En 2016, A&G Banca Privada quiere seguir con sus planes de crecimiento. En el último año, la firma -con activos de 7.000 millones de euros- ha centrado sus esfuerzos en hacer crecer su equipo formado ya por 60 profesionales. Juan Espel, director general comercial de la firma, cree que el modelo de negocio donde no se fijan objetivos comerciales o de captación a sus banqueros es un modelo destinado a ganar.
¿Qué impacto tendrá la regulación sobre la remuneración de los banqueros?
Siempre será positivo el adaptarnos a las exigencias del regulador en esta materia puesto que buscan proteger al inversor. La clave es encontrar la forma de proteger al cliente evitando conflictos de intereses y a la vez vinculando al banquero a crecer con criterios cuantitativos y cualitativos.
¿Pueden sustituir las plataformas de Internet a una parte del negocio de la banca privada?
En nuestra opinión es fundamental la inversión constante en nuevos sistemas tecnológicos que faciliten el servicio al cliente pero en ningún caso se puede sustituir el factor humano. El banquero es el que mejor puede traducir las necesidades de un cliente.
¿Qué planes tiene la firma para este año?
Los clientes cada vez demandan más entidades que les ofrezcan un servicio independiente y seguimos trabajando en esa directriz. Para ello queremos seguir creciendo atrayendo banqueros que se quieran asociar a un grupo que cuenta con todas las herramientas necesarias para seguir ganando cuota de mercado.
¿Cómo afronta la banca sus próximos retos?
Todo parece indicar que seguirá habiendo movimientos bancarios y cada vez menos entidades en un mercado con mayores exigencias a las que adaptarse. En Banca Privada establecer una relación de independencia y transparencia con el cliente cada vez es más imprescindible y todos debemos adaptarnos.
¿Cuáles son las estrategias más demandadas ahora mismo en el mercado español?
En un mercado de Banca Privada en el que el cliente paga por un servicio, cada vez hay más exigencias y toda estrategia debe de estar basada en ofrecer un valor añadido visto desde la independencia y evitando conflictos de intereses. El cliente demanda que se gestione su patrimonio, no que se le venda un producto.
¿Habéis notado cautela entre vuestros clientes a raíz de la incertidumbre política en España?
Sí, hay cierta preocupación y esperamos que en unas semanas se termine de definir el rumbo del país.