De acuerdo con Alfredo Capote, quien lidera la banca de inversión en México y Latinoamérica para Citi, a la hora de invertir en su país, “hay que ver con mucho detalle el momento histórico que está viviendo México, el paso que tenemos es adecuado y es un poco tener paciencia, creatividad y entusiasmo para asegurarnos de que esto que está pasando sea bueno para el país”.
El directivo considera que, tomando en cuenta que México tiene uno de los costos energéticos más bajos del mundo, un marco regulatorio que funciona, y una demanda demográfica importante, así como el hecho de que Estados Unidos, Canadá y México están creando los cimientos para convertirse en el bloque energético más eficiente del mundo, el país azteca presenta grandes oportunidades de inversión.
De acuerdo con el directivo, hay un fuerte entusiasmo por México ya que “va a haber una generación de crecimiento en ventas y utilidades de las empresas, principalmente aquellas de consumo. Hay una apuesta muy fuerte por la clase media en México… Es por eso que la colocación de Unifin, financiera que se dedica a dar arrendamientos para la pequeña y mediana empresa fue tan exitosa, por la exposición que da al crecimiento de México…” Capote también considera que empresas como Alsea, Alfa o Ienova están bien posicionadas para aprovechar el crecimiento del país.
En el sector energético, más que la extracción de hidrocarburos “la gran oportunidad de hoy en día es, una vez que sale ese barril, cómo se va a llevar a los distintos puntos, como refinerías y al consumo”. Para ponerlo en contexto, Capote menciona que mientras que en Texas hay más de 86 mil kilómetros de gasoductos, los de México son menos de seis mil. Eso sí, ya se está avanzando en ese respecto; a mediados de octubre la Secretaría de Energía anunció su plan quinquenal para la infraestructura de gasoductos, en el que se contemplan doce nuevos gasoductos o 5.200 kilómetros adicionales, pero aún hay una gran oportunidad, por lo que “la creación de esta infraestructura va a impulsar la economía y generar empleo.”
En cuanto al apetito del inversionista mexicano, Capote comenta que este se encuentra muy en línea con el mercado global, por lo que en lo que a renta fija se refiere, y frente a una inminente subida de las tasas de interés en EE.UU. -que puede causar perdidas inmediatas en los portafolios-, “hay un apetito por tasas variables y tasas indexadas a inflación«.
Respecto a la moneda mexicana, una de las más operadas y liquidas del mundo, Capote comenta que “el descontar el alza de las tasas por parte de la Fed tuvo un impacto directo en la valuación del peso… pero este efecto responde más que a una parte fundamental de la economía mexicana, a un reacomodo de los portafolios a nivel mundial por el crecimiento en la percepción del riesgo».
De cara a los activos alternativos, Capote considera que, por medio de los CKDs y Fibras, así como el crecimiento en fondos de capital privado, esta clase de activo ha crecido de forma importante en México, así como que “hay oportunidades en ir creando sub-nichos de inversión que vayan atendiendo sectores que van a tener alto crecimiento, como infraestructura manufactura, consumo, desarrollo inmobiliario y obviamente la parte tecnológica.” Añade que “lo que va a pasar es una atomización de los CKDs ya que las afores buscarán diversificarse de una forma mas drástica del competidor, buscando fondos más pequeños y puntuales”.