Han sido unos meses trepidantes, con esa adrenalina que provoca el lanzamiento de un nuevo negocio, explica sentado en una cafetería montevideana Florencio Mas, managing director de BECON Investments. En menos de un año, 200 wealth managers latinoamericanos y unos 5.500 asesores financieros han respondido a la propuesta de esta joven marca, integrada por veteranos del sector. El equipo de BECON distribuye por ahora a Neuberger Berman y a Cullen, y están en el proceso de búsqueda de su tercera marca.
“La idea principal es tener tres marcas. Cuando tienes muchas marces es difícil hacer foco en los productos y el modelo de Becon es pocas marcas, pero dedicarles mucho tiempo y hacerles un buen bussines plan, darles la importancia, como si fuéramos realmente empleados de ellas. Y eso a los fondos también les gusta porque el mercado es limitado y no puedes tener mil marcas y a todas prometerles 5.000 millones de dólares, es imposible”, explica Florencio Mas.
Por ahora no hay nada concreto, porque en BECON se van a tomar su tiempo para buscar el complemento perfecto a su actual oferta: “Nos queda un lugar y estamos viendo realmente con quién tiene sentido estar, siendo compatibles con las otras dos marcas. Cullen es muy bueno en equity de estilo Value, en Estados Unidos, global y emergente; Neuberger lo complementa muy bien porque es muy global: tiene renta fija, equity y alternativos, el overlap es muy pequeño. Y lo que nos estaría faltando es una mayor oferta de renta fija europea, fondos balanceados”.
El mercado Latinoamericano se ha vuelto muy competitivo, observa Florencio Mas, han llegado muchos fondos, pero el mercado sigue teniendo mucho potencial.
“Es un mercado competitivo, muchas marcas que están en Latinoamérica están viendo que no es lo que era antes, donde había poca penetración de fondos mutuos. Ahora han llegado muchas casas, algunas con presencia local y muchas han incrementado la frecuencia de los viajes desde Miami, Madrid o Londres. Muchas piensan que están llegando tarde, pero en realidad, nosotros pensamos que todavía es temprano. Si uno piensa en la cantidad de casas que hay acá, visitando Latinoamérica, y las que visitan constantemente Estados Unidos y Europa, la diferencia es todavía enorme”.
Los bonos se han convertido en un competidor para los fondos, pero la oferta de las marcas sigue siendo de mayor calidad y diversificación, se observa desde BECON.
“A nivel clientes, los fondos tienen ahora un competidor importante en Latinoamérica que son los bonos locales. Muchos clientes en Argentina, Chile, Brasil, Colombia, se van hacia renta fija local porque no tienen impuestos o tienen ventajas impositivas importantes. Eso lo vemos bien en Argentina, donde el fenómeno es impresionante, y cabe señalar el riesgo importante que están corriendo esos clientes”, asegura Florencio Mas.
Aunque las perspectivas de Argentina son buenas y el potencial es enorme, el managing director de BECON prefiere la prudencia: “El riesgo de Argentina es el del key man, el riesgo del hombre clave que es Mauricio Macri. Si eventualmente pierde las elecciones o le sucede algo inesperado, el riesgo político en Argentina es muy alto. Cuando el cliente individual de banca privada se entera de que algo anda mal ya es tarde, los bonos cayeron, ya la corrección está. Entonces tener esos papeles muchas veces es un riesgo adicional que los clientes no tienen en cuenta, y que existe conociendo la historia argentina”.
Cinco personas trabajan actualmente para BECON, pero el proyecto es duplicar el personal en los próximos tres años y abrir oficinas en Santiago de Chile, Miami (para desarrollar el offshore), y Colombia o Panamá. A largo plazo, existe el proyecto de crear un hub en España.
Al cabo de unos meses de existencia, BECON pesa unos 300 millones de dólares en activos bajo administración. Cuando le preguntan por el futuro, Florencio Mas lo declina en cifras, sin dudar: “Nuestro objetivo en cinco años es cinco billions, y en diez años, diez billions”.