La inversión temática aborda cuestiones estructurales que pueden crear valor a largo plazo. Esto es porque logra entender tanto los retos sociales de hoy, como las grandes tendencias que configurarán las economías durante varias décadas para dar una finalidad a las inversiones. Este enfoque ha demostrado su capacidad para ofrecer oportunidades en diferentes fases de un ciclo económico, de tal forma, que atrae cada vez a más clientes.
Edmond de Rothschild aborda estos temas de la mano de Marie Jacot-Cardoen, global head de distribución, y Jacques-Aurélien Marcireau, co-director de renta variable en Edmond de Rothschild AM. El grupo cuenta ahora con una gama de estrategias temáticas innovadoras y diversificadas, impulsadas por firmes convicciones con la estabilidad que ofrece una empresa familiar y basadas en criterios sostenibles. En los últimos años han añadido estrategias de big data y capital humano.
Edmond de Rothschild Asset Management se esfuerza por aprovechar las tendencias a largo plazo que están reconfigurando el mundo, con el fin de crear valor para los inversores. Su enfoque es transversal y está centrado en cómo el tema de inversión repercute en toda la economía.
La integración de criterios ESG es la norma en todos sus procedimientos de inversión, ya que ayuda a identificar oportunidades y gestionar riesgos. Se aplica una disciplina estricta a los modelos empresariales y las valoraciones de las acciones.
En medio de la elevada volatilidad actual de los mercados, la inversión temática es el camino a seguir en los próximos años. En lugar de invertir en tendencias, su gama de inversión temática, con más de 2.300 millones de euros en activos bajo gestión, está diseñada para ofrecer a los inversores fondos core básicos.
Estrategias
Ya se trate del big data, el sector sanitario, el capital humano o la transición energética, su gama de renta variable temática destaca por un elemento importante: el enfoque transversal y diversificado de cada tema.
Sus carteras no se limitan a valores growth, sino que diversifican los estilos de gestión, en consonancia con el ADN de su gestión, enfocada en el largo plazo y con el objetivo de generar rentabilidad dentro de un marco de riesgo controlado. El año 2022 sirvió de verdadera prueba para la gestión de renta variable temática, de forma que el contexto de mercado confirmó la pertinencia de su filosofía de gestión. Sus carteras temáticas terminaron el año satisfactoriamente en relación a la rentabilidad/riesgo.
Su estrategia sanitaria se lanzó en abril de 1985 y es la más antigua de esta gama. Invierten en todo el ecosistema del sector, en consonancia con la política de compromiso del grupo. El sector sanitario es un vasto universo con cuatro grandes actividades: las empresas biofarmacéuticas, las biotecnologías, los equipos médicos y los servicios. Su objetivo es aprovechar el crecimiento estructural y la visibilidad del sector invirtiendo en todas estas áreas, desde los grandes grupos que sustentan la asistencia sanitaria hasta las empresas más pequeñas y altamente innovadoras. La cartera está compuesta por unas cuarenta posiciones. Mantienen un equilibrio entre las distintas empresas y las distintas capitalizaciones bursátiles.
El mercado estadounidense es sin duda el que ofrece mayor profundidad y diversidad, por lo que naturalmente es su mayor exposición. Realizan inversiones directas en mercados emergentes, pero también a través de aquellas grandes empresas europeas y estadounidenses que tienen una fuerte presencia en la zona.
Por otro lado, su estrategia de big data tiene un enfoque único. Su metodología transversal aprovecha el potencial de creación de valor de los datos en todos los sectores económicos. Esto significa que la estrategia puede estar expuesta hasta en un 49% a empresas no tecnológicas. Construyen carteras en torno a tres tipos de valores y con un enfoque muy selectivo en cuanto a la calidad del modelo de negocio de una empresa y su valoración: ‘Infraestructuras’, que se refiere a las empresas que recopilan y luego proporcionan los datos generados por los actores de Big Data; ‘Analítica’, que abarca las empresas de software que ayudan a analizar estos datos; y usuarios de datos, es decir, empresas no tecnológicas que ya han integrado la estrategia digital más adecuada para lograr una ventaja competitiva. La estrategia trata de mantener un perfil equilibrado en cuanto a sectores, estilos y capitalización bursátil.
