La consolidación en el sector de gestión de activos es ya una realidad en España: “Vemos mucha actividad en M&A en la industria de gestión activos. Hay muchos actores que ven, en este punto de mercado, una oportunidad de crecimiento y consolidación”, comentaba Borja Peñas, socio de Corporate Finance de KPMG en España, en el marco del evento “Regulación, consolidación y otras tendencias en la gestión de activos” organizado hace algunos meses por KPMG. “Lo que ya hemos empezado a ver, se va a acelerar en los próximos meses: va a haber bastante actividad en el mundo de la gestión de activos”.
Eran predicciones previas al estallido de la pandemia del coronavirus, pero los expertos no creen que esta tendencia pare; más bien todo lo contrario, como hemos visto recientemente con casos como los de Amundi y Sabadell AM o Legg Mason y Franklin Templeton.
Peñas explicó cuáles son las cinco dinámicas que mueven las fusiones y adquisiciones en el terreno del asset management: un mercado atractivo y favorable, un ajuste en los márgenes de las gestoras, la aparición de nuevos jugadores como aseguradoras y entidades de private equity, unos precios al alza y una estructura de consolidación que se ha producido en otras geografías y que también llegará a España.
Un mercado favorable
Para que haya operaciones, ha de darse un mercado atractivo, favorable: no solo ahora, sino también a futuro, se espera que lo siga siento, y por eso hay mucho capital interesado en desarrollar este tipo de actividades. “Con datos como el PIB al alza o el desempleo a la baja, vemos potencial de generación de riqueza en el cliente final, que se traduce en una necesidad de gestión de esa riqueza que el producto bancario (depósito) no cubre. Con tipos en negativo o bajo mínimos y una inflación del 2% a futuro, se producirá un movimiento desde estos productos hacia fondos”, defendió el experto. De hecho, las familias españolas han aumentado en los últimos años el porcentaje de su riqueza en IICs (que ha pasado del 7% al 14%), mientras han reducido su posición en depósitos, y también en activos inmobiliarios.
Márgenes a la baja
Las gestoras cuentan con una situación de mercado a su favor pero la regulación (como MiFID II) y la competencia hacen que los márgenes se ajusten, pues estos factores impactan tanto por la parte de ingresos –como consecuencia de una tendencia bajista en comisiones- como por la de costes (crecientes debido a las exigencias de la normativa). “Con estos márgenes decrecientes las gestoras tienen que ser eficientes y una de las palancas es tener escala: estas entidades, a las que ahora no les es tan fácil tener una cuenta de resultados saneada, podrán elegir entre integrarse en terceras entidades o ganar eficiencia para volver a los niveles de retorno que tenía el sector hasta la fecha”, explica Peñas.
Pero, más que ver esta caída de márgenes, lo más interesante es su redistribución: en la cadena de valor del mundo de la gestión –desde la fábrica al cliente-, no hay una caída global sino una redistribución en diferentes eslabones de dicha cadena (la fábrica, las plataformas de intermediación y los distribuidores directos como banca, EAFs, asesoradoras, bancas privadas…). Utilizando como ejemplo de lo que podría pasar aquí con MiFID II las consecuencias de la RDR en Reino Unido, el experto vaticina que el margen podría trasladarse a entidades que tratan directamente con el cliente. Así, en 2013 en Reino Unido, los asesores vieron en la nueva directiva una forma de negociar mejores márgenes mientras en la otra parte de la balanza, las plataformas no se vieron muy afectadas pero las fábricas tuvieron que ceder parte de su margen a la distribución. “Quien tenga al cliente y el acceso a su patrimonio va a poder mitigar mejor la reducción del margen del conjunto de la industria. Ahí es donde hay que estar, es un catalizador que hace que muchas entidades se centren en adquisiciones con jugadores no con capacidades de gestión sino de acceso directo al cliente”, explica Peñas.
Entre las gestoras, ve dos modelos: las de gestión pasiva con masa crítica y bajas comisiones y las de gestión activa que aporten valor añadido con mayores precios.
Nuevos jugadores
España es un mercado bancarizado pero en los últimos tiempos ha aumentado la presencia de inversores que no habían sido tan activos, como aseguradoras o entidades de private equity o capital privado que recurrentemente muestran su interés. “El hecho de que al comprar gestoras no incurran en riesgo de balance, hace muy atractivas estas operaciones, pues es un negocio de comisiones. Y cuando se trata de un negocio no vinculado al balance, con una base de clientes amplia, las gestoras resultan muy atractivas para otros jugadores. Es un mercado atractivo para jugadores que no estaban presentes en el mundo de la gestión de activos».
Eso explica que aseguradoras o capital privado hayan comprado o estén comprando en Europa negocios de gestión de activos, diversificando su negocio sin riesgo de balance y pudiendo llegar a nuevos clientes o aprovechando las oportunidades de “cross selling”.
Precios atractivos
Esta fuerte demanda compradora ha llevado a un incremento de los precios, lo que también genera un efecto llamada en los vendedores (“no solo recibimos interés de inversores sino también de gestoras que, conscientes de los problemas de regulación y margen, deciden explorar mecanismos de integración con entidades mayores para defender su cuenta de resultados», dice Peñas), de forma que la conjunción de buena de oferta y demanda cataliza estas operaciones. “En España en los últimos 18 meses se han incrementado los múltiplos de precio sobre activos, es decir, el precio medio pagado por estos negocios, ya sea en firmas grandes cotizadas o pequeñas y sin cotizar”, explican desde KPMG.
El ejemplo internacional
Esta estructura de consolidación se ha producido en otras geografías y también llegará a España. “En Reino Unido la RDR se aplicó en 2013 y un año después se produjo el pico de número de transacciones y volumen de consolidación en el negocio de la gestión de activos y distribución, pues el país concentró la mitad de todas las compras en Europa”. En España, pues, dice Peñas, “no es descabellado que la tendencia que ya hemos empezado a ver sea creciente y se multiplique: en 2019 ya vimos un incremento y, ahora, por operaciones ya conocidas y por el interés que vemos, creemos que habrá un impulso de este proceso de concentración”, con un perfil de comprador en línea con lo ocurrido en Reino Unido, con mayor protagonismo de aseguradoras y firmas de private equity.