Tras la caída sufrida por los mercados de renta variable y teniendo en cuenta el incremento de la volatilidad en los últimos meses del pasado año, los profesionales de la industria de inversión mostraron una clara tendencia hacia una menor exposición en el riesgo en las carteras, según los últimos resultados mostrados en la última encuesta del Barómetro Global de Carteras en España. Mientras estos esfuerzos por reducir el riesgo podrían prevenir que las carteras entrasen en territorio negativo durante una caída de los mercados financieros globales, se espera que continúe un alejamiento de los activos de más riesgo hasta 2019, dado el clima de incertidumbre actual.
Según señala el consultor senior de carteras de Natixis Dynamic Solutions, Juan José Gonzalez de Paz, los asesores que sobreponderaron la renta variable durante los mercados alcistas pueden haber descubierto demasiado tarde que han asignado demasiados recursos en activos de riesgo con la caída del mercado. “En muchos casos, los asesores pueden no ser conscientes de cuanto riesgo tienen en sus carteras, es una de las razones por las que se debe realizar un test de estrés sobre la cartera de forma continuada”, comentó González de Paz.
En su esfuerzo continuado por proporcionar a los asesores con datos objetivos para fundamentar las decisiones de inversión en la realidad del mercado, el servicio de Natixis Investment Managers’ Portfolio Clarity® analiza más de mil carteras cada año. Su Barómetro de Carteras de Asesores de España es una recopilación de los datos de 31 carteras modelo de “riesgo moderado” analizadas en los seis meses que transcurren de julio a diciembre de 2018. En su versión del Barómetro Global de Carteras, analizaron 421 carteras de riesgo moderado o equilibrado en siete diferentes regiones: Francia, Alemania, Italia, España, América Latina, Reino Unido y Estados Unidos, para entregar perspectivas a nivel global de las decisiones de asignación de activos.
Entre los principales cambios de asignaciones en las carteras de riesgo moderado de los asesores analizados por el Barómetro de Carteras de Asesores de España, el principal cambio de 2018 fue el recorte de la renta fija de mayor riesgo y los fondos multiactivos conservadores. En general, la inquietud en torno a la renta fija de mayor riesgo ha aumentado claramente, especialmente en la deuda corporativa de menor calificación.
Principales resultados:
- Con una pérdida del 5,9%, la muestra de carteras españolas de riesgo moderado analizadas por el informe Barómetro de Carteras, fue la que peor rendimiento obtuvo entre las regiones evaluadas
- La fuerte asignación a renta variable en las carteras de riesgo moderado de España, con un 48%, fue algo superior a la asignación de otras carteras modelo europeas
- Los asesores cambiaron su asignación de bonos individuales a fondos de bonos, prefiriendo una diversificación más amplia frente a unas tasas de interés al alza y un incremento de la volatilidad
Cambios en las asignaciones hacia activos de menor riesgo
Los retoques introducidos en las carteras durante el año se guiaron por las rentabilidades conseguidas durante los meses anteriores. Según las conclusiones extraídas a partir del informe Global Portfolio Barometer, esto es debido a un menor consenso entre los inversores en torno a las perspectivas del mercado. Las rentabilidades pasadas y el aumento de la incertidumbre también podrían explicar la mayor divergencia entre lo que los inversores han hecho (aumentar el peso de la renta variable estadounidense) y lo que dijeron que iban a hacer (aumentar el peso de Europa y los mercados emergentes).
Con una pérdida del 5,9%, la muestra de carteras españolas de riesgo moderado analizadas por el informe Barómetro de Carteras, fue la que peor rendimiento obtuvo entre las regiones evaluadas. Dependiendo del domicilio del inversor, la asignación media de una cartera modelo de riesgo moderado puede ser significativamente diferente. La asignación en renta variable en las carteras de riesgo moderado de España, con un 48%, fue algo superior a la asignación de otras carteras modelo europeas, situándose por encima de la asignación de Italia, con un 23%, la asignación de Francia, con un 29%, la asignación de Alemania, con un 40%, y solo por debajo de Reino Unido, con un 55%.
La renta variable realizó la mayor contribución a las rentabilidades negativas en todas las regiones, con un coste de entre el 3% y el 5% de media, excepto en Italia, donde los asesores tenían unas asignaciones a renta variable mucho más bajas.
Los asesores de España, Francia y Alemania asignan una amplia porción de su renta variable al mercado bursátil europeo y una proporción menor a la renta variable global o estadounidense. En 2018, las acciones europeas experimentaron un rendimiento inferior a las acciones globales y las estadounidense en un 10% y un 5% respectivamente, esto ha causado que las acciones europeas sean el principal detractor del rendimiento de estas carteras.
Dentro de la renta fija, también estuvo presente la disminución del riesgo. Los asesores redujeron su exposición a los mercados emergentes y a la renta fija high yield en un 2% y incrementaron su exposición a la renta fija estadounidense y global en un 4,4%. Dentro de la renta fija global, González de Paz comentó que no le sorprendió ver que la mayoría de los asesores están invirtiendo en la clase denominada en dólares con cobertura de divisa para aprovecharse del diferencial en rentabilidades.
González de Paz también señaló que una de las principales observaciones del Barómetro de Carteras fue que los asesores cambiaron su asignación de bonos individuales a fondos de bonos, prefiriendo una diversificación más amplia frente a unas tasas de interés al alza y un incremento de la volatilidad. “También hemos visto que muchos asesores gestionan de forma activa fondos de bonos, esencialmente delegando la asignación específica de la cartera y las decisiones de selección a gestores experimentados que tienen unos mandatos más flexibles”, dijo.
La asignación en renta fija española iguala a la asignación alemana, con un 31%, ambas superan las asignaciones de Francia y Reino Unido, con un 19% y un 18% respectivamente. Sin embargo, las carteras modelo italianas se presentan algo más defensivas con una asignación del 39%.
