Con la publicación de su informe anual de Sostenibilidad y Tutela Corporativa (Stewardship), Allianz Global Investors ha anunciado el refuerzo de los criterios empleados para clasificar sus fondos sostenibles. La metodología se basa en el Reglamento de Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles (SFDR) y su respectiva categoría de fondos del artículo 8, pero esta propuesta va más allá de esta norma.
“Los inversores consideran, y con razón, el artículo 8 del SFDR de la Unión Europea como un compromiso mínimo para los fondos sostenibles, sin embargo, un ‘mínimo’ no es suficiente”, afirmó Matt Christensen, director global de Inversión Sostenible y de Impacto de AllianzGI. De esta forma, con el objetivo de ofrecer más claridad, “hemos introducido el principio de ‘dos elementos vinculantes’ para nuestra gama de fondos sostenibles”, adelanta Christensen.
El primer elemento vinculante es la política de exclusiones sostenibles, que impone criterios de exclusión en las carteras de títulos relacionados con armas, carbón, tabaco o con violaciones de los estándares internacionales (incluidos los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas). Unos factores que de por sí bastarían para su inclusión como artículo 8, según la firma.
Allianz GI da un paso más al introducir un segundo elemento vinculante que debe incorporarse al proceso de inversión. Puede tratarse de una cartera ‘Best-in-class’ siguiendo criterios de ISR, la alineación con los ODS, estrategias de impacto o un nuevo enfoque centrado en indicadores clave de rendimiento (KPI) en materia de sostenibilidad.
Este nuevo enfoque de KPI considera y aborda los retos medioambientales y/o sociales dentro del proceso de construcción de la cartera, definiendo la sostenibilidad como un objetivo de KPI que debe cumplir el fondo. Con esta estrategia, Allianz GI se fija unos indicadores medibles, supervisados y comunicados para hacer un seguimiento de los resultados ASG que sean lo suficientemente significativos como para impulsar la sostenibilidad en el proceso de inversión de una cartera.
Este enfoque ha sido posible gracias al lanzamiento de la plataforma de datos de sostenibilidad de Allianz GI a principios de este año, la Sustainability Insights Engine (SusIE). SusIE es una interfaz de usuario basada en la web que utiliza tecnología de última generación para facilitar el acceso a los datos ASG 1.
El primer KPI se refiere a la reducción de las emisiones de carbono. Se basa en la intensidad de gases de efecto invernadero (CO2 equivalente de alcance 1 y 2 en comparación con los ingresos). El objetivo es lograr, bien una reducción mínima de la intensidad de gases de efecto invernadero de la cartera frente al índice de referencia, o una reducción mínima del 5% interanual de la intensidad de gases de efecto invernadero de la cartera. Allianz GI tiene previsto seguir desarrollando la lista de KPI disponibles y ampliarlos a otros productos.
Christensen, en este punto, explica que con este planteamiento, “estamos en posición de gestionar activamente la intensidad de gases de efecto invernadero de las carteras y contribuir a configurar el camino hacia un futuro de bajas emisiones”. Una estrategia que, según el experto, “va de la mano de nuestras actividades de tutela corporativa (stewardship), en las que utilizamos nuestra influencia como accionista en el interés a largo plazo de nuestros clientes”.
Christensen también afirma que Allianz GI impulsa deliberadamente su programa de diálogo activo con las empresas hacia los aspectos de sostenibilidad o ASG. Temas típicos de este diálogo crítico son, por ejemplo, la integración de criterios de sostenibilidad en el sistema de remuneración de los directivos, o la iniciativa “say on climate”, en la que los accionistas exigen que las estrategias climáticas se presenten y debatan en las juntas anuales de accionistas.