AXA Investment Managers (AXA IM) ha añadido un nuevo fondo a su gama de estrategias de impacto, el AXA WF ACT Biodiversity. Según ha explicado la gestora, este vehículo tiene como objetivo generar un impacto positivo y cuantificable en el medio ambiente, así como ofrecer retornos financieros a largo plazo.
El fondo forma parte de la gama ACT1 de AXA IM, y estará gestionado por Amanda O’Toole. La gestora explica que su objetivo es mitigar la pérdida de biodiversidad mediante la inversión en las mejores compañías que ofrecen soluciones innovadoras para hacer frente a cuestiones como la contaminación de la tierra y el agua, la degradación del suelo, la protección de la fauna y la flora, y el exceso de consumo.
En concreto, AXA IM ha identificado cuatro áreas de inversión clave que contribuyen a la preservación o restauración de la biodiversidad: materiales sostenibles; preservación de la tierra y los animales; ecosistemas acuáticos; y Reciclaje y reducción.
El fondo AXA WF ACT Biodiversity sigue el proceso de inversión en renta variable activa cotizada de AXA IM mediante una selección de valores en base a un análisis fundamental bottom-up. El fondo aplica exclusiones atendiendo a criterios ESG (fósforo blanco, fabricantes de armas, tabaco, defensa, Principios del Pacto Mundial de NU, baja calidad en materia de ESG, controversias graves y vulneraciones de los derechos humanos) y sectoriales (armas controvertidas, protección de ecosistemas y deforestación, materias primas blandas y riesgos climáticos). Además, el equipo emplea el marco de impacto propiedad de AXA IM para analizar las empresas, centrándose principalmente en sus productos y servicios.
La estrategia se ha diseñado específicamente para generar un impacto directo y positivo en los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS NU): agua limpia y saneamiento (ODS 6); producción y consumo responsables (ODS 12); vida submarina (ODS 14); y vida de ecosistemas terrestres (ODS 15).
Con ocasión del lanzamiento, Amanda O’Toole, gestora del fondo AXA WF ACT Biodiversity, ha recordado que la biodiversidad de nuestro planeta se está perdiendo a un ritmo alarmante, poniendo en peligro el futuro del planeta, como consecuencia principalmente de la actividad económica humana. “Existe un reconocimiento cada vez mayor de que la pérdida de biodiversidad acarrea un coste económico y humano. Con el tiempo, estas externalidades negativas se traducirán en costes económicos para las empresas. La estrategia de biodiversidad de AXA IM identifica e invierte en empresas que contribuyen a la preservación y restauración de los ecosistemas a través de sus productos y servicios”, ha indicado O`Toole.
Por su parte, Hans Stoter, responsable global de AXA IM Core, ha añadido: “Consideramos que las empresas que analizan su impacto en el planeta y contribuyen a preservar y restaurar la biodiversidad conseguirán ofrecer a sus accionistas un mayor aumento de beneficios y retornos superiores a largo plazo. Las compañías en las que invertimos y con las que nos comprometemos están contribuyendo en última instancia a impulsar la transición hacia una economía positiva para la naturaleza”.
La nueva estrategia se beneficia de la colaboración entre AXA IM y Iceberg Data Lab para desarrollar una herramienta de medición de la biodiversidad. Desde la gestora explican que Iceberg Data Lab ofrece métricas con base científica que identifican los impactos más dañinos y sustanciales de las empresas mediante un enfoque bottom-up. Sus modelos calculan el impacto medioambiental de las empresas a lo largo de su cadena de valor y de suministro hasta su uso final. Esta herramienta, con la que el equipo de inversión podrá medir cómo la cartera impacta sobre la biodiversidad, utilizará la «Huella de Biodiversidad Corporativa», una métrica que cuantifica el impacto de una empresa en todas sus actividades.
El fondo está clasificado como un producto conforme al Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad (SFDR) de la UE, según lo dispuesto en su Artículo 9, destacando su sólido proceso de inversión dirigido a generar un impacto medioambiental positivo. En el marco de la gama de fondos de impacto, un 5% de las comisiones de gestión pagadas al fondo serán donadas a organizaciones que desarrollan soluciones con un impacto social tangible. El objetivo de AXA IM es actuar en áreas en las que podamos impulsar un cambio sistémico en torno a nuestras temáticas prioritarias: cambio climático y biodiversidad, educación y salud. A finales de diciembre de 2021, la gama ACT englobaba 29.000 millones de euros en activos gestionados por AXA IM.
El fondo está registrado y disponible para inversores institucionales, profesionales y minoristas en Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, Portugal, España, Suecia, Suiza y Reino Unido.
1. Gama ACT: el objetivo de inversión de estos activos es apoyar la transición hacia una economía más sostenible. A los fondos se les ha asignado temáticas alineadas con criterios ESG y/o con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de NU. La participación activa (stewardship) es un punto clave para esta gama, con informes de votación y compromiso disponibles a nivel de fondo. Esta gama incluye fondos sostenibles y de impacto que cotizan en bolsa.