La disrupción como concepto no es algo nuevo ni exclusivo de la era de internet. Disrupción, por ejemplo, fue la invención de la imprenta o la democratización del ordenador personal que en la década de los 60 llevó a cabo IBM. Entonces, ¿por qué parece que el término acaba de acuñarse? La diferencia, según Thomas Page Lecuyer, estratega de CPR AM (filial y centro de gestión temática de Amundi), radica en que ahora la disrupción es más rápida que antes. “El tiempo de adaptación se ha reducido un tercio en sólo 6 años y la velocidad del desarrollo no tiene precedentes”. En su opinión, la raíz de la disrupción hay que buscarla en cambios demográficos que nos empujan a adaptar nuevos modelos económicos. En este sentido, señala, que “la tecnología no es la única vía de disrupción, está en todos los sectores”. Y lo más sorprendente, asegura, es que “sólo vemos el 10% del fenómeno mientras que el 90% se nos escapa. En un coche autónomo o eléctrico hay cientos de disrupciones que se nos pasan desapercibidas”.
Durante la presentación del nuevo fondo temático CPR Invest – Global Disruptive Opportunities gestionado por CPR AM, su gestor Wesley Lebeau, ha explicado cómo surge la idea de aglutinar sectores y compañías muy diferentes con un factor común: la disrupción. “Nuestro objetivo es cubrir todo el ecosistema disruptivo”, afirma. Sin embargo, el reto tiene cierta dimensión ya que ¿cómo se detecta a un verdadero “game changer”? Lebau señala que son aquellas compañías “capaces de transformar los mercados existentes para hacerlos más sencillos y baratos”.
La estrategia del fondo identifica cuatro dimensiones temáticas: economía digital, industria 4.0, planeta, y ciencias de la salud y la vida. Bajo este enfoque, selecciona empresas identificadas como «disruptivas» gracias a su capacidad para aprovechar su mercado independientemente de su sector.
Por su propia naturaleza, estas compañías innovan o se transforman para ajustarse y anticipar los cambios en sus respectivos sectores (servicios, productos, procesos productivos, etc.) Ofrecen soluciones más sencillas, más inteligentes, más prácticas y a menudo más baratas que resultan atractivas a los consumidores de forma natural. Ya sea como líderes o como competidores destacados, estas compañías son seleccionadas por su potencial de crecimiento a largo plazo. “El 44% de las acciones que tenemos en cartera no estaban en bolsa hace 10 años”, señala Lebau.
Las mejores posiciones
En las diez mayores posiciones del fondo encontraremos los grandes nombres cuyo proceso de disrupción está más consolidado y que han conseguido reinventar o inventar el mercado. Ahí están Google, Paypal o Facebook, mientras que en el resto de la cartera será donde los gestores apuesten por compañías más desconocidas situadas al principio del ciclo disruptivo.
Para obtener una mejor visión de las tendencias y el momentum de cada sector y definir el universo de inversión de alrededor de 600 compañías globales, el equipo de gestión se apoya en la experiencia de un comité de estrategas de CPR AM, en analistas “buy-side” de Amundi y en consultores de una reconocida firma de consultoría internacional como es Deloitte. “Nuestro papel es ayudar a saber dónde mirar y cómo ordenar el conocimiento que nos aportan el universo de start ups con el que estamos en contacto porque surgen muchos negocios que dejan anonadados a los players tradicionales de esos sectores”, ha explicado Elsa Valera, innovation manager de Deloitte.
Tras un análisis cuantitativo para identificar las acciones más prometedoras dentro del universo, el equipo de gestión evalúa y prioriza cada una basándose en un análisis fundamental.
CPR Invest – Global Disruptive Opportunities destaca por su estilo de gestión activa, no sujeta a ningún índice de referencia y sin restricciones geográficas, sectoriales o por capitalización de mercado. La cartera final cuenta con cerca de 80 acciones, con una volatilidad comparable a la del MSCI World. El objetivo de CPR Invest – Global Disruptive Opportunities es batir a los mercados de renta variable global a largo plazo (es decir, al menos a cinco años) invirtiendo en acciones de compañías que han establecido o se benefician total o parcialmente de modelos de negocio disruptivos.
Según Vafa Ahmadi, director de renta variable temática global de CPR AM, “la estrategia busca responder a la creciente demanda de clientes institucionales y distribuidores internacionales de inversiones temáticas. Así, ofrecemos una nueva solución innovadora, no cíclica y sostenible para generar crecimiento a largo plazo».