Cuando el crecimiento macroeconómico se ralentiza, los inversores se ponen nerviosos. Pero la economía no es el único factor que impulsa el crecimiento de ingresos y ganancias para las empresas. Algunas industrias están bien posicionadas para expandirse a un ritmo rápido incluso si el crecimiento del PIB es moderado o se desacelera, destaca AllianceBernstein en un artículo.
La economía global está creciendo, pero no demasiado rápido. En Estados Unidos, se pronostica que el crecimiento del PIB avanzará un 2% en 2019, seguido por la zona euro con un 1,2% y Japón con un 0,6%. “No es de sorprender que los inversores estén preocupados”, apunta.
En este contexto, la gestora hace hincapié en que algunas industrias no están realmente vinculadas al ciclo económico y “se están beneficiando de la innovación tecnológica, los cambios en las preferencias del consumidor o las tendencias a largo plazo”.
En todo el mundo, las personas están utilizando menos efectivo y se están trasladando cada vez más hacia los pagos electrónicos. La cantidad de dispositivos conectados a Internet es enorme: los datos de salud digital y el tráfico de datos móviles están proliferando a tasas anuales de 36% y 46%, respectivamente.
“Por supuesto, incluso en una industria de rápido crecimiento, los inversores siempre deben prestar mucha atención al modelo comercial de una empresa, sus fuentes de ingresos y sus dinámicas de beneficios”, admite AllianceBernstein.
Aun así, considera que las empresas que operan en estos sectores cuentan con una clara ventaja en un entorno macroeconómico moderado. Hoy en día, es difícil lograr el crecimiento, “pero puede ser muy gratificante para los inversores que saben dónde encontrarlo”.