En su cuarto informe publicado de acuerdo a la metodología establecida por el Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima (TCFD), BBVA recoge sus avances en modelo de gobierno, estrategia, gestión del riesgo y métricas relacionadas con el cambio climático. Entre las novedades también se incluye la creación del ‘Steering Group’ de Alineamiento de la Sostenibilidad de BBVA que hará seguimiento de los objetivos y planes de transición de sus clientes.
El banco es uno de los primeros en el mundo en aplicar las recomendaciones para la definición de su plan de transición conforme a la alianza financiera por las Cero Emisiones Netas de Glasgow (GFANZ).
“Este es el primer informe TCFD en el que incorporamos varias de las recomendaciones de GFANZ para la elaboración de un plan de transición, un elemento nuclear para facilitar una mayor comprensión sobre cómo abordamos la transición desde BBVA por parte de nuestros inversores, accionistas, supervisores, reguladores, clientes, organizaciones de la sociedad civil y otros grupos de interés”, ha manifestado el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, en la carta de presentación del informe.
BBVA, consciente de que su actividad crediticia y los proyectos que financia ejercen un impacto indirecto en el medioambiente y la sociedad, refleja en este documento el compromiso de alinear su actividad a un escenario de cero emisiones netas de sus clientes en 2050. Para ello acompaña a sus clientes con financiación, asesoramiento y soluciones innovadoras, en la transición hacia un futuro más sostenible inspirado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El banco está monitorizando las estrategias de descarbonización de sus clientes e incorporándolas en sus herramientas de valoración de riesgos. BBVA sigue indicadores operativos que son relevantes en la transformación para obtener una visión prospectiva e individualizada de cada cliente.
En concreto, el informe TCFD refleja, por primera vez, el avance de BBVA en dicho compromiso publicando detalles de los planes sectoriales en los que se han fijado objetivos de alineamiento: petróleo y gas, generación de electricidad, autos, acero y cemento; u objetivos de retirada progresiva (phase-out) como es el caso del sector del carbón.
En todos los casos, el progreso hacia los objetivos propuestos no se espera que sea lineal en el corto plazo, si bien en todos los sectores ha habido reducciones acumuladas en todos los indicadores de descarbonización.
En el sector del petróleo y gas, de acuerdo a las recomendaciones de la alianza bancaria por las cero emisiones netas (NZBA), los progresos deben comunicarse transcurridos 12 meses desde la fecha en que se fija el objetivo. BBVA los fijó en octubre de 2022. Por ello, en este sector no ha publicado este seguimiento.
El compromiso de BBVA es reducir las emisiones de su cartera de crédito en actividades de exploración, perforación y extracción en un 30%, entre diciembre de 2021 y diciembre de 2030. Desde la entidad aseguran que los clientes avanzados en la transición en este sector representan el 11% del balance en esta industria. Pero el banco no financiará directamente nuevos proyectos relacionados con exploración, perforación y extracción en esta industria.
En la cartera del sector de la generación de electricidad, BBVA ha conseguido reducir un 4% la intensidad de emisiones, desde el año base 2020 hasta 2022, alcanzando los 212 Kg CO2e/MWh.
El informe indica que esta bajada se debe principalmente al apoyo prestado a clientes que invierten en renovables y el empeño en reducir la nueva financiación a la generación de generación de electricidad a partir del carbón. Los clientes avanzados en la transición ya representan el 83% del importe total comprometido en este sector.
En el sector de la fabricación de automóviles, se ha reducido la intensidad de emisiones un 4,8%, acortando distancias (195 g CO2/km) con la trayectoria de la industria (180 g CO2/km). Especialmente se han acortado durante el último año, rebajando 7 g CO2/km. Esto se debe a poner el foco en apoyar a clientes que invierten en nuevas tecnologías y que se encuentran avanzados en la transición hacia la descarbonización, como los vehículos eléctricos e híbridos.
El objetivo de BBVA para 2030 es reducir en un 46% la intensidad de carbono de su cartera, medido en gramos CO2 por km (g CO2 /km) de emisiones de alcance 3. En este sector, los clientes avanzados en la transición actualmente representan la totalidad del importe total comprometido, según el informe TCFD.
En el sector del acero, la intensidad de emisiones de los clientes de BBVA se ha reducido en un 10,2% desde el año base 2020 hasta 2022. BBVA se ha comprometido a reducir su intensidad de carbono en un 23% en 2030. Esta cartera, que representa 1,140 kg CO2/T de acero, ha mostrado de forma consistente los últimos dos años mejor comportamiento que el mercado en su conjunto, el cual cuenta con 1,750 kg CO2/T acero.
