El nuevo director general de BP, Bernard Looney, ha revelado recientemente un importante compromiso para convertirse en una empresa «cero neto» de emisiones de cara a 2050, al exponer sus aspiraciones para la gran empresa petrolera. Según BMO Global Asset Management, este compromiso tiene como objetivo abordar la dilatada cuestión de si las empresas de petróleo y gas pueden transformarse en respuesta a la transición a una energía de bajo carbono.
Se trata de un compromiso comparable al de otras grandes compañías petroleras internacionales, incluida Shell, que el año pasado se propuso reducir a la mitad su huella neta de carbono para 2050. “Creemos que es esencial que las empresas del sector presenten una forma uniforme de comunicar sus compromisos, por ejemplo, comparándolos con las ambiciones establecidas en el Acuerdo de París”, señala un documento elaborado por expertos de la gestora internacional.
En su opinión, la medida de BP amplía aún más la brecha entre las empresas europeas y las del resto del mundo. Las primeras han dado pasos más progresivos, incluyendo firmas como Equinor y Total con sus importantes inversiones en energía limpia y Repsol con su propio objetivo de cero emisiones netas. Mientras, las demás mantienen, en gran medida, una trayectoria de “aquí no pasa nada”.
A pesar de los esfuerzos de participación de los inversores, coordinados a través de la iniciativa Climate Action 100+, las grandes empresas estadounidenses, incluidas ExxonMobil y Chevron, apenas han modificado sus estrategias comerciales básicas y todavía no han establecido objetivos a largo plazo alineados con los de París.
La pregunta clave para BMO como inversores es cómo BP implementará su compromiso, sobre el cual la gerencia dará más detalles en septiembre próximo. “Creemos que, para alcanzar el objetivo, se requerirá una consideración integral y holística de la neutralidad del carbono en todos los aspectos de las operaciones de BP para resistir la tentación de seguir incrementando sus activos de petróleo y gas para obtener ganancias a corto plazo”, señala.
La gestora espera que la empresa “descarbonice su estrategia comercial en la mayor medida posible”, evitando una dependencia excesiva de las compensaciones de carbono potencialmente caras para lograr cero emisiones netas. A su juicio, esto exige un cambio “inmediato y urgente” tanto en los planes de investigación y desarrollo como en los de gastos de capital.
El progreso de BP en estas áreas se desaceleró significativamente después de que su estrategia «Beyond Petroleum” (“Más allá del petróleo»), de principios de la década del 2000, atravesara dificultades, y ahora va por detrás de pares como Total, que ha construido uno de los negocios solares más grandes del mundo.
En BMO, llevan dos décadas comprometiéndose con BP, tanto a nivel individual como a través de iniciativas de colaboración como Climate Action 100+, con cerca de 200 reuniones, llamadas, correos electrónicos y cartas. La gestora cree que el nuevo equipo de gestión de la petrolera está “genuinamente comprometido” con el objetivo de cero carbono, y que este puede ser alcanzable. Por eso está deseando ver más detalles sobre su estrategia de descarbonización y continuarán el diálogo constructivo con el equipo de gestión para asegurar que BP se encuentre a la vanguardia en la transición a la energía de bajo carbono.
Entre los pasos a seguir que sugiere la gestora se encuentran una revisión del precio interno del carbono utilizado en las evaluaciones de los proyectos, incluyendo una estimación de los posibles costes de compensación, o un aumento significativo de la financiación de la investigación en tecnología limpia. Asimismo, recomienda establecer un mecanismo mejorado para vetar las inversiones en combustibles fósiles si ese suministro adicional no se ajusta a lo establecido en el Acuerdo de París, una petición clave en la resolución de los inversores del Climate Action 100+ en la asamblea de 2019.
BMO también considera importante que BP identifique y divulgue los caminos que seguirá para lograr una tecnología de bajo carbono, y que se establezcan estructuras de remuneración de los ejecutivos vinculadas al logro de hitos en la estrategia climática.