BlackRock ha anunciado el lanzamiento en Europa del Emerging Markets Impact Bond Fund, una estrategia no restringida de gestión activa que busca ofrecer un impacto social y medioambiental medible a largo plazo, al tiempo que genera una atractiva rentabilidad total. Según explica, esta estrategia es su primer fondo activo de renta fija de impacto y uno de los primeros de este tipo en el mercado.
La gestora destaca que el fondo trata de conseguir un crecimiento del capital y de los ingresos a largo plazo invirtiendo al menos el 80% de sus activos totales en una cartera de bonos «verdes, sociales y sostenibles» (GSS, por sus siglas en inglés) emitidos por emisores soberanos y corporativos que operan en mercados emergentes.
“Los ingresos de los bonos GSS deben estar totalmente vinculados a proyectos de impacto verde y social, por ejemplo, en energías renovables, microfinanciación, producción de alimentos ecológicamente sostenibles y acceso a la sanidad. Hasta un 20% adicional de la cartera puede invertirse en emisores de bonos no GSS con fuertes características ESG que estén alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, explican. Además, espera que la cartera sea una combinación de bonos corporativos y soberanos, donde el equipo ha identificado empresas y países con una trayectoria de mejora en múltiples objetivos, incluyendo, de manera crucial, la reducción de la pobreza o la promoción de la salud, la educación, el agua potable y la paz.
El resultado es una cartera de aproximadamente 50-60 compañías que ofrecen liquidez diaria. En este sentido, el fondo puede invertir en todo el espectro de valores de renta fija disponibles, incluidos los que no tienen grado de inversión, y adopta una exposición flexible a las divisas. La estrategia no tiene restricciones, pero pretende superar la rentabilidad del JPM ESG Green Bond Emerging Markets Index a largo plazo.
“Los acontecimientos del año pasado han tenido un profundo impacto social en los mercados emergentes, que han sido las economías más afectadas por la pandemia de la Covid-19 debido a las menores tasas de vacunación. Este es uno de los primeros productos con un claro enfoque en bonos verdes, sociales y sostenibles para estas economías, donde se necesita capital para impulsar el crecimiento sostenible”, explica Rich Kushel, responsable del Grupo de Gestión de Carteras (PMG) de BlackRock.
Según Kushel, “si bien los bonos de los mercados emergentes ya son una clase de activos estratégicos para los inversores, cada vez hay más consenso en que la financiación verde y social enfocada puede desempeñar un papel importante para cerrar la brecha hacia las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”.
Proceso de selección de bonos
Según explica la gestora, el universo de inversión de los bonos GSS se crea internamente, seleccionando los bonos mediante su propia taxonomía. “El equipo de inversión analizará la forma en que los emisores utilizan los ingresos del capital obtenido, así como la forma en que los emisores se alinean con los Principios de Bonos Verdes (GBP, por sus siglas en inglés), los Principios de Bonos Sociales (SBP, por sus siglas en inglés) y las Directrices de Bonos de Sostenibilidad (SBG, por sus siglas en inglés) de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales para determinar la idoneidad dentro del universo de inversión”, explican desde BlackRock.
En la cartera, el enfoque de inversión identifica los bonos GSS y otros valores de renta fija que, en opinión del equipo, tienen el potencial de producir rendimientos atractivos a largo plazo, siendo además coherentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Por último, el fondo está categorizado como artículo 9 bajo el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, en línea con la expectativa de BlackRock de que el 70% de sus lanzamientos y reposicionamientos de fondos en Europa este año califiquen como artículo 8 o 9.