La campaña del primer ministro británico, David Cameron, para acabar con el «manto de secreto» en torno a la propiedad de las empresas offshore ha sido rechazado por el más rico y el más importante de los territorios de ultramar del Reino Unido.
El primer ministro adjunto y ministro de Finanzas del gobierno de Bermuda, Bob Richards, anunció el pasado viernes que Bermuda se reservará el compromiso de observar un modelo británico de titularidad efectiva antes de que se desarrollen políticas internacionales sobre el tema. Además, dijo que Bermuda esperará hasta que el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá adopten registros públicos de titularidad efectiva y usufructo.
Después de su reciente visita a Londres el ministro Richards dijo: «A pesar de no haber tenido voz en la creación del sistema fiscal de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en los últimos 75 años Bermuda ha marcado la pauta en términos de transparencia al haber establecido un marco legislativo que exige a quienes desean registrarse en Bermuda entregar a las autoridades centrales información sobre los usufructuarios del negocio que se propone. Bermuda firmó su primer acuerdo de intercambio de información tributaria (TIEA) con Estados Unidos en 1986 y un TIEA con el Reino Unido en 2007″.
«Si convenimos en crear un registro público mientras nuestros competidores alrededor del mundo no hacen lo propio estaremos situándonos en clara desventaja y dañaremos gravemente nuestra economía».
A la fecha, Bermuda cuenta con acuerdos de intercambio de información con 80 países, entre ellos 41 acuerdos TIEA vigentes con 90% del G20, 76% de la OCDE y 52% de los Estados miembro de la UE. En septiembre de 2013, Bermuda se unió a la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal de la OCDE a fin de facilitar la cooperación entre jurisdicciones al evaluar y recaudar impuestos, en particular para combatir la evasión fiscal.
«Bermuda nunca ha sido una jurisdicción con leyes de secreto bancario. Si bien respetamos la privacidad otorgada a las personas conforme al derecho consuetudinario británico, no nos interesa ocultar el dinero de los evasores fiscales ni protegerlos de las autoridades legítimas. Los evasores fiscales, los terroristas financieros y los defraudadores no son bienvenidos en Bermuda. No nos interesa su dinero y no encontrarán protección en nuestro territorio», agregó Richards.
El sector de negocios internacionales de Bermuda ofrece una propuesta de valor distintivo a la economía mundial. Al ser la sede de 16 de las principales 40 empresas de reaseguro del globo y aportando hasta 100.000 empleos en el Reino Unido y 350.000 en Estados Unidos, Bermuda se destaca por su mercado de servicios financieros.
Bermuda es un territorio autónomo británico en el océano Atlántico con una superficie aproximada de 21 millas cuadradas y una población estimada en 61.777 habitantes.
La economía de Bermuda se basa principalmente en negocios internacionales y turismo. En 2013 estos sectores representaron aproximadamente 26,2% y 4,7% respectivamente del PIB nominal nacional calculado en 5.570 millones. El gobierno estima que 12% del empleo en 2013 se situó en el sector turístico. El PIB nominal per cápita en 2013 se calcula en 85.747 dólares, uno de los más altos del mundo.
Bermuda es un centro financiero internacional líder y es considerado como «la capital del riesgo en el mundo» con activos en seguros que representan más del 60% de toda la actividad financiera. Aporta hasta 100.000 empleos a la economía del Reino Unido y, gracias a su sólido pero flexible sistema regulador y sistema fiscal basado en el consumo, un número importante de aseguradoras internacionales de gran relevancia operan en Bermuda.
El territorio ha asumido un papel de liderazgo en transparencia y cooperación en asuntos fiscales internacionales al contar con 41 acuerdos de intercambio de información tributaria con 90% del G20 y 76% de la OCDE, así como 52% de los Estados miembro de la UE.
La Agencia Fitch Ratings tiene a Bermuda en la clasificación A+, mientras que el Servicio para Inversionistas de Moody la sitúa en A1 y Satandard and Poor’s en AA-.