Las estrategias de gestión del riesgo de los inversores institucionales necesitan cambios urgentes, según un estudio realizado entre este tipo de inversores por Allianz Global Investors (Allianz GI), una de las principales compañías de gestión activa del mundo. El estudio “RiskMonitor” de Allianz GI se ha elaborado en el primer trimestre de 2016 con una encuesta realizada a 755 inversores institucionales sobre su actitud frente al riesgo, la construcción de las carteras y la distribución de activos. Las firmas analizadas tienen más de 26 billones de dólares bajo gestión en 23 países de Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
Según el informe “RiskMonitor” desde la crisis financiera global de 2008 las prácticas de gestión de riesgos han cambiado muy poco. Antes de la crisis las estrategias preferidas de los inversores eran la diversificación por tipo de activo (57%), la diversificación geográfica (53%) o la gestión de la duración (44%). A pesar de que el 62% de los encuestados admitió que estas estrategias no proporcionaron la protección adecuada frente a las caídas, su uso, de hecho, se ha incrementado después de la crisis, con un 58% de los inversores confiando en la diversificación por tipo de activo, un 56% utilizando la diversificación geográfica y un 54% adoptando la gestión de la duración.
Como resultado, dos terceras partes de las instituciones están buscando estrategias innovadoras que ayuden a equilibrar el binomio riesgo-rentabilidad, proporcionen una protección mayor frente a las bajadas y sustituyan el enfoque tradicional de la gestión del riesgo. De hecho, un 48% afirma que su empresa estaría dispuesta a pagar más si ello supone acceso a estrategias de gestión del riesgo mejores y un 54% dice que sus compañías han destinado recursos adicionales a mejorar la gestión del riesgo.
Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, ha comentado al respecto: “Los inversores se encuentran ante un mercado donde la media de los retornos continúa siendo baja y la volatilidad es alta. En este entorno, conseguir los objetivos de inversión requerirá asumir riesgos y aplicar una gestión de las carteras realmente activa, que necesitará ir a la par con una estrategia adecuada para la gestión de dichos riesgos. Desgraciadamente, los resultados de nuestro informe “RiskMonitor” denotan que un considerable número de inversores no tiene mucha confianza en su habilidad para manejar los riesgos de manera eficiente tanto en los mercados alcistas como bajistas”.
“Los inversores institucionales parecen reconocer la necesidad de contar con soluciones de gestión del riesgo más eficientes, lo cual es esperanzador. Sin embargo, es el momento de que los gestores de activos innoven y ofrezcan soluciones y productos que ayuden a los clientes a moverse en un entorno de bajas rentabilidades sin exponerles a niveles de volatilidad inapropiados. Esto puede adoptar distintas formas, pero los próximos meses y años serán definitivamente una prueba de fuego para la creciente oferta de sofisticadas soluciones multi-activos».
Principales preocupaciones de inversión y tendencias de la asignación de activos
Hay multitud de riesgos latentes en el mercado, pero unos cuantos ocupan un lugar principal en las cabezas de muchos inversores a la hora de afrontar los mercados en 2016 e intentar cumplir con sus objetivos de rentabilidad. Globalmente, un 42% de los encuestados admite que la volatilidad de los mercados es su mayor preocupación. Si se añaden las bajas rentabilidades (24%) y la inestabilidad en la política monetaria (16%), existen pocas dudas de que los inversores se enfrentan a una carrera con mayores obstáculos que en años pasados.
A la luz de lo agitados que han estado los mercados al inicio de este año, un 77% de los inversores es aprensivo sobre el riesgo del mercado de renta variable, y lo citan como la principal amenaza para el comportamiento de las carteras este año. También entre las principales amenazas que manejan los encuestados y que podrían empeorar la evolución de las carteras se encuentran los riesgos en los tipos de interés (75%), los riesgos de eventos (75%) y los riesgos en los tipos de cambio (74%).
A pesar de las preocupaciones de los inversores institucionales por las turbulencias de los mercados y el riesgo del mercado de renta variable, muchos no se han convencido de adoptar una actitud más defensiva. Los inversores institucionales han afirmado que su principal objetivo de inversión para 2016 es maximizar las rentabilidades ajustadas al riesgo. Es más, su preferencia hacia la renta variable sugiere que su apetito hacia el riesgo no se ha enfriado del todo por la volatilidad del mercado. En particular, con un 29% y un 28% respectivamente, la renta variable estadounidense y la europea ocupan los primeros puestos entre las inversiones destinadas a tomar posiciones largas otra vez este año.