En los últimos veinte años, cuatro gigantes tecnológicos, han sido capaces de generar una fuente sin precedentes de riqueza para sus accionistas, creando productos y servicios que han transformado la sociedad y que están sumamente arraigados en la vida diaria de miles de millones de personas. Pero ¿es posible que haya llegado el momento de plantearse cuánto poder se le quiere seguir dando a estos referentes de la innovación en el mundo empresarial? Scott Galloway, catedrático en Marketing en la Universidad NYU Stern y autor del libro “The Four: The Hidden DNA of Amazon, Apple, Facebook and Google”, así lo defendió durante la celebración de un evento organizado por BigSur Partners, la firma multi-family office fundada en 2007 por Ignacio Pakciarz, en colaboración con la Escuela de Negocios NYU Stern.
El evento, que tuvo lugar a principios de febrero en Miami, fue el primero de una serie de presentaciones en las que Big Sur Partners desea contar con la participación de líderes, expertos y académicos en diferentes segmentos e industrias para acercar las mejores ideas de inversión a sus clientes. “Nos sentimos honrados de ser coanfitriones de este evento con NYU Stern dado nuestro compromiso de colaborar con las mejores mentes de nuestra red. Creamos internamente la «Unidad de inteligencia Big Sur«, en la cual nos esforzamos por encontrar las mejores ideas en el mundo académico, expertos de la industria, oficinas familiares líderes y otras contrapartes interesadas en los mercados financieros. Asimismo, creemos que es importante mirar siempre el mundo desde diferentes ángulos y escuchar atentamente a pensadores innovadores”, comentó Ignacio Pakciarz, economista, fundador y CEO de Big Sur Partners.
Según Galloway, Amazon, Apple, Facebook y Google tendrían como objetivo los instintos humanos más primitivos, reflejados éstos como un órgano corporal: Google canaliza sus esfuerzos al cerebro, Facebook representa el corazón, Amazon tiene por objetivo nuestro aparato digestivo y Apple sería la empresa que abandera el atractivo sexual. Como resultado de sus respectivas estrategias, han creado un enorme valor para sus accionistas. Desde la gran recesión, su capitalización bursátil ha crecido de forma exponencial y en la actualidad sólo cuatro naciones, Estados Unidos, China, Alemania y Japón poseen un PIB superior a la capitalización acumulada por estas cuatro empresas, que se aproxima a los 3 billones de dólares (US$ 3 trillion).
Después de estudiar estas empresas durante diez años y examinarlas con detenimiento en los últimos 24 meses, Galloway llegó a la conclusión que las cuatro grandes empresas tecnológicas debían ser reguladas pues han alcanzado una escala que puede llegar anquilosar la economía.
Las cuatro mayores tecnológicas
Facebook es la mayor red social mundial con 2.070 millones de usuarios activos, que al menos se conectan una vez al mes, y 1.400 millones de personas conectándose diariamente y dueña de 6 de las 10 aplicaciones más descargadas para móviles. Con las aplicaciones WhatsApp, Facebook Messenger, Instagram, Facebook y Facebook Lite cualquier teléfono inteligente se convierte en un vehículo de distribución para Facebook.
Por su parte Amazon representa un 44% del comercio electrónico de Estados Unidos -el canal de distribución de mayor crecimiento en el mundo-. “El 55% de las ventas realizadas en Black Friday fueron hechas a través de la firma. El 62% de los hogares estadounidenses proporciona un ingreso recurrente a Amazon a través de su servicio Amazon Prime. Por si esto fuera poco, además posee un 70% de la cuota de mercado del negocio de voz, a través de Amazon Echo, el nuevo electrodoméstico que transformará la sociedad”.
Asimismo, los ingresos obtenidos por Google en publicidad en diciembre de 2017, de aproximadamente 90.900 millones de dólares (US$ 90,9 bn), representan el 92% de la totalidad del mercado de publicidad de Estados Unidos.
Tras argumentar sobre los monopolios creados por las cuatro mayores empresas tecnológicas, Galloway sugirió que la introducción de regulación no restringe necesariamente el capitalismo, sino que puede en realidad oxigenar el mercado.
Galloway finalizó haciendo mención de la necesidad de romper estos monopolios, no por la elusión fiscal o por la destrucción de trabajo en la que incurren, sino por la necesidad de incrementar el número de innovadores y evitar así, que los únicos competidores de estas cuatro empresas sean ellas mismas, o que cuando aparezca un potencial competidor, éste sea adquirido por alguna de las cuatro a un precio al que cada vez menos compañías pueden permitirse. . Se trata de crear un ecosistema con una mayor participación de empresas de venture capital, con una fuente más diversificada de empleo, una base fiscal más amplia y una mayor competición entre las empresas.
Una vez concluido el evento, Ignacio Pakciarz mostró su entusiasmo por los conceptos expresados por el profesor Galloway. “Son muy interesantes, y quizás incluso radicales para un técnico y defensor de los mercados libres. Su idea de la regulación como el único medio para proteger la innovación es una postura atrayente. Como inversionistas en la economía creativa, consideramos que este evento es valioso para comprender las culturas de estos gigantes tecnológicos y cómo operan, así como las implicaciones que la regulación puede tener en los mercados de acciones y venture capital”, terminó.