Para el Departamento de Análisis de Bankinter, de cara a la segunda mitad del año sólo hay dos cuestiones importantes: los niveles de entrada en el mercado y la posibilidad de recesión.
Sobre el primer punto, en el banco recomiendan empezar a reconstruir posiciones a partir de 3.400 puntos del S&P500. «Creemos que, en lo que al S&P500 respecta, el rango de entrada aceptable es 3.400/3.100 puntos, que implica asumir un PER 23 de toma de posiciones en la banda 14,4x/13,0x, que compara favorablemente con la media de 20x de los últimos 20 años. Creemos que ese margen de seguridad es suficiente», dicen en el informe con perspectivas para el tercer trimestre del año.
«Nos gustaría creer que todo el ajuste de las bolsas se producirá en julio, pero se presenta improbable porque el S&P500 debería retroceder 500 puntos, equivalente a una caída del 13% desde los aproximadamente 3.900 puntos en que se encuentra en el momento de cerrar este informe, lo cual parece mucho para un solo mes. Eso nos lleva a pensar que el ajuste se producirá de forma más bien progresiva durante todo el verano«, añaden.
Sobre la probabilidad de una recesión, es mayor que en el pasado: «La resistencia de la inflación a remitir, la rapidez con que deben actuar y deberán seguir actuando los bancos centrales subiendo tipos, el reciente debilitamiento de los indicadores adelantados e intermedios, la progresiva revisión a la baja de las expectativas sobre los resultados empresariales (proceso que apenas acaba de empezar) y un improbable final a corto plazo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, hacen probable un grave estancamiento de la actividad e incrementan la probabilidad de entrar en recesión«, dice el informe.
La invasión de Ucrania ha derivado en una guerra de desgaste prolongada en el tiempo (al desatarse el conflicto asignaron una probabilidad del 55%), y eso lleva a temer una inflación elevada semi-estructural y supone un grave riesgo desde el punto de vista geoestratégico, de manera que «en absoluto resulta descartable que se complique gravemente en cualquier momento», añaden en Bankinter.
Desaceleración del ciclo
Así las cosas, prevén que el ciclo económico se desacelerará, pudiendo llegar a frenarse de forma seria desde otoño: «Los bancos centrales se verán obligados a escoger entre actuar de todas formas con determinación contra la inflación para tener éxito a medida en que vaya transformándose en inflación de demanda final, aunque perjudiquen el ciclo económico, o bien no actuar, encontrarse con un proceso inflacionista realmente complicado de resolver en apenas 3 o 4 meses vista y ser acusados de inacción. Es indudable que escogerán actuar, sobre todo la Fed«, explican en el informe.
El BCE igualmente tendrá que hacerlo, pero su falta de ritmo lleva a pensar que llegará tarde y que, cuando realmente actúe, la economía ya estará desacelerando inercialmente, lo que hará que las subidas de tipos que aplique (25 puntos básicos en julio y 50 en septiembre) supondrán más un problema para la economía europea que una solución contra la inflación a corto plazo, advierten los expertos. «Como consecuencia de ello, el ciclo económico europeo se desacelerará, pudiendo llegar a frenarse de forma seria».
Un suelo cercano
Para los expertos, aunque no se haya llegado aún al final del ajuste del mercado, este está muy cerca. «Normalmente, la etapa final de ajuste suele volverse de repente más rápida porque la denominada ley del péndulo se cumple siempre en este tipo de situaciones, castigando en exceso al mercado. Habrá que esperar a ese momento para retomar posiciones», explican en el banco.
En su opinión, el ajuste en el ciclo económico tardará más en producirse porque su inercia es más lenta que la de las bolsas, que siempre anticipan los acontecimientos. «Lo más probable será que, con la economía aun sufriendo, ya haya sido momento de retomar posiciones. Y cuanto más rápidamente suceda todo esto, mejor. Por eso, es posible que el último trimestre de 2022, incluso tal vez septiembre, ofrezca oportunidades de inversión interesantes… de esas que solo se ofrecen una vez en cada cambio de ciclo».