BlackRock presenta su nueva gama de fondos UCTIS de deuda emergente que invierte en esta clase de activos integrando los beneficios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, conocidos por sus iniciales en inglés ESG. Con esta gama, la gestora completa su oferta de deuda emergente.
Según ha informado la firma, los fondos se gestionan a partir de un conjunto de índices ESG, los índices JESG EMD, lanzados en abril de 2018 por J.P. Morgan en colaboración con BlackRock. De esta forma, los fondos se otorgan a los inversores en títulos de deuda emitidos por organismos públicos nacionales o empresas de los países emergentes.
Esta nueva gama está formada por los fondos: BGF ESG Emerging Markets Bond Fund; Fondo de bonos en moneda local BGF ESG Emerging Markets; BGF ESG Emerging Markets Corporate Bond Fund, y BGF ESG Emerging Markets Blended Bond Fund.
Según ha explicado Brian Deese, responsable de Inversión Sostenible en BlackRock, “estos fondos son una nueva demostración del compromiso de BlackRock con las soluciones de inversión sostenible innovadoras que combinan lo mejor de las capacidades de inversión de la compañía con perspectivas sobre la incidencia de los factores ESG en las rentabilidades ajustadas al riesgo a largo plazo”.
Por su parte, Sergio Trigo Paz, responsable de Deuda Emergente de BlackRock, ha afirmado que «somos de la opinión de que los líderes de nuestro sector deberían presentar soluciones adaptables para los inversores. Creemos que el reciente lanzamiento de los índices ESG de deuda emergente, una colaboración entre JP Morgan y BlackRock, podría atraer más capitales hacia emisores más respetuosos con las consideraciones medioambientales, sociales y de buen gobierno a lo largo del tiempo, y existe una oportunidad real para obtener oportunidades de trabajo superiores en ESG en profundidad, big data y text mining, así como contactos sobre el terreno con los emisores”.
Giulia Pellegrini, responsable de Inversiones Sostenibles en Deuda Emergente y gestora de fondos del equipo de Deuda Emergente de BlackRock, añade que “la brecha entre los líderes y los desafíos en las cuestiones ESG es grande en los países emergentes y los datos sólidos en este ámbito ofrecen información prospectiva que retrate el deterioro subyacente de la solvencia de un emisor, a veces mucho antes que los indicadores crediticios macroeconómicos habituales. Estos fondos aprovechan nuestras evaluaciones ESG y otras herramientas analíticas para desarrollar temáticas de inversión sostenible que puede beneficiarse de las oportunidades adicionales de conseguir que existen en el universo de la deuda emergente”.