El abanico se amplió en noviembre de 2020 con el lanzamiento de una estrategia de capital humano, una de sus convicciones de siempre. La estrategia estaba respaldada por los sólidos resultados de un estudio realizado por su departamento de investigación económica y una serie de trabajos de investigación académica. La investigación concluyó que las empresas que invierten en capital humano generan mejores beneficios a largo plazo. Creemos que prestar atención a los recursos humanos es una ventaja, ya que la mayoría de los empleos de 2030 aún no se han inventado. La estrategia aúna investigación académica, experiencia en selección de valores e inversión responsable. Para reflejar sus firmes convicciones, la cartera está muy concentrada, con algo más de 40 posiciones en empresas que promueven las buenas prácticas en materia de capital humano y cumplen los criterios ESG. Su enfoque decididamente transversal se basa en dos pilares. La mitad de las empresas seleccionadas cuentan con políticas de recursos humanos sobresalientes, mientras que la otra mitad se dedica a la educación, la transmisión de conocimientos y la protección de los empleados.
Una sólida dimensión sostenible
Su estrategia de capital humano, etiquetada ISR desde su lanzamiento, se centra en el pilar social. Llevan a cabo un análisis interno de la política social de cada empresa, un ámbito que todavía apenas cubren las agencias de calificación externas. El acceso a una gran cantidad de datos es absolutamente esencial para un análisis preciso de la cultura de una empresa. Por eso tienen que recopilar información de muchas fuentes distintas: de la propia empresa, pero también de sus grupos de interés, utilizando encuestas a los empleados en la plataforma Glassdoor y calificaciones externas de Great Place to Work.
Han creado un modelo para analizar y evaluar la política social de una empresa. El modelo abarca más de 20 indicadores clave de rendimiento, desde la rotación de empleados y el número de horas ofrecidas para formación continua hasta la igualdad de género y la política salarial. La utilización de datos cuantitativos y cualitativos les permite conocer a fondo la cultura de una empresa y su dinámica en el lugar de trabajo. Asimismo, están orgullosos de su gran experiencia en el ámbito social, un diferenciador clave. Les ayuda a mantener un diálogo permanente con las empresas para evaluar su estrategia social. Este diálogo forma parte de su política de compromiso.
Su estrategia sanitaria, que obtuvo la etiqueta ISR en 2020, combina criterios de exclusión, impacto y best-in-universe. Se fijan en empresas con generosos presupuestos de I+D y que desarrollan tratamientos para enfermedades no tratadas anteriormente. También se centran en empresas que favorecen un mejor acceso a la medicina, especialmente en los países emergentes. Además, seleccionan empresas de servicios y tecnología que contribuyen a mejorar el acceso a la asistencia y la cobertura sanitaria.
Por ello, se han unido a la Fundación para el Acceso a la Medicina, que agrupa a gestores de activos e inversores institucionales con un total de 18 billones de euros en activos bajo gestión. Uno de los principales objetivos de la fundación es animar a los grandes grupos farmacéuticos a contribuir a mejorar el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo.
Su estrategia de big data, clasificado artículo 8 dentro de la normativa SFDR, aplica la política de exclusión de Edmond de Rothschild AM. El proceso de inversión de la estrategia también utiliza activamente criterios ESG para invertir en empresas con sólidas credenciales ESG que adoptan un enfoque responsable en el uso de datos.
Desde su lanzamiento, la estrategia también se ha centrado en el buen gobierno corporativo, un pilar esencial en la selección de valores, ya que garantiza que eligen empresas en las que los intereses de la dirección y de los accionistas mayoritarios/minoritarios están alineados.