Por último, la asignación a multiactivos de las carteras moderadas españolas fue mucho menor a la media europea, asignando solo un 8%, frente al 29% asignado por las carteras francesas, el 19% de las italianas, el 12% de las alemanas. Situándose tan solo por encima del 7% asignado por Reino Unido.
Los fondos multiactivos realizaron la segunda mayor detracción y costaron entre un 0,5% y un 2% de media, lo que afectó especialmente a Francia, donde estos fondos han gozado tradicionalmente de una gran aceptación.
Los asesores buscan rutas alternativas
En un nuevo intento por disminuir el riesgo total de la cartera, los asesores examinaron las posibilidades ofrecidas por los fondos alternativos. “Los fondos market-neutral y los fondos multi alternativos fueron las opciones más populares, creo que el motivo fue que los asesores querían una menor exposición en renta variable direccional en sus carteras”, explicó González de Paz. Pero, de nuevo, las condiciones del mercado en 2018 fueron desafiantes y mientras las inversiones alternativas tuvieron un desempeño superior al de la renta variable, no pudieron contrarrestar el pobre rendimiento de las acciones.
Las inversiones alternativas, como los inmuebles y los futuros gestionados, resistieron mejor la volatilidad que las clases de activos tradicionales, pero aun así su contribución a la evolución de las carteras fue escasa en el mejor de los casos debido a su pobre comportamiento y a las bajas exposiciones. Los activos reales aportaron poco excepto en el Reino Unido, donde los fondos inmobiliarios realizaron contribuciones positivas a las carteras.
¿Es el momento de revaluar el riesgo en las carteras?
A pesar de los esfuerzos de los asesores por reducir la exposición total de riesgo, el repunte de la volatilidad del mercado elevó el riesgo medio de las carteras. El análisis del Barómetro de Carteras también muestra que hubo una considerable dispersión en la volatilidad a través de las carteras estudiadas. Por ejemplo, de los modelos revisados, la volatilidad media a tres años varió de un 3,3% a un 8,3% según los datos de 31 de diciembre de 2018. La volatilidad de la cartera aumentó ciertamente durante los últimos seis meses de 2018 y regresó a niveles vistos a finales de 2016. En muchos casos, los asesores no estaban conscientes de cuanta exposición al riesgo tenían en sus carteras, lo que es una razón para comprobar la volatilidad total de la cartera de forma periódica.
Los resultados del Barómetro podrían indicar que la volatilidad y la incertidumbre del mercado están al alza. “Los asesores deberían estar pendientes de comprobar la cantidad de riesgo de sus carteras y comprender la importancia de la diversificación”, dijo González de Paz, añadiendo, “También creemos que la gestión activa, donde los gestores de los fondos ofrecen un alto active share en lugar de seguir un índice, será fundamental para aquellos inversores que busquen rendimientos en el futuro”.
El repunte de la gestión activa
El análisis de las carteras en términos de flujos en gestión activa versus pasiva mostró un incremento consistente en el uso de carteras activamente gestionadas en las carteras asesoradas durante los últimos 6 o 12 meses, especialmente en renta fija. “La tendencia hacia delegar la gestión en gestores profesionales fue especialmente pronunciada en renta fija estadounidense y global, una probable muestra de que los asesores encuentran hoy en día la asignación de renta fija particularmente más desafiante que la renta variable”, dijo González de Paz. Los datos también muestran que el giro hacia la gestión active no fue tan uniforme como en la primera mitad de 2018, conforme la renta variable vio un ligero incremento en gestión pasiva. Sin embargo, en renta variable estadounidense y en el espacio de la renta fija, la gestión activa ganó terreno.
Las perspectivas de los grandes intermediarios
Los asesores financieros están cada vez más animados a seguir las indicaciones en asignación de activos elaboradas por el análisis y research interno de su firma, lo que se conoce en la industria como “in-house view”. En retrospectiva, a principios de 2018, las perspectivas del research generado internamente por los principales intermediarios fueron señaladamente consistentes. El consenso se mantuvo positivo en renta variable, con opiniones mixtas en renta fija y positivo en alternativos, además de una expectativa unánime de incremento de la volatilidad. Desafortunadamente, muchos de estos pronósticos no se cumplieron, con la excepción del incremento de la volatilidad.
Entrando en 2019, hubo una considerable divergencia en la visión de la política de asignación de estos principales intermediarios. Mientras que sigue habiendo un amplio consenso de que la volatilidad va a continuar, las únicas áreas donde hubo un consenso entre neutral y positivo fueron la renta variable estadounidense y los activos alternativos. “Asumiendo que los asesores se adhieren a las perspectivas in-house, podríamos esperar ver una mayor divergencia en los rendimientos de este año entre las carteras asesoradas de estas firmas”, dijo González de Paz.
Etsy Dwek, responsable de la división Global Market Strategy, de Dynamic Solutions en Natixis Investment Managers, concuerda en que el complejo entorno de inversión en el que nos encontramos es poco probable que disminuya. Esto implica que las estrategias de retorno absoluto, estrategias más flexibles que pueden ofrecer diversificación en las carteras, podrían continuar siendo unas incorporación bienvenida, según su opinión. “De hecho, conforme las expectativas de rendimiento de las clases tradicionales de activos se encuentran por debajo, las alternativas continúan teniendo un lugar para completar las brechas de rendimiento”, dijo Dwek.
Mientras los activos de riesgo pueden continuar incrementando en 2019, es importante mantener el nivel correcto de exposición. Dicho esto, Dwek advierte “puede que no sea el momento de añadir mucho riesgo, pero tampoco creemos que sea el momento de eliminarlo por completo”.