Abante, que completó en junio la integración del 100% de Dux Inversores, mantendrá la marca para desarrollar el negocio de la firma de plataforma para asesores financieros y gestores. Su objetivo será ayudar a este perfil de profesionales a impulsar sus propios proyectos, dando soporte administrativo y regulatorio en un contexto cada vez más exigente.
La plataforma, en la actualidad, cuenta con activos por 500 millones de euros y en Abante son conscientes de que es un proyecto «de varios miles de euros», de tal manera, que esperan que a tres años vista -para 2028- se alcancen los 5.000 millones de euros.
“La escala te da ventajas en el entorno actual y creemos que la plataforma de Dux es una alternativa para entidades de tamaño pequeño y mediano que ya existen y quieren mantener la independencia, así como para proyecto nuevos”, comentó Santiago Satrústegui, presidente de Abante. Se trata de un nuevo paso en la estrategia de crecimiento de la firma, que en junio formalizó la compra Welzia, la cuarta entidad que integra desde que firmó la alianza estratégica con Mapfre en 2019.
Tras las integraciones, Abante gestiona 9.000 millones de euros, una cifra que asciende a 13.000 millones de euros sumando el patrimonio asesorado, y presta servicio a más de 13.000 clientes. Esto supone haber más que triplicado el tamaño en seis años.
Abante tiene previsto doblar el patrimonio gestionado en los próximos cinco años, con un modelo de negocio que pone el foco en el asesoramiento financiero y patrimonial global a personas, grupos familiares y empresas.
Este crecimiento se realizará, sobre todo, de forma orgánica, aunque no es descartable operaciones de pequeño tamaño -unos 200 o 300 millones de euros- que no suponen grandes problemas para Abante a la hora de ser integradas en el grupo. Unas cifras más modestas que las operaciones realizadas hasta la fecha, puesto que la adquisición de menor tamaño hasta la fecha había sido de 600 millones. Las operaciones de gran calado, por ahora, no están en el horizonte.
El presidente de Abante explicó que “siendo este crecimiento muy destacable, lo más importante es lo cualitativo, el valor añadido que somos capaz de prestar a los clientes”. En este sentido, y respecto al desarrollo del negocio de Abante en los últimos años, Satrústegui destacó «el impulso que ha supuesto el crecimiento en los servicios patrimoniales globales a clientes, gracias a la mejora y ampliación de los servicios especializados» que presta la firma, en especial los servicios de asesoramiento inmobiliario, asesoramiento corporativo, servicios a family offices y en el área de inversiones alternativas, «dentro de un modelo de negocio en el que se trabaja como una única compañía y sin conflictos de interés».
Apuesta por la inteligencia artificial
Y con la vista puesta en el futuro, Abante, que lleva varios años invirtiendo en tecnología, está realizando una apuesta clara por la inteligencia artificial como palanca de crecimiento para los próximos años. La firma de asesoramiento financiero y gestión de patrimonios ha desarrollado en los últimos meses planes de formación para empleados y está comenzando a implementar casos de uso en distintos procesos internos. “La tecnología nos ha permitido ganar más eficiencia y con la inteligencia artificial, que tenemos clarísimo que es una gran disrupción, creemos que hay que hacer una apuesta clara para mejorar los procesos y poder dedicar más tiempo de calidad a los clientes”, explicó Satrústegui.
En este sentido, el directivo admitió que este año han realizado menos contrataciones, con el fin de calibrar la eficiencia de la aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito del asesoramiento. Eso sí, no descarta que en un futuro la firma vuelva a un mayor ritmo de reclutamiento de nuevo talento.
Aniversario en Aragón
Por otra parte, Abante celebra su décimo aniversario en Aragón y continúa con su plan estratégico para seguir creciendo y consolidando su modelo de negocio en la zona. La oficina de Abante en Aragón tiene un patrimonio gestionado y asesorado de más de 200 millones de euros de sus clientes, que son tanto inversores particulares como familias empresarias, grupos familiares e instituciones que necesitan una propuesta de asesoramiento global, especializada y a la medida.
Una de las áreas de mayor crecimiento de estos últimos años en Aragón ha sido la relacionada con las empresas y grupos familiares, a las que la entidad asesora y acompaña de una forma coordinada con los distintos equipos de especialistas para ayudarlas en el ámbito del patrimonio, la familia y la empresa.
Álvaro Lana, director de Abante en Aragón, explica que “la buena evolución y el crecimiento que hemos tenido en estos diez años ha sido posible por el asesoramiento diferencial que damos a nuestros clientes. En Abante siempre hemos trabajado como una única compañía, de forma independiente y con una estructura de partnership en la que la mayoría del capital pertenece a los socios ejecutivos que tienen dedicación exclusiva porque creemos que es lo que realmente garantiza el compromiso y la alineación en el largo plazo con los intereses de nuestros clientes”.