Llevamos muchos años, en concreto desde 2008, temiendo la llegada de “un nuevo Lehman”. Un temor que para el conservador inversor español se traduce en aumento de la liquidez y aversión al riesgo. Como explica Santiago Satrústegui, presidente de Abante, “una cosa es el tipo de riesgo al que normalmente se enfrenta el inversor y que se llama volatilidad y otro es el que depende de que vaya a suceder algo apocalíptico y vaya a perder todo su patrimonio”.
Un riesgo, quizá, desproporcionado, pero que está provocando que muchos inversores estén fuera del mercado pagando un coste de oportunidad muy elevado. “Eso, con los tipos de interés actuales no interesa. Han dejado de obtener un 5% de rentabilidad anual en los últimos tres años por ese miedo irracional a perderlo todo”.
Recelosos de los fondos garantizados, Abante se ha unido a Morgan Stanley para el lanzamiento de un fondo mixto que recoge las mejores ideas de inversión de sus fondos de autor (José Ramón, Iturriaga, Josep Prats y Alberto Espelosín) y añade una protección diaria del 80% del valor liquidativo del fondo. Es decir, nuestro capital inicial estaría a salvo siempre que el fondo suba. Satrústegi lo resume con una frase de una canción de Sabina: “Que ser valiente no salga tan caro, y ser cobarde no merezca la pena”.
Se trata de un fondo mixto con una exposición del 50% a renta variable europea y un 45% a renta fija que se invertirá a través de ETFs (fondos cotizados representativos de índices de mercado).
En opinión de Satrústegi, la principal novedad es que la protección es dinámica, es decir, va moviéndose en función de su comportamiento y el inversor va consolidando niveles superiores de beneficios, “siempre que el fondo no caiga más del 20% de su valor liquidativo máximo”, o lo que es lo mismo, que suceda ese “nuevo Lehman”.
El fondo Abante 80% protección creciente es un fondo UCITS registrado en Irlanda y en España a efectos de su comercialización que, según la firma, no tiene nada que ver con un fondo garantizado. “Hay que cubrirse de otra manera, un fondo garantizado lo único que te está garantizado es la ruina” afirma Satrústegi.
Con una comisión de gestión y depósito del 1,6%, el producto “está muy bien para el inversor que sabe que tienen que dar un paso adelante en la asunción del riesgo, pero le da miedo hacerlo”, concluye. Su objetivo de rentabilidad, con ese colchón de seguridad que ofrece la protección de Morgan Stanley, supera el 4%