Aquila Capital ha anunciado que su fondo Aquila Capital Infrastructure Fund (ACIF) ha superado los 500 millones de euros en compromisos de capital en el segundo trimestre de 2023. El fondo ha registrado nuevas entradas de capital «pese al difícil entorno de captación de fondos y se espera un mayor crecimiento en el futuro», según recoge el comunicado de la firma.
A este interés mostrado por los inversores contribuye que las inversiones en infraestructuras demostraron en 2022 pueden generar valor en épocas de elevada inflación u «otras alteraciones macroeconómicas y políticas», tal y como asegura Aquila Capital. A pesar de una inflación creciente, el aumento de los tipos de interés y la continua incertidumbre macroeconómica, las inversiones en infraestructuras registraron un claro aumento de valor el año pasado, frente a los descensos sustanciales de otros activos: tanto la renta fija como la renta variable mundiales registraron un resultado negativo en una horquilla porcentual significativa de dos dígitos. «Así pues, las infraestructuras pusieron de manifiesto su escasa correlación con los parámetros macroeconómicos y las clases de activos cotizados en condiciones reales en un entorno difícil», señalan en la firma.
Christian Brezina, director de Diversified Infrastructure & Multi Asset Investments de Aquila Capital, apunta que además de una rentabilidad satisfactoria, «la protección frente a los riesgos macroeconómicos desempeña un papel importante en las inversiones en infraestructuras». Y esgrime varias razones para ello. En primer lugar, «muchos activos de infraestructuras tienen una baja correlación con el ciclo económico, lo que protege eficazmente a los inversores de las recesiones económicas», a lo que suma que la financiación de la deuda de los activos «puede cubrirse frente a la subida de los tipos de interés, lo que supone seguridad ante las políticas monetarias actualmente más restrictivas de los bancos centrales».
Por último, Brenzina resalta que las inversiones en infraestructuras de energías renovables, «por ejemplo, pueden proporcionar protección contra la inflación, ya que las subidas de los precios de la energía superan la tasa de inflación económica general tanto a largo plazo como en la actualidad». Más del 90% de los activos de nuestra cartera no se ven afectados por la subida de la inflación o incluso se benefician de ella, según el directivo.
En el futuro, es probable que el sector de las infraestructuras cuente con más capital privado, dado que el gasto público no será suficiente para cubrir la demanda acumulada de inversiones en infraestructuras, se requerirá una mayor participación de los inversores privados, lo que sólo puede lograrse ofreciendo rendimientos adecuados y, al mismo tiempo, de forma predecible, tal y como señalan en la firma. Asimismo, algunas megatendencias como el crecimiento exponencial del volumen mundial de datos, la expansión de las energías renovables o la creciente demanda de infraestructuras de recarga en el contexto de la e-mobility están impulsando determinadas áreas del mercado de infraestructuras.