Los clientes avanzados en la transición representan el 68% del importe total comprometido en esta industria. Según el informe TCFD, la descarbonización de la industria del acero requerirá fuertes inversiones en nuevos modos de producción.
En el sector del cemento, la intensidad de emisiones se ha reducido un 1,4% entre 2020 y 2022. Esta intensidad, de 690 CO2/T de cemento, se comporta ligeramente mejor que la industria cementera en su conjunto, la cual equivale a 700 CO2/T cemento.
El motivo principal es la reducción del tamaño de la cartera de BBVA desde 2020, llegando a restar un 1,5%. Los clientes avanzados en la transición representan el 82% del importe total comprometido en esta industria.
En cuanto al plan de transición y alineamiento del sector del carbón, BBVA continúa en su recorrido para suprimir su exposición a clientes del carbón en países desarrollados en 2030 y a nivel global en 2040. El 61% del importe total comprometido es con clientes con buenas perspectivas que abandonarán el carbón en los próximos años.
Para llevar a cabo los planes de transición con sus clientes y definir los marcos sectoriales utilizados en la admisión del crédito, BBVA ha desarrollado una taxonomía interna del riesgo de transición. Su objetivo es clasificar a cada sector en función de su sensibilidad al riesgo de transición (muy alta, alta, moderada o baja), e identificar métricas a nivel de cliente que permitan valorar su vulnerabilidad e integrarlas en las decisiones de riesgo y acompañamiento al cliente.
El TCFD recoge también su nuevo modelo de gobierno para aprobar y seguir los objetivos de alineamiento por sectores, implementarlos y tomar decisiones derivadas de su gestión. Principalmente está basado en la creación del ‘Steering Group‘ de Alineamiento de la Sostenibilidad (SASG). La función de este grupo es aprobar la propuesta de objetivos de descarbonización, evaluar el grado de cumplimiento y supervisar los planes para su consecución, y promover el conocimiento de las mejores prácticas sectoriales. Está formado por los responsables globales de las áreas de Sostenibilidad, Riesgos, Estrategia y Corporate & Investment Banking. Tras su paso por el SASG, el seguimiento del cumplimiento de los objetivos se presentará para su revisión al nivel ejecutivo más alto y a los órganos sociales con una periodicidad mínima bianual.
Posteriormente se procederá a la identificación de líderes en cada sector (o clúster de sectores) encargados de definir un Plan Estratégico Sectorial y sus indicadores clave para asegurar el cumplimiento de los objetivos de alineamiento.
Por último, plantea la integración en los procesos de negocio y riesgos. Se incluye el alineamiento del cliente y las expectativas de su evolución hacia una economía baja en carbono como una consideración más en las decisiones de riesgo del banco.
Además, el TCFD también recoge la previsión de que, a partir de 2023 y sujeto a las aprobaciones de los órganos sociales correspondientes, la Política de Remuneraciones de los Consejeros de BBVA y la Política General de Remuneraciones del Grupo BBVA incluya, como parte de la Retribución Variable Anual de los miembros del Colectivo Identificado, incluyendo a los consejeros ejecutivos y miembros de la Alta Dirección de BBVA, un incentivo a largo plazo vinculado, entre otros, al grado de cumplimiento de los objetivos de descarbonización de una serie de sectores para los que el banco publique objetivos concretos.
Desde 2021, el objetivo de movilización de financiación sostenible forma parte de los indicadores para el cálculo de remuneración variable de todos los empleados del grupo. El informe recoge que el 20% del incentivo a largo plazo que aplicará al colectivo de ‘risk takers’ (personal con incidencia significativa en el perfil de riesgo) contempla, entre otros, el cumplimiento de los objetivos ESG, correspondiendo un 15% a descarbonización y un 5% a diversidad de género.
El informe TCFD se ha realizado siguiendo las recomendaciones de la Task Force on Climate-Related Financial Disclosures del Financial Stability Board (FSB). Además, se ha incorporado como novedad la inclusión de elementos propios de su plan de transición siguiendo las guías y recomendaciones para instituciones financieras de la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ). BBVA busca seguir ampliando la información en los proóximos años para seguir evolucionando su plan de transición climática e incorporará el desempeño y los avances en su implementación.
Puede acceder al informe completo a través de este link.