Aguas Nuevas, de propiedad del conglomerado industrial japonés Marubeni Corporation, y la administradora general de fondos chilena Toesca Asset Management, comunicaron la adquisición en partes iguales de la totalidad de las acciones de la empresa sanitaria Aguas Chañar -controlada por el consorcio Icafal, Vecta e Hidrosan-, que presta sus servicios en la Región de Atacama desde el año 2003 bajo el modelo de operación de concesiones.
Aguas Chañar pasará a formar parte del Grupo Aguas Nuevas -que en adelante atenderá casi al 10% de los clientes a nivel país-, consolidándose como el tercer actor de la industria sanitaria chilena, a través de la firma adquirida y de sus filiales Aguas del Altiplano -regiones de Arica-Parinacota y de Tarapacá-, Aguas Araucanía -Región de La Araucanía- y Aguas Magallanes -Región de Magallanes-, que operan desde 2004.
Carlos Saieh, socio de Toesca Asset Management, destacó que “este hito es un nuevo logro para nuestro fondo de infraestructura y la segunda inversión que realizamos en el sector, luego de la compra del 49% de la ruta La Serena – Vallenar, lo que nos enorgullece. Para Toesca es un privilegio, además, asociarse para este proyecto con un operador exitoso y reputado del sector sanitario como es Aguas Nuevas junto con su controlador Marubeni Corporation”.
El gerente general de Aguas Nuevas, Salvador Villarino, sostuvo que “dentro de nuestros objetivos en Aguas Nuevas está crecer. Este paso, que va en esa dirección, nos enorgullece. El inicio de nuestra gestión en Aguas Chañar supone un desafío relevante, en el que vamos a ejecutar un plan de inversiones intensivo, junto con la experiencia de más de 13 años de Aguas Nuevas operando servicios sanitarios en los ambientes más exigentes del país”.
Y agregó, “ofrecemos trabajo duro y todo nuestro esfuerzo. Venimos a pedir a la comunidad de Atacama una oportunidad para realizar nuestra gestión. Estamos convencidos de que podemos hacer un aporte desde nuestra experiencia”.
Los próximos propietarios de Aguas Chañar anunciaron hoy un plan de inversiones de cerca de100 millones de dólares para los próximos cinco años, que se concentrará en mejoras de calidad del agua potable, lo que incluye rehabilitar y mejorar pozos de extracción de agua, para fortalecer el sistema de producción y suministro de agua de calidad, el que se robustecerá aún más con la entrada en operaciones de una nueva desaladora de agua de mar proyectada para 2020.
Adicionalmente, para asegurar agua potable en calidad y cantidad, la empresa ampliará y optimizará las plantas desaladoras de agua de río que posee en Copiapó. En tercer lugar, activará en las primeras semanas de operación un plan de reducción de pérdidas en las redes de agua potable, que ha demostrado ser exitoso en las demás filiales del grupo, adelantó Villarino.
Se estima que la toma de control tendrá lugar en un plazo de 45 días hábiles, una vez que la operación se encuentre ratificada por parte de las autoridades regulatorias pertinentes.