Miyuki Kashima, responsable de renta variable japonesa en BNY Mellon AM Japan, presenta, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la estrategia BNY Mellon Womenomics. Según explica, a través de este fondo, se invierte en empresas japonesas que se ven beneficiadas por la iniciativa womenomics del gobierno de Japón.
Esta iniciativa, que combina los términos women (mujer) y economics (economía), tiene como objetivo fomentar el crecimiento económico general mediante el empoderamiento económico de la mujer e incluye medidas para reducir las barreras al empleo femenino fuera del hogar, promover el ascenso de las mujeres a puestos directivos y cerrar la brecha salarial de género.
“Nuestro proceso de inversión combina el análisis fundamental con la valoración de acciones dentro de la temática de crecimiento de Womenomics”, añade Kashima. La selección de valores sigue un estilo de crecimiento a un precio razonable (GARP, por sus siglas en inglés). Mediante un análisis fundamental y bottom-up, con una perspectiva a medio y largo plazo, la estrategia busca identificar empresas que presenten características de inversión como, por ejemplo, potencial de crecimiento, capacidad para generar beneficios a largo plazo superiores a las expectativas del mercado y valoraciones atractivas.
Así, se invierte en empresas japonesas que la gestora espera que se vean beneficiadas por la iniciativa Womenomics, es decir, empresas que contratan y promueven activamente el ascenso de la mujer a puestos directivos y contribuyen a cerrar la brecha salarial de género o han decidido adoptar esa estrategia de cara al futuro, que ofrecen productos o servicios orientados a la mujer o que se benefician directa o indirectamente del empoderamiento económico de la mujer. “Mediante la selección de estas empresas, nos proponemos aprovechar los cambios sociales y demográficos que está viviendo Japón y beneficiarnos del mayor poder económico de las mujeres”, subraya Kashima.
Japón, un historial de cambios
“Japón presenta varias importantes tendencias económicas de largo plazo que se mantienen intactas”, asegura la gestora. Para empezar, tras veinte años de estancamiento y deflación, las políticas del primer ministro Abe Shinzo han mostrado claros signos de éxito. El primer ministro puso en marcha un conjunto de medidas de estímulo conocidas como “Abenomics” a finales de 2012. Desde entonces, el producto interior bruto (PIB) nominal japonés se ha recuperado de manera constante hasta superar los niveles previos la deflación.
La economía nipona se ha visto lastrada recientemente por el aumento del impuesto sobre el consumo y por el tifón Hagibis, que azotó Tokio en octubre de 2019. Sin embargo, a pesar de la debilidad que experimentó el PIB en el cuarto trimestre de 2019, el crecimiento permanece intacto en términos interanuales y el país sigue avanzando hacia su objetivo de un PIB de 600 billones de yenes.
Otro de los pilares de las Abenomics ha sido alentar a las mujeres a incorporarse y permanecer en la fuerza laboral, con el objetivo de respaldar la tasa de crecimiento económico del país. De hecho, la tasa de crecimiento del empleo femenino de Japón lleva creciendo de manera constante desde 2012.
Posicionados para el empoderamiento femenino
Kashima aboga por la evolución de la sociedad japonesa. En 2019, el número de mujeres empleadas en Japón alcanzó un máximo histórico con treinta millones de trabajadoras. No obstante, a pesar de este aumento, muchas trabajan a tiempo parcial y el número de mujeres en puestos directivos es bastante más bajo que en el resto de países desarrollados. Además, la brecha salarial de género sigue siendo muy amplia, aunque “esperamos que se reduzca a medida que mejore la calidad del empleo femenino”, aseguran desde BNY Mellon.
Según el Informe Global de la Brecha de Género del Foro Económico Mundial publicado en diciembre de 2019, Japón ha mejorado con respecto a la edición de 2018 en la categoría de Participación económica y oportunidades. Sin embargo, el país ha retrocedido en la categoría de Empoderamiento político.
“Prevemos que, a largo plazo, el empoderamiento de la mujer fomentará un aumento de la producción y del gasto en consumo, lo que reforzará las tasas de crecimiento y la salud económica del país”, afirma Kashima. Además, aseguran que las empresas que participen en esta tendencia podrían ver aumentado su valor a largo plazo.
A medida que se extienda la iniciativa Womenomics, desde la gestora esperan que más empresas adopten estas prácticas, aumentando el universo de inversión en sectores y empresas. Actualmente, la cartera está sobreponderada en los sectores de comercio minorista, servicios y construcción y, según sus previsiones, seguirá así a medio plazo ya que ven oportunidades en estas áreas de crecimiento.
“Los sectores de comercio minorista y servicios suelen estar más orientados a la mujer, ya que contratan y ascienden a un mayor número de mujeres y ofrecen muchos productos orientados al público femenino”, destaca la gestora. En cuanto a la construcción, aunque históricamente ha sido un sector que ni contrata ni asciende a mujeres, desde la entidad apuntan a que registrará una de las mayores tasas de cambio en cuanto a presencia femenina, lo que se traducirá en atractivas oportunidades de inversión.