Hace 15 años, en 1999, Robeco descubría que sus técnicas cuantitativas de selección de activos, de efectividad probada en mercados desarrollados, servían también para alcanzar retornos superiores en los mercados emergentes. Pero, ¿cuál es el secreto del éxito?
Desde sus inicios, el modelo ha estado basado en dos pilares: valoración y sentimiento. Si lo comparamos con su forma actual, la estructura general original ha permanecido prácticamente sin cambios. El objetivo es encontrar el equilibrio entre los factores de valor y sentimiento, con la firme creencia de que un modelo diversificado y balanceado superará en el tiempo a aquellos basados en un solo factor, ya que ambos por separado experimentan periodos de rentabilidad pobre. El resultado final de esta técnica es un ranking de valores del más a menos atractivo.
Durante los últimos 15 años, la gestora ha estado continuamente investigando la manera de mejorar el modelo. La novedad más importante ha sido la integración de la gestión del riesgo en el origen del proceso de inversión, lo que supone aplicar controles de riesgo sofisticados en la definición de las variables. Esto permite obtener mejores retornos ajustados por riesgo con contribuciones de riesgo más estables de cada factor en el tiempo.
De cara al futuro, Robeco se muestra comprometido con el objetivo de seguir innovando. Sus próximo pasos pasan por reducir los costes de transacción, la integración ASG, evitar riesgos sin recompensa y tener una mejor comprensión del comportamiento de los inversores que está impulsando las primas de los factores.