BNP Paribas Asset Management ha anunciado el lanzamiento de dos nuevos fondos de deuda de infraestructuras: el BNP Paribas European Infrastructure Debt Fund II, que tratará de captar 500 millones de euros, y BNP Paribas European Junior Infrastructure Debt Fund I, que tiene un objetivo de entre 300 y 500 millones de euros.
Según explica la gestora, ambos fondos estarán diversificados por sectores de actividad y se gestionarán siguiendo una rigurosa política ESG, en base al análisis proporcionado por el Centro de Sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management. Tal y como señalan, a fin de construir carteras sostenibles con información ESG de alta calidad para el cliente, el equipo gestor empleará estudios de impacto independientes que le permitirán evaluar criterios como emisiones evitadas de gases de efecto invernadero (GEI), contribución neta al medio ambiente y alineamiento con los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
El fondo BNP Paribas European Infrastructure Debt Fund II se lanza tras el éxito de un fondo previo de deuda senior lanzado a finales de 2017, que captó 474 millones de euros y ahora ha llegado al fin de su periodo de inversión. Dicho fondo se concentró eminentemente en los sectores de infraestructura digital y de energías renovables, que han mostrado particular resiliencia en el actual entorno económico, y atrajo a 14 inversores institucionales del Reino Unido, Irlanda, Francia, Bélgica e Italia.
Respecto al fondo BNP Paribas European Junior Infrastructure Debt Fund I, se beneficiará de la experiencia obtenida a través de una colaboración exclusiva con un inversor asiático. Según señala la gestora, invertirá en emisiones de deuda de infraestructura con calificación inferior a grado de inversión y flujos de caja estables y predecibles.
La gestión de ambos fondos correrá a cargo del equipo de deuda de infraestructura de BNP Paribas AM, parte de su división de Private Debt y Real Assets (PDRA), es decir inversión en activos reales y deuda no cotizada. PDRA ofrece una amplia gama de inversiones en deuda no cotizada, que abarcan deuda corporativa, de infraestructura, inmobiliaria y finanzas estructuradas.
“Los activos de infraestructura han mostrado una gran resiliencia en los últimos meses debido a la naturaleza esencial de los servicios que prestan, como generación de electricidad, tratamiento de aguas o acceso a internet de alta velocidad. Los inversores que buscan exposición a activos capaces de soportar turbulencias económicas y crisis como la del COVID-19 son conscientes de que la infraestructura es capaz de generar flujos de caja estables a largo plazo y a lo largo del ciclo económico”, ha señalado Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management para España y Portugal, a raíz de este lanzamiento.