organización a tener más información a la hora de tomar decisiones de mayor calado. Se creó tras la crisis financiera mundial de 2008-2009 con el objetivo de planificar y anticiparse a recesiones profundas. Durante los últimos años, ha analizado el riesgo en el aumento en los niveles de deuda corporativa. Capital Group hace hincapié en que, este año el grupo se ha enfrentado a la que tal vez es la crisis “más abrumadora”: la pandemia de coronavirus.
El dilema de la deuda corporativa
En materia de análisis de la deuda corporativa, el equipo advirtió sobre el aumento de los niveles de deuda y el deterioro de las condiciones de crédito en el mercado estadounidense. Tras la crisis financiera, los bajos tipos de interés y la compra de deuda por parte de los bancos centrales crearon un entorno en el que muchas compañías podían tomar prestado grandes cantidades de dinero a unos costes mínimos históricos.
“Esta búsqueda del rendimiento, que se convirtió en el credo de algunos inversores, aceleró el proceso, fomentando que las compañías continuaran con su desenfreno de endeudamiento, pese al entorno económico de ciclo tardío”, señala gestora. Y lo que, a su juicio, es aún más preocupante: las empresas con calificaciones crediticias relativamente bajas constituyeron más del 50% del mercado el año pasado.
«Podíamos ver que el aumento de los niveles de la deuda corporativa estaba provocando un desequilibrio económico», comenta Franz. «Colaboramos estrechamente con nuestro equipo de renta fija para cuantificar el riesgo a la baja de determinados títulos de deuda corporativa, de manera que pudieran tomarse decisiones de inversión en base a cada valor particular”, revela.
La lucha contra el virus
El equipo de «ronda de noche» ha vuelto a estudiar la crisis del coronavirus desde todos los ángulos, lo que incluye una perspectiva económica, otra de mercado e incluso una en materia de sanidad. Todo parece indicar que la economía estadounidense registrará una recuperación en forma de U, indica Franz. En su opinión, los estímulos a gran escala desplegados por la Fed están ayudando a mitigar el impacto económico, pero el aumento de las tasas de contagio en muchos de los estados está dificultando la recuperación.
«Aún hay mucho que desconocemos acerca del virus, por lo que creo que los siguientes meses van a ser difíciles», comenta. «A largo plazo, no obstante, tal vez dentro de un año aproximadamente, la posibilidad de desarrollar una vacuna es bastante factible, lo cual presagia una recuperación más fuerte a finales de 2021 o principios de 2022″.
Si aplicamos una perspectiva histórica, el patrón se viene repitiendo desde ocasiones anteriores: los mercados ya han superado crisis semejantes, como la gripe porcina, el coronavirus MERS, el ébola o el Zika.
¿Cómo va a impactar a los mercados?
Capital Group cree que, en cierto modo, la pandemia ha acelerado tendencias que ya estaban en marcha, como el crecimiento del comercio electrónico y la informática en la nube. Compañías como Amazon, Netflix y Shopify han obtenido grandes beneficios gracias a esta era marcada por el mantra «quédate en casa». La cara opuesta de la moneda la conforman compañías como Airbus, Boeing y Royal Caribbean, que se ven severamente perjudicadas por esta situación. Sin embargo, ambos escenarios pueden presentar oportunidades de inversión atractivas, señala Anne-Marie Peterson, gestora de renta variable de Capital Group.
«Mi enfoque tiende más a una escala microeconómica que macroeconómica, pero no cabe duda de que el entorno macroeconómico actual es el precursor de un período de cambios extraordinarios», afirma. Peterson destaca que el equipo de «ronda nocturna» pone cuenta con un valioso grupo de analistas que evalúa estos eventos macroeconómicos con un gran nivel de detalle. “Esto nos ayuda a entender los riesgos y, por ende, a actuar convenientemente en materia de oportunidades a largo plazo, las cuales a menudo nacen durante épocas de crisis”, sentencia.