CaixaBank, entidad líder del mercado financiero español por cuota de mercado, ha anunciado hoy su intención de realizar una Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) voluntaria y en metálico sobre todas las acciones que no controla en Banco BPI, S.A., entidad donde CaixaBank ya es el primer accionista, con el 44,1% del capital y cuatro consejeros.
La oferta sobre el cuarto banco de Portugal por volumen de negocio, formulada por un precio de 1,329 euros por acción, es un 27% superior al precio de cierre de BPI de ayer, 16 de febrero. El precio ofrecido equivale a la media ponderada de la cotización de los últimos seis meses y a los efectos de la normativa portuguesa se considera como precio equitativo. La OPA está condicionada a que el nivel de aceptaciones permita a CaixaBank superar el 50% del capital y a que se elimine de los estatutos de la entidad la limitación del 20% de los derechos de voto. Para la supresión de este límite resulta necesario el voto favorable del 75% del capital asistente a la Junta General de Accionistas de BPI que se convocará al efecto, en el que CaixaBank sólo podrá votar por el 20%.
CaixaBank, entidad presidida por Isidro Fainé y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, considera fundamental que su capacidad de voto en BPI esté en proporción a su participación económica.
La oferta, que se registrará en la Comissão do Mercado de Valores Mobiliários portuguesa (CMVM) una vez se reciban las aprobaciones regulatorias pertinentes, se estima que se completará durante el segundo trimestre de 2015.
Apoyo al equipo directivo de BPI
CaixaBank tiene previsto continuar apoyando al equipo directivo de BPI, cuya gestión ha logrado proteger a BPI de la inestabilidad que ha afectado al sistema financiero durante los últimos años. CaixaBank confía en que el actual equipo gestor sabrá aprovechar la recuperación económica de Portugal.
En este sentido, para facilitar la mejora de la rentabilidad de BPI en el mercado portugués, CaixaBank analizará y planteará potenciales áreas de cooperación entre las dos entidades con el objetivo de desarrollar sinergias, reducir costes e incrementar fuentes de ingresos, manteniendo vigente la actual alianza de banca-seguros de BPI con la aseguradora Allianz. Se prevé que estas nuevas iniciativas permitan a BPI obtener sinergias que beneficiarán a todos los accionistas de la entidad y reducir el ratio de eficiencia recurrente de BPI en Portugal del 85% a cierre del ejercicio 2014 al entorno del 50% en 2017.
También se espera que esta oferta de adquisición de acciones tenga un impacto positivo en el beneficio recurrente por acción de CaixaBank desde el momento inicial. Su impacto en la base de capital de CaixaBank se estima, de modo preliminar, entre 80 y 140 puntos básicos, asumiendo un porcentaje de aceptación de la oferta de entre el 5,9% y el 55,9%, respectivamente. En todo caso, el objetivo de CaixaBank es mantener un ratio de capital fully loaded CET1 superior al 11% después de la transacción para continuar entre los bancos europeos con mayores niveles de solvencia.
Asimismo, CaixaBank tiene la intención de que BPI continúe siendo una compañía cotizada tras la finalización de la oferta, creando valor para todos los accionistas, independientemente de que estén representados en el consejo o hayan aceptado la oferta.
Deutsche Bank y Uría Menéndez actúan como asesores financiero y legal de CaixaBank, respectivamente, en esta transacción.
Veinte años de colaboración
La inversión en BPI se inició en 1995 con una visión estratégica a largo plazo y con una voluntad de apoyo a BPI con el objetivo de ser un banco de referencia en Portugal. Dentro de esta estrategia, que sigue vigente, la voluntad actual de CaixaBank es finalizar la asimetría que actualmente existe entre su participación económica y su representación en el consejo e incrementar su participación en el capital social reforzando así su papel en el desarrollo futuro de BPI.
En el año 2012, CaixaBank obtuvo una dispensa de la CMVM para sobrepasar el umbral de un tercio del capital sin lanzar una OPA obligatoria, debido a la existencia de limitaciones al derecho de voto de los accionistas y con sujeción a una serie de condiciones, como el compromiso de CaixaBank de no designar a consejeros adicionales a los cuatro consejeros designados hasta ese momento.