A&G Banca Privada trabaja desde hace 12 años en Luxemburgo y a día de hoy ya cuenta con una filial propia, registrada como la primera gestora AIFMD de un grupo español en el pequeño ducado.
En estos años, explica Sergio Navarro, director general de A&G Banca Privada, se han dado circunstancias que han impulsado mucho el negocio en Luxemburgo. Entre ellas cita la crisis de confianza de los inversores en el entorno español de los últimos años, que se acentúa ahora por los resultados electorales y la fragmentación política de las instituciones del país.
Los inversores han buscado estos años soluciones para gestionar dinero declarado – subraya- fuera de España debido a la regulación. “Banco de España hace una tarea enfocada a observar por la viabilidad y el mejor hacer de las entidades; la CNMV tiene una actividad encaminada a proteger a pequeños inversores; y el regulador tributario se dedica a recaudar. El problema es que la acción separada de estos tres reguladores no resulta, en su conjunción, en una buena solución para la gestión de patrimonios financieros”.
Luxemburgo es lo contrario: el 80% de su PIB está generado por esta industria y se dedica a enfocarse absolutamente en generar el mejor entorno y el más competitivo posible para los inversores. “La convergencia y la libre competencia dentro del ámbito de la Unión Europea es inevitable. Ya entonces pensábamos y hoy se demuestra que un inversor europeo podrá tener su dinero, utilizar cualquier vehículo y pedir su préstamo en cualquier país de la Unión Europea”, apunta Navarro.
Luxemburgo durante muchos años fundamentó su negocio en ser un paraíso fiscal, y esto justifica una mala reputación que todavía hoy tiene. De hecho, la opinión pública confunde lo que ha sido y lo que es hoy.
Sin embargo, cuenta el director general de A&G Banca Privada, hoy es un país de la Unión Europea que hace años salió de la lista de paraísos fiscales, que ha firmado todos los acuerdos de intercambio de información con los socios de la Unión, y que ha firmado también el protocolo de intercambio de información automática que entrará en vigor en el año 2017.
“Luxemburgo no sirve para evadir, para esconder o para ocultar; Luxemburgo sirve para buscar eficiencia. En España, las dos entidades más grandes en gestión de patrimonios, BBVA y Santander, durante los últimos dos años han decidido establecer en Luxemburgo todo su negocio de gestión de patrimonios, y es porque han entendido que es el mejor sitio para crear productos y distribuirlos en todo el mundo. Son entidades globales que necesitan una gran capacidad y que al final es mucho negocio y muchos de puestos de trabajo que tienen este posicionamiento estrictamente por estas ventajas regulatorias de las que estamos hablando”, afirma.
Para A&G el atractivo de Luxemburgo reside en su aspiración para ser administrador, auditor, abogado, contable y regulador, y de esta forma evitar cobrar un solo euro de impuestos a ningún ahorrador de ningún país del mundo.
“Hay que entender que un cliente no puede ir a ahorrar impuestos o a esconder nada. Al contrario, un ahorrador va a encontrar eficiencia, y esa eficiencia resulta en un importante negocio que debería hacernos pensar: ¿a lo mejor nos estamos perdiendo algo?”, concluye Navarro.