Columbia Threadneedle celebró sus 15 años de presencia en España con un encuentro con inversores en Madrid, en el que la gestora hizo balance sobre este difícil 2022 y presentó propuestas para carteras conservadoras, a cargo de Alasdair Ross, responsable de Renta Fija de Crédito, y de Alban Lhonneur, responsable de Real Estate Securities, Market Neutral.
En la introducción, Rubén García Páez, director general para Iberia & Latam, destacó la complejidad del año que termina, “en el que la renta fija ha hecho mucho daño”. Pese a ello, en Columbia Threadneedle –que gestiona casi 35.000 millones de dólares en investment grade (IG)- consideran que 2023 va a ofrecer buenas oportunidades con la subida de tipos.
“Y en la línea de buscar ideas diferentes y conservadoras presentamos nuestra estrategia de real estate líquido, un mercado relativamente pequeño, de 240 millones de dólares, de los que nuestra firma gestiona 2,5 millones de dólares. Se trata de una estrategia que en los últimos años ha dado un 3% anualizado. Este año ha sido más complicado, pero una caída del 3% en el 2022 son buenas noticias”, añadió García Páez.
Por su parte, Ross realizó un análisis macro del mercado y presentó algunas soluciones de la gestora. Los mercados están afrontando un tensionamiento monetario significativo por parte de los bancos centrales, que está haciendo bajar lentamente la inflación y que provocará probablemente una recesión. “La clave es cuán larga y grave va a ser”, dijo.
Los precios de los tipos de interés están muy por encima de los tipos neutrales a largo plazo, añadió. “Creemos que una crisis que nos sirve para comparar la situación actual fue la recesión de 2001, cuando Alan Greenspan inició una subida de tipos y existía una burbuja con valoraciones muy elevadas en el sector tecnológico. En aquel momento los spreads de los bonos corporativos IG de 5 a 10 años se situaron unos 200 puntos básicos por encima de la tasa objetivo de los fondos federales, un nivel que hemos visto varias veces ya este año”, explicó.
Un elemento clave de las preocupaciones por una recesión respecto del crédito es que pueden caer rápidamente los beneficios empresariales y aumentar el endeudamiento. “Así que la calidad de los fundamentales del crédito es crítica para determinar el nivel de spreads, y podemos decir que actualmente los fundamentales bottom-up del crédito son muy fuertes”, añadió.
A finales de 2022 el apalancamiento de las compañías estadounidenses estará en el punto más bajo en 10 años y sigue bajando. En Europa también, aunque se espera un aumento en 2023 debido a la situación geopolítica. “Sin embargo, la fortaleza de los fundamentales hará que la situación no se desborde”, dijo Ross.
“En concreto, el crédito denominado en euros tuvo un peor rendimiento que el IG global, y es un área que encontramos atractiva. Los niveles de este año, con una diferencia de más de 50 puntos básicos respecto del crédito estadounidense solo se vio durante lo peor de la crisis de la deuda griega y de la eurozona (de septiembre de 2011 a febrero de 2012)” y no se justifica incluso pese a que las perspectivas económicas son peores para la zona euro.
Ross presentó como ejemplo los bonos de Netflix denominados en euros y dólares: mientras que a finales de 2021 había una diferencia mínima de rendimiento de 4 puntos básicos, en junio de 2022 era de más de 100 puntos básicos, siendo en ambos casos la misma compañía con los mismos fundamentales. “Consideramos que el pesimismo que hay a nivel macro está creando algunas oportunidades bottom-up en valores IG denominados en euros”, señaló.
Finalmente, por sectores, desde la gestora observan oportunidades en el bancario y el de servicios públicos ante el actual entorno más difícil. “Cuando el mercado está nervioso por las perspectivas económicas, cuando se tiene poca visibilidad sobre los beneficios empresariales, es cuando el mercado tiende a apostar por sectores regulados como el de los servicios públicos. Es una manera de tener una cobertura en la cartera sacrificando poco rendimiento que funcionará bien en caso de que haya una recesión profunda”, indicó.
El de los bancos estadounidenses, que superan a las empresas en 70-80 puntos básico con el mismo riesgo crediticio –un rating de A- es otro sector atractivo por las actuales valoraciones, muy buenos fundamentales, porque las entidades han hecho provisiones y cuentan con una capitalización que se mantendrá fuerte.
Soluciones en crédito IG
Ross presentó a continuación cinco estrategias que buscan resistir la volatilidad a corto plazo y aprovechar las oportunidades crediticias del mercado de bonos corporativos con grado de inversión para lograr una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo.
Según explicó, en todas ellas aplican un enfoque bottom-up a la investigación del crédito por parte de un equipo de profesionales de investigación que utiliza un proceso propio que da como resultado un profundo conocimiento de la dinámica de los emisores y del sector.
Un marco de controles de riesgo cuantitativos y evaluaciones de riesgo cualitativas trata de minimizar la volatilidad relativa de la cartera. Los estrictos límites de concentración de emisores minimizan las posibles pérdidas crediticias. “Además, las carteras bien diversificadas generan múltiples fuentes de alfa potencial, lo que nos da la confianza y la paciencia necesarias para permitir que las ideas crediticias fructifiquen”, añadió.
Estrategia inmobiliaria líquida
Lhonneur, gestor del CT Real Estate Equity Market Neutral Fund (REEMN) presentó a continuación este fondo, cuyo objetivo es obtener rendimientos positivos incrementales no correlacionados en todas las condiciones de mercado, gracias a una estrategia de pair trading en el mercado inmobiliario cotizado paneuropeo.
El universo de inversión abarca un 1,5% en el mercado de renta variable y un 10% del crédito europeo. “Se trata de un mercado pequeño, una estrategia de nicho. El sector inmobiliario cotizado engloba empresas que tienen una serie de activos sobre todo pensados para el alquiler, ya sean oficinas, centros comerciales, instalaciones de logística o residenciales”, dijo Lhonneur.
“La estrategia se basa en la selección fundamental de valores, por lo que necesitamos contar con una gran cantidad de activos con modelos de negocio similares. El aspecto geográfico es importante, pero lo fundamental es la clase de activos inmobiliarios subyacentes y su estabilidad, que sean capaces de resistir en tiempos de crisis como ha ocurrido por ejemplo con el Brexit o la crisis soberana en la zona euro”, agregó.
“Tenemos un equipo con una larga trayectoria, muy conocido en un sector que es pequeño. Tratamos de ser neutrales en cuanto a sectores, con una estrategia de stock-picking y en un mercado que ahora mismo está barato. Nuestra filosofía es tener una cartera muy diversificada y una volatilidad muy baja, inferior al 3%”, explicó.
Se trata del fondo de cobertura inmobiliario más antiguo de Europa, con una estructura UCITS, liquidez diaria y un alto nivel de transparencia. Pero además, Lhonneur destacó que desde la gestora buscan siempre catalizadores que determinen los activos a seleccionar.
A nivel de fundamentales, por ejemplo, se decantan en la actualidad por empresas europeas más pequeñas por su menor nivel de endeudamiento. A su vez, la prima del sector logístico que hubo durante la pandemia frente al de los centros comerciales se está ahora comprimiendo, mientras se recuperan las valoraciones en el comercio minorista presencial.