En el dinámico mundo del Asset Management, Pilar Tavella, directora de Research Macro & Estrategia en Balanz, ha construido una sólida trayectoria basada en su interés por la economía y los mercados. En esta conversación exclusiva para el Observatorio de Tendencias de FlexFunds y Funds Society, Pilar comparte su visión sobre los desafíos actuales, las oportunidades de crecimiento y el impacto de los programas económicos en la evolución del mercado argentino.
Respecto de los mayores desafíos, Tavella señala que uno de los principales en su rol es traducir un análisis macroeconómico complejo en estrategias de inversión claras. «La clave es adelantarse al mercado, evaluar qué puede funcionar mejor o peor de lo esperado, y cómo reaccionarían los mercados a estas dinámicas». Según la experta, esto se vuelve especialmente relevante en un entorno de alta volatilidad, donde las condiciones macroeconómicas están en constante cambio.
En cuanto al desarrollo del mercado financiero argentino, destaca que la estabilidad macroeconómica es fundamental. «Si se consolida la caída de la inflación, veremos el inicio de un mercado más sofisticado y diversificado. Esto permitirá a los inversores pensar en estrategias a mediano plazo, más allá de la dolarización o la cobertura contra shocks». En su opinión, una consolidación de la estabilidad son factores esenciales para este crecimiento.
Desempeño del programa económico del Gobierno argentino
Tavella reconoce avances significativos en el programa del Gobierno argentino, del que destaca la consolidación fiscal más rápida de lo esperado y la contención de la inflación. «El gobierno ha logrado evitar una espiral inflacionaria mediante un ancla fiscal y prudencia en lo monetario, junto con un apoyo popular que ha sido crucial en este proceso». Sin embargo, señala que la sostenibilidad de estas políticas dependerá de mantener el compromiso político y la credibilidad a largo plazo.
Las principales anclas del programa económico son lo fiscal y lo político. La combinación de estas dos variables, junto con los resultados que comienzan a materializarse, ha permitido al Gobierno generar credibilidad, lo que también actúa como un ancla adicional.
El superávit fiscal sostenido destaca porque Argentina no lo ha logrado de manera consistente en el pasado. Este avance, junto con un Ejecutivo que mantiene estabilidad política a pesar de implementar ajustes, es un escenario poco común. Históricamente, esta congruencia solo se lograba tras crisis profundas, como en 2001, pero en este caso se alcanza con una recesión moderada de aproximadamente un -2,5%, explica.
«El superávit funciona como ancla porque genera expectativas de continuidad. No sería efectivo si se percibiera como algo temporal. El compromiso del Gobierno, demostrado en acciones como vetos a leyes y una consolidación fiscal más rápida de lo esperado, refuerza esa percepción de estabilidad. En esencia, la combinación de un superávit fiscal sostenido, estabilidad política y credibilidad creciente es lo que sustenta este programa y le da solidez», añade.
Respecto de los efectos negativos, reconoce que la recesión es uno inevitable entre ellos, «aunque ha sido menos profunda y más corta de lo anticipado». Sin embargo, el mayor desafío está en la sostenibilidad del tipo de cambio real. Aunque la apreciación del tipo de cambio refleja una mejora macroeconómica, una apreciación excesiva podría generar presiones en la balanza de pagos.
Escenarios de crecimiento e inflación para 2025
Pilar Tavella se muestra optimista sobre el futuro cercano, anticipando una recesión más acotada de lo previsto para 2024 y un crecimiento cíclico del 5% en 2025. «La recuperación está siendo más rápida de lo esperado, gracias a factores como la consolidación fiscal, la recuperación de los ingresos reales y un crecimiento del crédito». En cuanto a la inflación, proyecta una caída significativa, con niveles anuales entre el 25% y el 30%, siempre considerando que los shocks externos son un riesgo en Argentina.
El principal desafío del programa económico argentino es consolidar la estabilidad y avanzar hacia un esquema cambiario y monetario más flexible y sostenible. Esto requiere reducir el riesgo soberano para facilitar el financiamiento corporativo y permitir una flexibilización gradual de los controles cambiarios.
Argentina necesita acumular reservas netas, aún negativas, y evitar una apreciación excesiva del tipo de cambio, subraya. La transición a un modelo más flexible mejoraría las perspectivas de reservas y haría más sostenible la baja de la inflación. Un primer paso sería normalizar la cuenta corriente, ajustando el esquema de exportaciones para que más divisas ingresen al mercado oficial.
Y añade que las condiciones actuales—baja emisión monetaria, menor inflación y restricción de pesos—permiten avanzar gradualmente en la liberalización cambiaria, priorizando flujos de capital antes que stocks. Aunque el contexto político podría influir, se espera que en 2025 se den pasos concretos hacia un esquema más flexible y sostenible.
Rally de activos
El reciente rally de activos argentinos ha estado liderado principalmente por inversores locales, en especial en bonos y renta variable. Esto contrasta con otros momentos en los que los inversores extranjeros tenían mayor protagonismo, pero su menor exposición actual podría deberse a experiencias previas negativas en el mercado argentino. El desafío ahora es atraer nuevamente capital externo para ampliar la recuperación.
Para 2025, la experta destaca los bonos soberanos argentinos como una apuesta clave. A pesar del recorrido positivo que han tenido, aún presentan potencial de valorización, especialmente si el país avanza hacia niveles de acceso al mercado. En renta variable, luego de un desempeño extraordinariamente favorable, sugiere un enfoque más selectivo, priorizando sectores con mayor proyección de crecimiento.
«Para atraer un mayor interés de los inversores externos, es crucial mejorar la perspectiva de acumulación de reservas internacionales. Aunque existe confianza en la capacidad del Gobierno para cumplir con los pagos de deuda en el corto plazo, los desafíos se incrementan en el mediano y largo plazo, cuando los vencimientos se acumulan», manifiesta.
Y concluye que un acuerdo sólido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una gradual flexibilización del esquema cambiario serían pasos clave. Esto permitiría generar confianza en la sostenibilidad de la balanza de pagos y en la capacidad de Argentina para acumular reservas suficientes a futuro.
Entrevista realizada por Emilio Veiga Gil, Vicepresidente Ejecutivo de FlexFunds, en el contexto del «Observatorio de Tendencias» de FlexFunds y Funds Society.