BlackRock da cuenta en su último informe de las iniciativas vinculadas con la sostenibilidad, que considera uno de los pilares de su actividad de inversión, a las que se comprometió en enero de 2020. La gestora explica que, en el epicentro de estos compromisos, se sitúa la convicción de que el riesgo climático se traduce en riesgo de inversión.
“El concepto de riesgo climático puede abarcar la capacidad de una empresa para competir en un mundo que ha dado el salto a una economía baja en carbono (riesgo de transición), por ejemplo, o la forma en que el cambio climático podría afectar a sus activos físicos o a las regiones en las que opera (riesgo climático físico)”, explica el informe BlackRock Investment Stewardship (BIS).
En el documento, la gestora apunta que ha intensificado este año su implicación en cuestiones relacionadas con el clima en el seno de empresas que operan en sectores que registran una elevada emisión de carbono. En este sentido, se trata de las empresas que hacen frente a importantes riesgos financieros en el marco de la transición a una economía baja en carbono y, por tanto, albergan los mayores riesgos para las inversiones de nuestros clientes.
También explica que, al igual que con otros aspectos del gobierno corporativo, la gestora usa dos de los principales instrumentos del abanico de herramientas de la inversión responsable: la participación activa y la votación. “Participación activa hace referencia a cómo reforzamos nuestro conocimiento sobre el enfoque de una empresa a las prácticas empresariales sostenibles y de buen gobierno, y cómo comunicamos nuestras perspectivas y garantizamos que las empresas entienden nuestras expectativas. Y la votación constituye nuestra manera de hacer que las empresas rindan cuentas cuando no están a la altura de nuestras expectativas. Nuestras acciones de votación suelen materializarse o bien en votos contra los consejeros de una empresa (o los consejos) o bien en votos a favor de las propuestas de los accionistas”, recoge el informe.
Según apuntan desde BlackRock, en 2020, entre estas empresas con una capitalización bursátil total significativa e importantes emisiones de CO2, se identificaron 244 empresas que están registrando un progreso insuficiente a la hora de integrar el riesgo climático en sus modelos de negocio o políticas de divulgación. “De estas empresas, participamos en las votaciones en contra de 53 de ellas, es decir, el 22%. Hemos puesto a las 191 empresas restantes en vigilancia, y aquellas que no realicen progresos significativos podrían ser objeto de una votación contra su consejo en 2021”, señala el informe. Además, la gestora identificó ejemplos de empresas cuyas políticas de divulgación, objetivos y prácticas empresariales en las cuestiones climáticas concuerdan con sus expectativas. “Más de 60 empresas se enmarcan en esta categoría”, matiza.
Por último, la gestora advierte que si bien este informe se centra en cuestiones relacionadas con el cambio climático, su enfoque de sostenibilidad, que cimienta sobre la inversión responsable, es más amplio y engloba otros asuntos medioambientales, como las prácticas sostenibles en las empresas agrarias. “Nuestras actividades de inversión responsable también incluyen temáticas que han sido fundamentales para la viabilidad operativa de muchas empresas en los últimos meses, como la gestión de los recursos humanos y la diversidad y la inclusión”, afirma.
Además, en su opinión, la crisis del COVID-19 y, más recientemente, las protestas por la injusticia racial en EE.UU. y otros países han puesto de relieve la importancia de estas cuestiones y del compromiso de las empresas con dar respuesta a las necesidades de todas las “partes interesadas”.