BNP Paribas Asset, gestora del banco francés que opera en Brasil, se destacó por sus fondos de renta fija, que desde principios de año hasta marzo registraron entradas netas positivas de casi 2.000 millones de reales (unos 387 millones de dólares) en la clase de activos.
En total, la renta fija corresponde a más del 60% de los más de 90.000 millones de reales administrados (más de 17.000 millones de dólares), considerando las carteras administradas y los fondos globales administrados en Brasil y distribuidos globalmente.
“El perfil es mucho más de alta calidad que de alto rendimiento. Tenemos un análisis muy restringido y conversacional, sin perder de vista las oportunidades que existen en el mercado”, dice Luiz Sorge, director general de la gestora, en entrevista con Funds Society.
“Tenemos muchos títulos de instituciones financieras, además de bonos de incentivo y normales”, afirma, y añade que a pesar de la reducción de las tasas de interés, todavía hay mucho apetito local por la renta fija. Gran parte se destina a inversores institucionales, especialmente fondos de pensiones, que, según Sorge, representan la mitad de los recursos que gestiona la gestora, que es un referente para esta clientela. “Tenemos aproximadamente 120 clientes, donde trabajamos directamente, con un equipo comercial”, afirma.
Y éste no es un público fácil de atraer en el actual contexto macroeconómico de Brasil, donde los seductores bonos públicos han sido el principal objetivo de estos actores. Sin embargo, según el director general, hay algunos factores que pueden atraer a estos inversores: “Hay bonos privados de buena calidad que pagan ‘NTN-B más algo’. Por lo tanto, este título acaba arrastrando las emisiones del mercado, e incluso las emisiones de alta calidad y bajo riesgo tienen una prima atractiva”.
Además, el consejero delegado cree que la diversificación es fundamental para estas entidades, afirmando que hay que considerar el riesgo de estos títulos públicos, especialmente en un horizonte de largo plazo. “Se está prestando dinero al gobierno central a largo plazo, en el que es necesario que haya cierta disciplina fiscal. En un evento estresante, donde hay alguna duda local o global sobre la disciplina fiscal del país, hay una pérdida en el valor de mercado”, explica. Y si el inversor quiere ‘marcar la curva’, el vencimiento del bono es lejano, lo que da mayor espacio para eventos adversos, según el director general. «Hoy en día, el riesgo para estos bonos es bajo, pero ya han sido tensionados, considerando toda la historia de las emisiones del gobierno federal», dice Sorge.
Entre el comercio minorista, que accede a BNP a través de plataformas, también tienen éxito los fondos de renta fija del activo BNP Paribas, según Sorge. “Hoy tenemos un fondo de crédito privado de alto rendimiento, con emisiones de primer nivel, que cuenta con más de 16.000 millones de reales (unos 3.000 millones de dólares) y más de 250.000 accionistas”, afirma. Según él, el modelo de BNP se centra en la diversificación: por un lado, con estrategias, y por otro, con la diversificación de clientes. “Hay una variación en el apetito”, afirma.
‘ESG en el ADN’
Un atributo buscado por el gestor, en renta fija y en todos los activos evaluados, es la compatibilidad con los estándares ESG, afirma Sorge. “Fuimos los primeros en tener un fondo con el sufijo IS (Sustainable Investment)”, afirma el director general, sobre el fondo con objetivo/mandato de inversión 100% sostenible, según Anbima (Asociación Brasileña de Entidades Financieras y del Mercado de Capitales).
Hoy, con cinco fondos evaluados como sostenibles, uno de renta variable y cuatro de crédito, BNP sigue creando un ‘filtro ESG’, con criterios propios. “Tenemos nuestra propia evaluación de la puntuación ESG de cada empresa cotizada”, afirma.
Multimercado: volatilidad media y baja
En el segmento multimercado, BNP Paribas Asset tiene una parte importante de su asignación, gestionando 8.600 millones de reales (unos 1.600 millones de dólares), centrándose en títulos de media y baja volatilidad, principalmente para sus clientes institucionales. “Este pasivo es muy sensible a la pérdida, por lo que buscamos añadir algo de alfa sobre el CDI, con un riesgo de valoración que no traiga demasiada aversión”, afirma Sorge. “La idea es un posicionamiento multimercado donde reducimos el riesgo de pérdida. Y dentro de estos multimercados, tienes mandatos equilibrados”.
Del lado de los inversores globales, Brasil sigue siendo atractivo, pero aún no lo suficiente como para aumentar la asignación. “Existe una demanda de información del país, basada en riesgos globales, macroeconómicos, y riesgo local, en relación al ciclo monetario. Creo que el inversor tiene esa expectativa de aumentar su asignación en Brasil, pero permanece en stand-by”, afirma. “Aún hay una liquidez global muy grande, de todo tipo de inversores, que buscan oportunidades, pero tenemos que seguir haciendo los deberes. En este sentido, el escenario es positivo”.