La inversión sostenible suele malinterpretarse. Según AllianceBernstein, muchos inversores piensan que una agenda sostenible limita a las carteras a una parte estrecha del mercado, pero, de hecho, muchos activos pueden ayudar a los inversores a generar beneficios sociales mientras obtienen retornos sólidos (si se sabe cómo encontrarlos).
“La sabiduría convencional sugiere que la creación de una cartera de renta variable sostenible es un ejercicio restrictivo, que consiste en descartar acciones y pescar en una parte condensada del mercado de renta variable”. Pero la investigación de la gestora muestra lo contrario: muchas empresas en una amplia gama de industrias y países están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
En un análisis reciente, revela que halló empresas con al menos 1.000 millones de dólares en capitalización de mercado que obtienen una parte de sus ingresos de la venta de productos y servicios en línea con los ODS. “Identificar e investigar a estas empresas nos permite comprender mejor las implicaciones de la inversión sostenible, informar del rendimiento de la cartera y del índice de referencia y su alineación con los ODS, al tiempo que disipa algunas percepciones erróneas comunes sobre la inversión sostenible”, asegura.
El potencial de diversificación es mayor
Entre las empresas que AllianceBernstein encuestó en todo el mundo, 1.408 están alineadas con los ODS y 976 de ellas se incluyen en el MSCI ACWI. Juntas, representan el 51% de la capitalización de mercado del índice de referencia. “Estas empresas existen en todos los sectores y geografías, lo que significa que hay muchas oportunidades para construir carteras globales o regionales bien diversificadas utilizando una visión sostenible”.
Por ejemplo, hay 418 empresas estadounidenses alineadas con los ODS, 197 de ellas en el S&P 500, representando el 56% del peso del índice de referencia.
Muchos clientes asumen también que deben sacrificar retornos financieros para invertir de manera sostenible, pero la gestora discrepa. La inversión sostenible no consiste en excluir pasivamente algunas industrias de una cartera, sino que apuesta por un enfoque activo: los valores se seleccionan dentro de un gran universo de empresas con características fundamentales atractivas y potentes motores seculares.
Además, la inversión sostenible integral implica considerar variables ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) adicionales, que pueden ayudar a reducir el riesgo. “Por ende, a simple vista, creemos que no hay razón para esperar que, con el tiempo, este grupo de empresas tenga un rendimiento inferior a las estrategias no sostenibles”, asevera la gestora.
Cuidado con la inclinación
Aun así, las carteras de inversión sostenible tienden a inclinarse hacia determinadas industrias, países y factores. La investigación de AllianceBernstein muestra que esas estrategias pueden estar más expuestas a factores de crecimiento de calidad, como la rentabilidad y la calidad de los ingresos.
“Al mismo tiempo, es probable que estén subexpuestas al valor (bajo coste), al apalancamiento del balance y a la ciclicidad”, añade. Por sectores, se inclinan hacia la tecnología y la sanidad, y se alejan de las finanzas y los materiales básicos.
A la hora de evaluar una cartera de renta variable sostenible, la entidad recomienda comprobar que el gestor recurra activamente a un amplio universo de empresas alineadas con los ODS y no solo a los “sospechosos habituales” de ASG.
Por último, insta a asegurarse de que la construcción de la cartera tenga en cuenta el factor de potencialidad y las inclinaciones del sector, y cómo pueden influir en el patrón de retornos.