Allianz Global Investors ha publicado su análisis anual sobre su política activa de voto en las Juntas Generales de Accionistas de todo el mundo, con cifras de 2021 que abarcan cerca de 110.000 propuestas de accionistas y directivos, y que revelan una continua y marcada disparidad en los estándares de gobierno corporativo en todo el mundo.
La gestora explica que, como gestor activo, adopta un enfoque muy activo, global y coherente de la gestión. Por ello anuncia que está dispuesta a votar en contra de las propuestas que no cumplan sus expectativas sobre las empresas en las que invierte, así como a cumplir con su deber de actuar en interés de los clientes considerando cada propuesta en función de sus méritos. A lo largo de 2021, los datos globales muestran que Allianz GI ha participado en 10.190 juntas de accionistas y votó en contra, retuvo o se abstuvo en al menos un punto del orden del día en el 68% de todas las juntas. También se ha opuesto al 21% de todas las resoluciones.
En este sentido, Allianz GI ha introducido varias modificaciones en su política de voto en 2022, incluido el refuerzo de sus directrices de Gobierno Corporativo Global con respecto a las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad. La gestora espera que las empresas europeas de gran capitalización incluyan los indicadores clave de desempeño (en inglés KPIs) relacionados con factores ESG en las políticas de remuneración de los ejecutivos y votará en contra de las políticas de remuneración en 2023 si este elemento no se tiene en cuenta. También ha reforzado sus normas de votación con respecto a la diversidad étnica en Reino Unido y Estados Unidos, haciendo hincapié en que las empresas de estos países presenten un enfoque de diversidad más allá del género.
“Como inversor activo, el ejercicio de nuestros derechos de voto es una de las herramientas más poderosas que tenemos para lograr el cambio. En consonancia con nuestro deseo de dar forma a un futuro más sostenible con resultados positivos y medibles, queremos asegurarnos de que las empresas las que invertimos alineen sus políticas de remuneración de los ejecutivos con los indicadores de desempeño ASG y votaremos en contra de aquellas que no lo hagan”, ha señalado Matt Christensen. director global de Inversión Sostenible y de Impacto de Allianz Global Investors, al respecto.
Remuneración de los ejecutivos
Las propuestas relacionadas con la remuneración continuaron destacando como el área más polémica en el ámbito mundial durante 2021, con Allianz GI votando en contra del 47% de todas las propuestas de gestión relacionadas con la remuneración. Las abstenciones de Allianz GI en las propuestas de compensación se mantuvieron prácticamente sin cambios en el 6%, lo que refleja un número creciente de actividades de diálogo activo con las empresas participadas para buscar mejoras en los esquemas de remuneración.
En 2021, Allianz GI modificó sus directrices de “proxy voting” o política activa de voto, para poder examinar caso por caso y en detalle las propuestas de remuneración con importes relevantes en empresas que hayan recibido ayudas estatales directas, o que hayan hecho recortes significativos en sus plantillas o en su política de pago de dividendos (no prescritos por los reguladores) como consecuencia de la pandemia. Por último, al igual que en 2021, Allianz GI sigue vigilando de cerca las políticas de retribución de las empresas en el contexto de la pandemia del COVID-19.
Los factores medioambientales y sociales en el punto de mira
Por primera vez, las empresas presentaron resoluciones que buscaban el consentimiento de los accionistas sobre su estrategia climática. Según explica la gestora, ha desarrollado directrices de voto específicas para promover que las empresas proporcionen objetivos e hitos claros en materia de sostenibilidad y que se comprometan a informar de los avances de forma anual, siguiendo los marcos de ‘reporting’ establecidos para que los inversores puedan valorar su evolución.
En este sentido destacan que su decisión de voto sobre el clima suele tomarse después de un diálogo activo con la empresa en el que se aclaran los detalles de la estrategia climática sometida a votación, su nivel de ambición y si las empresas se comprometen a realizar actualizaciones anuales para que los inversores puedan juzgar los progresos. La gestora votó sobre las 31 resoluciones relacionadas con el clima planteadas por la dirección de 30 empresas y las apoyó todas. Aunque Allianz GI reconoció que las empresas que presentaron estas resoluciones fueron las primeras en hacerlo en 2021, aplicará una evaluación comparativa más rigurosa en el futuro, a medida que las resoluciones sobre el clima se vuelvan más frecuentes y los estándares del mercado sobre estas votaciones evolucionen.
“Dado que animamos a las empresas con altas emisiones a someter a votación su estrategia climática, apoyamos todas las resoluciones de los accionistas que solicitaban votaciones consultivas no vinculantes sobre los planes de acción climática. También apoyamos el 83% de las propuestas que solicitaban una mejora de la información sobre el cambio climático y el 100% de las propuestas sobre el impacto medioambiental en la comunidad”, destacan desde la gestora.
Consejos de administración de alta calidad
A pesar de una ligera disminución de los votos en contra de las propuestas relacionadas con los consejeros, (23% en 2021 frente al 26% en 2020), la gestora considera que continúan existiendo grandes preocupaciones con respecto a la configuración equilibrada de muchos consejos de administración.
Allianz GI votó en contra de muchas empresas en las que el consejo de administración y/o los comités del consejo no eran suficientemente independientes debido a la presencia de consejeros con mandatos muy largos o que son representantes de los principales accionistas. Esto fue un problema sobre todo en Estados Unidos.
La presencia de consejeros en varios consejos a la vez también continúa siendo un problema relevante. Allianz GI decidió examinar los compromisos de los consejeros, en particular, cuando las empresas se vieron fuertemente afectadas por las implicaciones económicas del COVID-19 y los consejeros tenían un elevado número de compromisos o cuando ocupaban al mismo tiempo un cargo ejecutivo.