A lo largo de los años, el desarrollo, apertura y profundización del mundo financiero ha ido creciendo en América Latina. Sin embargo, la región tiene todavía una deuda con la inclusión.
Este es el panorama que refleja el último estudio de IPSOS y Grupo Credicorp sobre la inclusión financiera en la región. En base a 8.400 entrevistas realizadas en siete países –Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú– entre mayo y junio de este año, el estudio muestra un panorama donde un 51% de las personas tienen un índice de inclusión bajo o nulo.
De un total de 100, el indicador promedio de los siete países analizados, muestra el reporte, llega a 38,3 puntos, con sólo 34% de los sondeados cayendo en la categoría de “progreso” a la inclusión y sólo un 16% incorporados plenamente en el sistema financiero.
“La inclusión financiera está en proceso. El vaso todavía está medio vacío”, advirtió el presidente de IPSOS Perú y líder de estudios de opinión pública para América Latina de la firma, Alfredo Torres, en la presentación del informe.
En esa línea, el ejecutivo agregó que “las dimensiones de acceso y uso son las más críticas”, dentro de los tres pilares que conforman el indicador de inclusión.
Variables clave
Esto, considerando que el promedio de la arista de acceso –que incluye variables como la infraestructura financiera y conocimientos de los productos– para la región fue de 33,3 puntos y el de la arista de uso –las transacciones y dinámicas de ahorro e ingresos– fue de 24,6 puntos.
Eso sí, Torres destacó que la diferencia entre el acceso y el uso sugiere un “espacio para crecer” en la industria, considerando que “esto quiere decir que hay gente que tiene acceso y que no los usa”.
Además, el ejecutivo de IPSOS destacó el alto nivel de “calidad percibida” –el tercer pilar del indicador, junto con acceso y uso–, que refleja el nivel de confianza en la industria, está en terreno positivo, promediando 57,1 puntos en la región. “Esto es una buena noticia, porque, en general, aunque la gente no use, sí hay una imagen relativamente favorable”, dijo Torres.
Además, el estudio de IPSOS y Credicorp muestra que la variable clave es la educación. Si bien hay diferencias en el nivel promedio de inclusión en distintas dimensiones –con más inclusión en hombres que en mujeres y en población urbana que rural–, el nivel educacional es la más fuerte. Mientras que los universitarios o posgrados promedian 55,1 puntos, las personas sin estudios sólo marcan 18,2 puntos.
Otro punto interesante del estudio muestra que la gente más joven tiene mejores mediciones de inclusión financiera. Esto, señala Torre, se ha visto apoyado por una mayor adopción de herramientas tecnológicas en esas generaciones.
En esa misma línea, desde Grupo Credicorp destacan el rol que la tecnología tendrá en aumentar la cobertura de la industria financiera en los países latinoamericanos.
“Hoy tenemos una oportunidad y un mecanismo muy importante: la transformación digital”, señaló el CEO adjunto del grupo y CEO del banco BCP, Gianfranco Ferrari. La cobertura de móviles es más alta que la de la industria financiera, recalcó, lo que ofrece una oportunidad.
Diferencias por país
Dentro de los siete países analizados, los mayores niveles de inclusión financiera se registraron en Panamá y Chile.
Panamá lidera la nómina, con un índice promedio de 52,2 puntos. Esto es reflejo de que un 38% de las personas están consideradas como incluídas en el sistema financiero. En el desagregado, el país centroamericano tiene puntuaciones de 46,5 en acceso, 42,2 en uso y 68 en calidad percibida.
Si bien Chile lidera en la región en acceso y uso –con puntajes de 47,1 y 52,4, respectivamente– y tiene un 37% de personas consideradas como incluídas plenamente, el país se encuentra en segundo lugar, con un indicador total de 51,6 puntos.
Esto, explica Torres, se debe a que el país andino se encuentra en último lugar en la región a nivel de confianza en el sistema, con un indicador de confianza percibida de 55,3 puntos. “Si bien la gente tiene acceso y usan mucho los servicios, es también muy crítica de estos servicios financieros. El problema ya es de una naturaleza diferente”, señala.
Por el otro lado, los países con menor nivel de inclusión financiera en la región son México y Perú. El primer país se encuentra entre los dos puntajes más bajos del vecindario en acceso (28,3), uso (20,9) y calidad percibida (55,9), con un índice de inclusión total de 35 puntos, mientras que el segundo alcanzó los 37,9 puntos, en base a indicadores de 34,2 en acceso, 22,7 en uso y 56,8 en confianza percibida.