Además de cambiar la forma en la que interactúan los clientes, en BBVA tienen muy claro que ser un banco digital implica ir mucho más allá. Así lo indicó Carlos Torres Vila, consejero delegado de BBVA, en el marco del curso “La economía ante el blockchain. Lo que está por venir”, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el banco y por la APIE y que se celebra estos días en Santander. El CEO defendió su intención de “cambiar su propuesta de valor” para apoyar a sus clientes de forma “más profunda que la tradicional”, y ayudando a mejorar sus hábitos y a reducir “el estrés que genera la gestión financiera”.
En este marco de digitalización, explicó que trabajan en aplicaciones que permiten ver y predecir los movimientos y saldos futuros (en los próximos dos meses) de sus clientes –ayudando a evitar sorpresas, prevenir flujos futuros y ver qué ha pasado en sus cuentas- y mencionó el lanzamiento de BBVA Invest, que ayuda a elegir los mejores fondos de inversión, así como otras aplicaciones para buscar vivienda.
El banco también está usando la tecnología blockchain para agilizar sus procesos: “Hemos sido pioneros, desde el principio hemos estado ahí. Hace meses fuimos la primera entidad en sacar adelante un préstamo corporativo utilizando la tecnología blockchain en todo el proceso”, indicó. Y ahora trabajan en la contratación de préstamos sindicados con esta tecnología: “Estamos listos para entrar en pruebas. Es algo más complejo porque entran en juego múltiples participantes en la red”. También están realizando pruebas en otras áreas como su modelo interno de formación, donde quieren utilizar “tokens” para que los empleados puedan conseguirlos o invertirlos en su formación”.
Su intención, indicó, es contar con experiencia práctica para que, cuando la regulación y los mercados estén preparados, puedan ser los primeros, aunque aún quedan desafíos como la escalabilidad, la volatilidad de las monedas subyacentes, retos de gobierno y normativos.
Sobre la normativa sobre el blockchain –que llevará a una economía descentralizada y marcada por la “tokerización”- y las criptodivisas, Torres Vila se mostró crítico con los frenos que está llevando a cabo la autoridad bancaria europea (EBA) y pide a las autoridades que se replanteen su postura con respecto a las criptomonedas: “Más allá del ruido de las criptomonedas, el impacto de la tecnología puede ser enorme, pero hay frenos, y el régimen operativo con monedas virtuales es restrictivo. La EBA recomienda a autoridades que disuadan los bancos de custodiar y operar con criptomonedas pero creemos que esa postura debe matizarse y que nuestras autoridades deben crear para espacios adecuados para la experimentación”, indicó. En su opinión, las políticas públicas deben ir encaminadas al progreso y mirar más allá de las críticas sobre la especulación con criptodivisas. “Yo no diría que investigar sobre las criptodivisas es especulación”, apostilló.
Según el CEO de BBVA, el fomento de experimentación en bockchain es fundamental: “Deberíamos avanzar en un sandbox de experimentación para que los bancos puedan tener un marco claro para que sea posible usar esa tecnología y que ese marco permita a las autoridades una adecuada supervisión”. Todo, con la idea de que se desarrollen “cuanto antes” estos espacios de innovación.
Digitalización de clientes
“En esta era —aseguró Carlos Torres Vila— la oportunidades están en el mundo digital”. De ahí nace el propósito de BBVA: poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era. La clave para hacer realidad ese propósito es la digitalización de la relación del cliente con el banco. Porque los canales digitales permiten que esa relación se pueda producir en cualquier momento y desde cualquier lugar, de una manera más cómoda para el cliente y con una experiencia más sencilla y ágil.
Esto hace que BBVA tenga ya 24 millones de clientes digitales, de los que 19,3 millones operan desde el móvil. El objetivo es que el 50% de los clientes sean digitales a finales de 2018 y alcanzar ese mismo porcentaje de clientes móviles a lo largo de 2019. Carlos Torres Vila destacó también el crecimiento extraordinario de las ventas digitales, que hace dos años apenas representaban el 13% y, en el dato estanco de mayo, alcanzaron el 40% del total.
La hoja de ruta digital del Gobierno
También Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, habló de digitalización: “Vivimos una etapa de cambio, en la que las tecnologías digitales lo modifican todo, los procesos productivos, las relaciones laborales,… hay una gran oportunidad para impulsar la competitividad de las empresas, un crecimiento económico inclusivo y para mejorar bienestar social”, indicó. Como ejemplo, en el sector de automoción, habló de las ventajas del coche autónomo, y en general, de un cambió de hábitos de consumo por el que se pasará de un modelo basado en la propiedad a otro basado en el uso.
En lo que se refiere a la industria, habló de la revolución 4.0., “la cuarta revolución industrial, impulsada por la transformación digital, todo un desafío para la industria pero también una oportunidad para mejorar su posición competitiva. “Hay que facilitar una industria y un sector servicios digitalizados y acompañar a las empresas en el proceso de digitalización. Para impulsar esta nueva economía, debemos mejorar aspectos como el acceso a la financiación de las empresas, el impulso al talento digital –adaptando los sistemas educativos y la formación al mundo digital- e incremento de la seguridad y confianza”.
La ministra anunció que la próxima semana el Gobierno presentará una hoja de ruta para la digitalización de la industria y el sector servicios con un impulso a las tecnologías digitales, la privacidad y seguridad, y con foco en el talento digital. “España no puede quedar atrás del proceso de transformación digital”, apostilló.