Como parte de su compromiso de convertirse en una empresa e inversor net zero en 2050 para contribuir a la transición hacia un mundo más sostenible, AXA Investment Managers (AXA IM) ha decidido incluir objetivos ESG en la remuneración de sus altos ejecutivos.
Según explica la gestora, a partir de 2023, la retribución diferida de unas 400 personas que empezará a pagarse en 2024 incluirá, junto a los criterios existentes, una serie de métricas ESG en función del área de negocio y las competencias del empleado. Por ejemplo, una de las métricas será la intensidad media ponderada de carbono (WACI) para alcanzar el objetivo de reducción del 25% de la intensidad de carbono para la cartera corporativa en 2025: para la parte ESG de la compensación diferida, esta métrica representa el 75% para AXA IM Core y el 37,5% para los empleados de funciones transversales en el ámbito.
También habrá un objetivo de activos bajo gestión para que el 50% de la cartera inmobiliaria se alinee con las trayectorias CRREM para 2025, por lo tanto, para la parte ESG de la compensación diferida, esta métrica representa el 75% para AXA IM Alts y el 37,5% de los empleados de funciones transversales en el ámbito. Respecto a la reducción de la huella operativa corporativa de CO2, para alcanzar el objetivo intermedio de reducirla en un 26% para 2025, en para la parte ESG de la retribución diferida, esta métrica representa el 25% para todos los empleados de AXA IM Core, AXA IM Alts y funciones transversales en el ámbito.
Esta nueva política se refleja en el AXA IM for Progress Monitor, un conjunto de métricas seleccionadas por su contribución material a la ambición de AXA IM de convertirse en una gestora de activos responsable líder.
Las métricas del “AXA IM for Progress Monitor” se sitúan junto a los objetivos e indicadores financieros de AXA IM como indicaciones adicionales de su progreso como inversor y como empresa. Inicialmente se compone de ocho métricas relativas a los objetivos netos cero en torno a los siguientes temas: descarbonización de las principales clases de activos y de las operaciones; importancia del compromiso, con las empresas participadas y como empleados de una gestora de activos responsable; y soluciones para canalizar conscientemente el capital hacia empresas y proyectos que puedan contribuir a acelerar la transición. El progreso hacia estos objetivos se comunicará anualmente a partir de 2023 y el “AXA IM for Progress Monitor” evolucionará con el tiempo para tener en cuenta los compromisos de AXA IM con los criterios E, S y G.
“A medida que seguimos situando la sostenibilidad en el centro de todo lo que hacemos, creemos que la transparencia y la información periódica sobre nuestros progresos y los retos a los que podemos enfrentarnos son cruciales. Esto no es algo nuevo en AXA IM, pero con el lanzamiento del AXA IM for Progress Monitor, estamos optando por posicionar de forma visible nuestros objetivos no financieros junto a los financieros y por incorporar cada vez más a nuestra organización para que nuestros empleados formen parte de nuestro viaje hacia la sostenibilidad. Nuestra política de retribución diferida ajustada, que se enmarca dentro de este objetivo, es clave para lograr nuestros objetivos y efectuar el cambio, en el camino hacia las cero emisiones netas y más allá», ha afirmado Marco Morelli, presidente Ejecutivo de AXA IM.