Las tensiones comerciales, la geopolítica y la fase madura del ciclo económico: los inversores tienen multitud de motivos para buscar un refugio que les proteja frente a la volatilidad. Sin embargo, las opiniones acerca de cómo construir este refugio son muy diversas.
Kent Hargis y Sammy Suzuki, co-CIOs de Strategic Core Equities en AllianceBernstein, explican en esta entrevista por qué la combinación de un análisis fundamental y uno cuantitativo es la herramienta más potente para ofrecer a los inversores un refugio sin sacrificar la rentabilidad.
¿Por qué los inversores deberían pensar en estrategias de baja volatilidad precisamente ahora?
Sammy Suzuki: No es un secreto que nos encontremos en una fase avanzada del ciclo y que las caídas llegarán en algún momento. Una estrategia que proporcione protección frente a caídas y que también supere al mercado es un incentivo potente para mantener las inversiones cuando llegue ese momento. Pretendemos capturar el 90% de la rentabilidad cuando los mercados suben y solo un 70% de las pérdidas cuando bajan.
Algunos dirían que la forma más sencilla de construir una cartera de baja volatilidad consiste en invertir en acciones de baja beta. ¿Es la mejor manera?
SS: Un enfoque puramente cuantitativo que invierte en acciones de baja beta también es bastante sensible a los tipos de interés. Cuando los tipos corren el riesgo de subir, como ha sucedido en los dos últimos años, las estrategias de baja beta pueden sufrir una caída vertiginosa cuando se supone que protegen a los inversores. Esto fue así tanto en febrero de 2018 como en otoño de 2016.
Evitamos ese riesgo utilizando un análisis cuantitativo y fundamental para encontrar empresas estables y de calidad, con valoraciones atractivas y modelos de negocio que generan ingresos constantes.
Además de evitar una sobreexposición a las subidas de tipos, ¿cuáles son las ventajas de un enfoque que combina el análisis cuantitativo y fundamental?
Kent Hargis: Ambos enfoques son sólidos de manera individual, pero los puntos fuertes de cada uno de ellos compensan las limitaciones del otro. El análisis cuantitativo es fantástico cuando se dispone de mucha información y un historial prolongado. No es tan positivo cuando se observa una situación por primera vez. El análisis fundamental permite estudiar más profundamente una empresa o industria, pero es más difícil de valorar a escala. Utilizar solo un método sería como tener una mano atada a la espalda.
SS: Exacto. El análisis cuantitativo es menos propenso a los altibajos emocionales y los sesgos predecibles del juicio humano. Pero una estrategia puramente cuantitativa se basa en el pasado para predecir el futuro. Los responsables del análisis fundamental disponen de mucha información que trata de predecir las empresas que serán estables y rentables a largo plazo; no siempre encaja bien en una hoja de cálculo.
El otro problema de las estrategias puramente cuantitativas es que los conjuntos de datos históricos pueden presentar un sesgo. Los tipos de interés de EE.UU. llevan cayendo 30 años, por ejemplo. Si uno basa sus decisiones exclusivamente en los datos de ese periodo, está pasando por alto información crítica sobre cómo actúan los mercados y las acciones individuales en entornos de subidas de tipos.
¿Pueden poner algún ejemplo de cómo el análisis fundamental contribuye a su selección de valores en el entorno de mercado actual?
SS: Los modelos cuantitativos podrían decir que Campbell’s, el fabricante de sopas, es una empresa rentable y muy barata. Sin embargo, nuestro análisis fundamental dice que las preferencias de los consumidores están experimentando un giro radical hacia los productos naturales y orgánicos. Es muy difícil que Campbell’s cambie de táctica.
KH: A los modelos cuantitativos también les resulta muy difícil lidiar con la disrupción. Se centran en la historia, pero no existen precedentes reales de la disrupción de Amazon en los sectores de medios de comunicación y distribución. Parece que la combinación del análisis cuantitativo con el fundamental puede resultar útil para muchas estrategias de inversión.
¿Por qué resulta útil para una cartera de baja volatilidad en particular?
KH: Es un concepto generalizado que las estrategias cuantitativas son mejores para gestionar el riesgo porque ofrecen una perspectiva cuando el sentimiento del mercado cambia de repente o cuando las emociones dominan durante periodos de tensión. Muchas personas creen que el análisis cualitativo es más adecuado para generar rentabilidades abultadas.
Ese es el motivo por el que las estrategias de baja volatilidad suelen tener una naturaleza más cuantitativa y las que intentan superar al mercado se inclinan más por el análisis fundamental. Sin embargo, nosotros tratamos de ofrecer protección frente a caídas y superar al mercado al mismo tiempo.
¿Las valoraciones actuales hacen que resulte más difícil encontrar empresas estables y de calidad a precios atractivos?
KH: Sí, las empresas de calidad pueden estar muy solicitadas, lo que a su vez crea un riesgo de valoración. En nuestra opinión, eso fue lo que ocurrió realmente en septiembre de 2018, tras un repunte de varios años de la calidad y el crecimiento.