Si se analizan las emisiones de bonos verdes en dólares el país con más emisiones por saldo es EE.UU. (33%), mientras que la Eurozona tiene una participación relevante (14%). Por otro lado, si bien en el mercado latinoamericano, los gobiernos y el sector privado han mostrado su interés en participar, la región aún representa una proporción pequeña (8%).
Si consideramos la proporción por número de emisiones, EE. UU. incrementá su participación a 42% mientras que Latinoamérica disminuye al 5%. Estas cifras demuestran el liderazgo de los mercados desarrollados en este tipo de bonos.
Perfil del mercado internacional de bonos verdes
Sectores, plazos y ratings
Al analizar el mercado internacional de bonos verdes en dólares, encontramos que el sector con mayor participación es el bancario (18%), seguido de empresas que operan con energía alternativas (17%), empresas eléctricas (17%), instituciones multilaterales (12%) y soberanos (9%).
La participación por tipo de plazo muestra que más del 50% de los bonos verdes tienen plazos de al menos cinco años. Los plazos más habituales son diez años (27%) y cinco años (25%).
Mientras, en cuanto a calidad crediticia, el 82% de las emisiones actuales se mantienen en el rango de Grado de Inversión, siendo el componente con mayor representatividad el de bonos AAA (20%), lo cual también se encuentra directamente explicado por provenir de países en dónde el soberano guarda calificaciones altas a nivel crediticio.
Mercado latinoamericano de bonos verdes
El mercado internacional tiene 22 emisiones de empresas latinoamericanas denominadas en dólares, siendo México y Brasil los países con mayores montos emitidos, representando aproximadamente el 60% del total en circulación.
En la región andina, Chile mantiene un número relevante de emisiones principalmente emitidas a nivel soberano, seguido por las emisiones corporativas. Por otro lado, Perú cuenta con dos emisiones corporativas mientras que en Colombia todavía no se registran emisiones de bonos verdes en el mercado internacional en dólares.
Sin embargo, en términos generales y considerando todo el mercado (incluidas las emisiones en divisas distintas del dólares), el análisis sugiere que no existe una prima o descuento específico asociado a esta estructura frente a una estructura no verde. Los bonos verdes vienen mostrando un desempeño en línea con otras clases de activos.
Evolución de las emisiones
El mercado agregado de bonos verdes ha mostrado un fuerte crecimiento en todo el mundo durante la última década después de su inicio en 2007 con la emisión con calificación AAA de las instituciones multilaterales el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Mundial. Hacia el 2017 se registró uno de los crecimientos más fuertes (tasa superior al 70%interanual) mientras que el 2019 se alcanzó un nuevo récord (emisiones totales superando los 320.000 millones ) que debería ser superado ampliamente al cierre del 2020.
A octubre de 2020, considerando los bonos verdes en todas las bases de divisas, los emisores de la zona euro fueron los más activos, representando el 56% de la oferta total. De cara a 2021, se espera que la oferta establezca un nuevo récord, y los emisores de la zona euro deberían seguir siendo los más activos.
Qué son los bonos verdes y principales índices
Los bonos verdes son emisiones que se utilizan para financiar proyectos nuevos y/o existentes que generan beneficios ambientales y una economía más sostenible. Estos proyectos pueden incluir energía renovable, uso sostenible de recursos, proyectos de conservación, transporte limpio y adaptaciones relacionadas al cambio climático.
Para brindar mayor transparencia y seguridad respecto a la sustentabilidad de los proyectos detrás de los bonos verdes, se han creado diferentes estándares, índices, guías y certificaciones que están ganando aceptación entre los participantes del mercado, siendo los más destacados los Principios de Bonos Verdes del IMCA y los Estándares de Bonos Climáticos de la CBI. Ambos estándares ayudan a determinar si un bono califica como verde. Así, estos bonos deben contar con verificación / certificación de terceros para establecer que los fondos recaudados son proyectos de financiamiento que generan beneficios ambientales.
Desde la perspectiva de los emisores, los bonos verdes brindan la oportunidad de diversificar su base de inversionistas (ya que pueden atraer inversionistas especializados en ESG), expresar sus estrategias de sostenibilidad y asegurar la financiación a plazos relativamente largos.
Algunos fondos que invierten en bonos verdes son NN Green Bond (AUM de 1.090 millones de euros), Allianz Green Bond (AUM de 670 millones de euros), AXA World Funds – Global Green Bonds (AUM de 400 millones de euros), BNP Paribas Green Bond (AUM de 800 millones de euros) y Lyxor Green Bonds (AUM de 400 millones de euros).
Para resumir
El mercado internacional de bonos verdes ha crecido de manera exponencial y, aunque el componente más grande aún proviene de los mercados desarrollados, mercados como el de América Latina han comenzado a despegar.
Las características generales de este tipo de emisiones, dado su largo plazo en general y el contenido de los activos estructurados que las sustentan, las convierten en una opción atractiva para la diversificación de portafolios, y hemos observado que este tipo de bonos no tiene un desempeño inferior al de otras estructuras ya que muestran un comportamiento similar al resto del mercado.
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