BNY Mellon Investment Management amplía su gama de soluciones de inversión con el lanzamiento del Responsible Horizons EM Debt Impact Fund, cuya gestión correrá a cargo de su filial Insight Investment. Se trata de un vehículo que invierte en renta fija emergente con un enfoque de impacto que persigue obtener resultados positivos y medibles para la sociedad y/o el medioambiente, además de rentabilidad financiera.
Para ello, según explican desde la gestora, identifica títulos y emisores que, en su opinión, tendrán un impacto cada vez más positivo en el marco de las temáticas de personas, planeta y prosperidad ligadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y la taxonomía de la UE.
El fondo está clasificado como Artículo 9 conforme al Reglamento europeo sobre divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR, por sus siglas en inglés) y forma parte de BNY Mellon Global Funds, plc (BNY MGF), la gama de productos domiciliados en Irlanda. En este sentido, el fondo está registrado para su comercialización en Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo, Italia, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia, Reino Unido, Suiza y España.
Asignación de activos y criterios de elección
El fondo invertirá predominantemente en bonos de impacto, aunque también incluirá emisores de impacto (impact issuers) y en proceso de mejora (improving issuers). Según explica el equipo de la gestora, en concreto, el vehículo invierte en emisiones disponibles en el conjunto de oportunidades en divisa fuerte en mercados emergentes, con al menos un 70% en deuda corporativa, buscando las “mejores ideas” de tres tipos de inversión:
- Bonos de impacto: se trata de bonos cuyos ingresos se destinan a proyectos medioambientales o sociales específicos. Incluyen emisiones como bonos verdes, bonos de sostenibilidad y bonos sociales.
- Emisores de impacto: se trata de bonos de emisores en los que al menos el 50% de los ingresos están vinculados a impactos medioambientales y/o sociales positivos, utilizando los ODS de la ONU como guía o en los que al menos el 50% de sus actividades económicas cumplen con el Reglamento de Taxonomía de la UE.
- Emisores que mejoran: se trata de bonos de emisores cuyos principales planes de inversión (que afectan al menos al 50 % de sus flujos de ingresos, gastos de capital o gastos de explotación, incluidos los costes no capitalizados que representan la investigación y el desarrollo) cumplen el Reglamento sobre la taxonomía de la UE.
Desde la firma matizan que cada inversión potencial del fondo, a excepción de aquellas realizadas específicamente con fines de cobertura o liquidez, tendrá que someterse al marco de evaluación de impacto de Insight, que tiene en cuenta la actividad y prime, el sistema de calificación ESG desarrollado por Insight para analizar los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
“Los inversores que se toman en serio su impacto no pueden ignorar los mercados emergentes, que se enfrentan a algunos de los desafíos medioambientales y sociales más acuciantes del mundo, pero que también ofrecen un universo de impacto que está creciendo rápidamente y está cada vez más diversificado, sobre todo en el ámbito de la renta fija corporativa. Nuestro objetivo es identificar las que consideramos las mejores ideas de ese universo para combinar una prima de rentabilidad estructural con la capacidad para generar cambios positivos a largo plazo”, explica Simon Cooke, gestor principal de la cartera.
Por su parte, Ralph Elder, director general de BNY Mellon Investment Management para Iberia, Latam y Offshore, subraya que “este fondo se apoya en el proceso de evaluación de bonos de impacto de Insight para satisfacer la creciente demanda de inversiones de impacto en mercados emergentes. No solo se propone generar rentabilidad financiera mediante la exposición a empresas de mercados emergentes, sino que también dirigirá capital hacia inversiones que logren un impacto tangible y medible”.
En este sentido, desde la firma destacan que las soluciones Responsible Horizons de Insight se proponen respaldar a los emisores que mejor lo están haciendo en materia de sostenibilidad y evitar a los peores, aplican criterios muy exigentes a la hora de invertir en sectores que pueden influir significativamente en el medioambiente e incorporan temáticas de largo plazo, como el cambio climático.
Mercados emergente e inversión de impacto
Desde la gestora consideran que la escala y el alcance potenciales de la creación de impacto a través de la inversión en mercados emergentes son enormes. Según datos de terceros, a finales de octubre de 2022 había más de 250.000 millones de dólares en circulación solo en bonos de impacto en divisa fuerte, que, al igual que la deuda convencional de mercados emergentes, ofrecen una prima de rendimiento estructural sobre bonos similares de emisores de mercados desarrollados.
“A largo plazo, somos optimistas respecto a las empresas de los mercados emergentes. En el último año, la deuda de los mercados emergentes se ha revalorizado significativamente, tanto con respecto a su propia historia como con respecto a los mercados desarrollados. Sus diferenciales de la deuda corporativa se sitúan ahora en niveles máximos históricos, o próximos a ellos, frente a sus comparables, y ofrecen uno de los rendimientos ajustados a la duración más elevados disponibles en los mercados de renta fija, si no el que más”, explica el equipo de la gestora.
Sin embargo, advierten de que fuera de algunas áreas concretas, los fundamentales de las empresas de los mercados emergentes parecen ser los más sólidos de la última década, y muchas empresas han recomprado activamente su deuda durante el pasado año. “Hemos asistido a un aumento sustancial de las emisiones relacionadas con el impacto, que presentan oportunidades destinadas a reducir la pobreza, suministrar energía asequible y limpia y conectar a la gente a Internet por primera vez, transformando vidas y, en nuestra opinión, creando un mundo más sostenible. Creemos que la combinación de un impacto tangible con unas valoraciones, unos fundamentos y unos aspectos técnicos favorables crea un punto de entrada muy atractivo para los inversores de impacto con una visión a largo plazo”, añaden.
Un atractivo que la gestora ha querido plasmar esta nueva estrategia pensada no solo para aquellos inversores que quieran movilizar su capital, sino también para promover efectos positivos medioambientales y/o sociales, como la inclusión social, la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad comunitaria. En este sentido, la gestora explica sus convicciones: “Creemos que es el Responsible Horizons EM Debt Impact Fund especialmente adecuado para aquellos inversores interesados en apoyar el cambio positivo a largo plazo en los mercados emergentes, al tiempo que tratan de captar la prima de rendimiento que vemos que se ofrece allí”.
Desde la gestora señalan que los mercados emergentes serán un claro foco para este tipo de inversor e inversor ya que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cumplimiento de los ODS en 2030 requeriría un gasto de 2,6 billones de dólares en 121 países emergentes y países en desarrollo de renta baja, lo que representa aproximadamente el 2,5 % del PIB mundial de 2030.
“La Corporación Financiera Internacional (CFI), ya en 2018, sugirió que las ciudades de los países emergentes podrían atraer más de 3,1 billones de dólares en inversiones en energías renovables, transporte público, residuos y agua climáticamente inteligente para 2030. Incluso esa suma se ve empequeñecida, según el mismo informe, por el potencial de inversión estimado en 24,7 billones de dólares en edificios ecológicos en las ciudades de los mercados emergentes. Quizá presenten un potencial sin parangón para beneficiar a todas las personas, al planeta en su conjunto y a la prosperidad en general”, concluyen desde el equipo de la gestora.