El proceso de concentración del sector bancario vuelve a acaparar los focos. Tras varias noticias publicadas en los medios, BBVA ha informado a la CNMV que “ha trasladado al presidente del Consejo de Administración de Banco Sabadell el interés del Consejo de Administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades”.
En un lenguaje más llano, esto quiere decir que el BBVA está estudiando una posible fusión con Sabadell, para lo cual ha nombrado a un asesor. Por su parte, el Banco Sabadell ha notificado y confirmado al regulador que hoy ha recibido una “propuesta escrita indicativa” de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S. A. para una fusión. “El Consejo de Administración de Banco Sabadell analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta”, apunta la también breve notificación del Sabadell a la CNMV.
No es la primera vez que se produce un acercamiento entre ambas entidades, en 2020 ambos bancos mantuvieron conversaciones breves sobre una posible fusión basada únicamente en un intercambio de acciones, pero en aquel momento las negociaciones fracasaron por la diferencia de criterios a la hora de hablar de las valoraciones. “Por aquel entonces, BBVA quiso aprovecharse de la mala situación que atravesaba la entidad catalana, que se le acusaba de tener una red comercial envejecida, falta de digitalización, mucha exposición al crédito de pymes y una filial británica en pérdidas”, explica Joaquín Robles, analista de XTB.
Sin embargo, como el propio analista de XTB reconoce, la situación ahora ha cambiado mucho. “La exposición a crédito empresarial se ha convertido en una fortaleza con la subida de los márgenes de interés, ha realizado varios programas de reducción de costes y su filial británica ya es rentable. BBVA tiene una capitalización de mercado de unos 60.000 millones de euros y Sabadell de unos 10.000 millones de euros. Las acciones de Sabadell subieron hasta un 7,3% con la noticia, mientras que las de BBVA bajaron un 5,8% en la bolsa de Madrid”, afirma Robles.
En su opinión, las conversaciones se producen en un momento en el que algunos bancos españoles están registrando ingresos récord después de una década de reestructuración. El mismo martes, el Banco Santander SA informó de un aumento del 10% de sus ingresos del primer trimestre, mientras que BBVA elevó el lunes su previsión de beneficios para todo el año.
Parte de esta visión la comparte Filippo Maria Alloatti, responsable de Crédito Financiero de Federated Hermes. Según su opinión este el nuevo intento de adquisición es mucho más caro que la operación que podría haber surgido en 2020, cuando la cifra estimada del valor de la operación era de entre 2.000 y 2.500 millones. «A medida que nos acercamos lentamente a las primeras posibles bajadas de tipos del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra, la consolidación en todo el sector ganará protagonismo. Ya se han anunciado dos fusiones y adquisiciones en el Reino Unido: Virgin Money y Nationwide, y Coventry Building Society y The Co-operative Bank», añade el responsable de Crédito Financiero de Federated Hermes.
Tal y como recuerda Robes, desde hace tiempo se considera que Sabadell es un objetivo de adquisición para sus tres grandes rivales españoles -Santander, CaixaBank SA y BBVA-, o un consolidador de entidades más pequeñas del país como Unicaja. «En el momento en que las conversaciones fracasaron, Sabadell se enfrentaba a problemas generalizados con su filial británica TSB, que desde entonces ha logrado reconducir”, concluye.
Está claro que una potencial fusión entre BBVA y Sabadell generaría un gran grupo financiero que se convertiría en líder, por ejemplo, del segmento de banca privada en España o en financiación de pymes. Esta posibilidad también ha generado algunas dudas. En opinión de Jordi Solé Tuyá, director ejecutivo de Kreedit, valora negativamente esta noticia y alerta sobre la “fuerte reducción de los límites de financiación” que provocan este tipo de fusiones y el “impacto mortal” sobre las pymes.
Según explica Tuyá, el anuncio de BBVA surge en un contexto donde el informe reciente de Moody’s sobre la banca española ha destacado la notable concentración en la gestión de depósitos por parte de unos pocos bancos. CaixaBank lidera este segmento, seguido de cerca por Santander, BBVA y Sabadell. Hay que recordar que estas cuatro entidades controlan conjuntamente el 67% del mercado de depósitos en España. «Esta alta concentración se refleja también en otros aspectos del negocio bancario, como en la gestión de activos, donde las mismas cuatro entidades son las más grandes del país y controlan el 60% del total. La situación se repite en muchos otros sectores, lo que evidencia una preocupante tendencia hacia la falta de competencia en el sector bancario español», recuerda el responsable de Kreedit.