Una cobertura eficaz de la cartera debe proporcionar protección en una amplia gama de escenarios de mercados bajistas, sin que la pérdida de valor sea tal que resulte difícil mantenerla durante las fases alcistas del mercado. Así conciben desde abrdn el fondo Global Risk Mitigation (GRM), un producto conservador y defensivo que comparan con el seguro de hogar, un imprescindible que todos debemos tener.
Stephen Coltman, gestor del fondo y miembro del equipo de Estrategias de Inversión Alternativa en abrdn, explica en diálogo con Funds Society cuál es su composición y las recetas para su convexidad con la renta variable.
¿Cómo funciona el fondo y por qué es una estrategia de cobertura frente a la renta variable de mercados desarrollados?
Si analizas la trayectoria del índice MSCI World en los últimos 20 años, si pudieras quitar el 5% de los peores rendimientos mensuales, te daría un track record espectacular. Eso demuestra la importancia de reducir esas pérdidas en esos momentos que son breves pero tienen un impacto muy profundo, y que justifican pagar un cierto coste por esta protección en los momentos de normalidad. Sin embargo, también es fundamental aprovechar el 5% de los mejores meses, por lo que hace falta proteger y al mismo tiempo participar lo máximo posible durante esos periodos de subida muy agresiva.
La estrategia GRM puede compararse a tener un seguro de hogar, un producto del que se espera un cierto nivel de coste durante los periodos normales, pero que gracias a su convexidad con la renta variable te da un beneficio fuerte, reduce las pérdidas de la cartera y te ayuda a conservar capital en momentos de crisis. Por tanto, cuando se recupera el mercado, puedes participar en la recuperación.
Entiendo entonces que lo recomendáis para toda la duración de la cartera, es decir no es un instrumento específico para ciertos contextos de mercado.
No, es algo que debería tener siempre un peso en la cartera, pero es muy importante periódicamente reequilibrar ese peso. Porque lo que ocurre, al tener una correlación negativa a la cartera, es que por ejemplo cuando hay una caída en el mercado como el año pasado, si empiezas con una cartera de un 80% de renta variable y un 20% de GRM, y en junio el mercado ha caído un 20% y el GRM ha subido un 10%, ahora tienes una cartera que es un 73% renta variable y un 27% GRM. En ese momento tiene sentido sacar el 7% extra del GRM y volver a invertirlo en renta variable para restablecer el 80-20. Si al contrario ha subido la bolsa y caído el porcentaje de GRM, también es recomendable estabilizar el peso objetivo inicial, que en cada caso depende del perfil del inversor.
La estrategia suele tener de día a día una beta al mercado de aproximadamente -0,6. Eso puede dar al inversor la idea de lo que va a suponer su incorporación a la cartera y por tanto qué porcentaje desean poner. A largo plazo te da una rentabilidad muy parecida pero con menos volatilidad y menos riesgo.
En este gráfico se compara el índice MSCI World con GRM y cómo funciona una estrategia mixta, que ofrece un rendimiento más estable y de mejor calidad. Por ejemplo, durante la crisis de COVID, incluyendo el fondo GRM se recuperaron las pérdidas en unos pocos meses.
¿Cómo se construye la cartera del fondo?
La convexidad es lo fundamental, porque quieres que tenga el efecto máximo en el momento de máximo estrés del mercado. Cuanto más fuerte la bajada, más fuerte la reacción de GRM. Lo dividimos en cuatro categorías: primero tenemos lo que llamamos “First Risk Strategies”, que son estrategias que tienen correlación negativa a la renta variable y reaccionan incluso con una caída pequeña en el mercado pero tienen un carry negativo, es decir que si no pasa nada, tienen un coste que vas pagando, igual que cuando compras una opción ATM (At The Money), no sucede nada y pierdes la prima.
Después tenemos “Tail Risk”, que son estrategias que no hacen nada en la primera fase de la caída si es pequeña, pero si es más grande y más fuerte, pueden contribuir a generar beneficios en la cartera. Se puede considerar como una opción OTM (Out of the Money), es decir que tiene que haber una cierta caída para que empiece a funcionar la opción.
También incluimos estrategias de seguimiento de tendencias, que por ejemplo funcionaron bien el año pasado. Van bien cuando se produce una caída más lenta y persistente.
Finalmente tenemos lo que llamamos “factores defensivos”, que son estrategias sistemáticas con un rendimiento positivo a medio y a largo plazo, pero que tienen una correlación muy baja con la renta variable. Es decir que tienen un rendimiento positivo, pero cuando cae la bolsa no empiezan a perder dinero, sino que tienen sus propios factores de riesgo independientes. El objetivo es que los rendimientos que aportan a través del tiempo ayuden a financiar los costes de la protección que estás aplicando en momentos de mercados normales gracias a su carry positivo.
¿Cómo actúan estos cuatro bloques?
Siempre tenemos los cuatro en la cartera, pero qué estrategias tienen más impacto depende del tipo de mercado. No intentamos anticipar qué tipo de mercado vamos a encontrar, sino que construimos una cartera preparada para varios escenarios diferentes y siempre mantenemos esa diversificación. En el mercado normal, los factores defensivos están ahí contribuyendo a la cartera. Si de repente hay un choque en el mercado, los “First Risks” empiezan a contribuir con beneficios, y si el mercado sigue cayendo y hay una tendencia bajista, se incorporan los que siguen tendencias. Si se convierte en una caída muy grande y una crisis muy grave, tienes a los tres contribuyendo. La convexidad que proporciona combinada con una estrategia de renta variable permite beneficiarse en los periodos buenos pero reducir las pérdidas grandes en los momentos de crisis.
Aunque la estrategia se remonta a 2019, desde el año pasado existe como fondo UCITS registrado como abrdn SICAV II – Global Risk Mitigation Fund, con un volumen de activos bajo gestión de algo más de 200 millones de dólares.
¿Cuál es vuestra visión para la segunda mitad del año? ¿Seguiremos con esta volatilidad?
La visión de mercado y la decisión de cuándo proteger más depende del inversor. GRM es una herramienta que permite a los inversores expresar sus opiniones. Pero dicho esto, típicamente estamos ya tarde en el ciclo económico, en un momento en el que los bancos centrales empiezan a subir los tipos y la economía empieza a ralentizarse. Históricamente no es un muy buen momento para la renta variable, porque cuando los bancos centrales empiezan a recortar los tipos de interés es típicamente porque hay una recesión, y los beneficios de las empresas caen. Pero no ajustamos la cartera en base a esto, sino que, como dije al principio, en nuestras carteras nosotros recomendamos tener un peso objetivo de protección que esté ahí todo el tiempo en vez de intentar prever un momento exacto para usarlo, y para eso está diseñado.