No es realista pensar que tras el Brexit la industria de servicios financieros seguirá funcionando dentro de la normalidad del “business as usual”, pero es posible que su impacto inicial y en el largo plazo no sea tan crudo como se pensó en un primer momento. Según apunta el equipo de Global Markets Research de Nomura, el peor escenario del “primer día” del Brexit supondría la movilización de unos 10.000 puestos de trabajo, con la posibilidad de que sea un número menor si se alcanza un acuerdo de transición al principio del proceso.
Esto podría reducir a la mitad el tamaño de la desinversión que Nomura estimó a principios de 2017 -de los 25.000 millones de libras a los 12.000 millones- y podría esparcirse entre varios trimestres. Sin embargo, el impacto del Brexit a largo plazo es más difícil de cuantificar, con los informes académicos sugiriendo cualquier cifra entre un -10% y un 4% del GDP, dependiendo del autor. Típicamente es estimado entorno a los 75.000 empleados, pero unos estimados más recientes se sitúan entorno a los 35.000 o los 40.000.
Los datos publicados recientemente por la Autoridad Bancaria Europea sugieren que 27 bancos de la Unión Europea han reducido su exposición a Reino Unido, mientras que, el Banco de Pagos Internacionales y el Banco Central Europeo presentan dudas sobre la validez de esos datos. De producirse un adecuado progreso en las negociaciones, el riesgo significativo de traslado de puestos de trabajo y de salidas de flujo durante el primer trimestre de 2019 se reducen, mejorando las perspectivas de la libra esterlina.
¿Cómo llega Nomura a la cifra del traslado inmediato de 10.000 empleados?
La esperanza de que se mantenga el “pasaporte” para los servicios financieros es próxima a cero, el objetivo del gobierno británico de un Brexit “duro” es muy claro, pero los bancos siguen sin anunciar sus planes de contingencia.
Desde que realizaran un primer informe a principios de año, en Nomura han examinado un gran número de informes elaborados por la prensa sobre la probabilidad de que haya un movimiento entre el número de puestos de trabajo en las instituciones financieras. Basándose en una muestra de 14 instituciones que han indicado cuantos puestos de trabajo serán desplazados por causa del Brexit, el total de empleados llega a una cifra de 10.000, representando el 12% de la muestra. Pero, dado que unos 6.000 puestos de trabajo proceden de tres compañías (JP Morgan, Goldman Sachs y Deutsche Bank), en Nomura esperan que el total sea una sobreestimación, conforme estos números han sido reducidos conforme ha pasado el tiempo. Excluyendo a las tres firmas mencionadas sólo un 7,5% de los trabajos se ven afectados, con bancos como Bank of New York Mellon afirmando que no más de 30 puestos de trabajo necesitarían ser trasladados ya que han establecido la licencia de banca requerida por la Unión Europea.
Otras encuestas más amplias están de acuerdo con la marca de los 10.000 empleados
El Banco de Inglaterra solicitó a las firmas que hicieran públicos los planes de contingencia que tuvieran en marcha por motivos de estabilidad financiera, mientras que Reuters, unos meses más tarde, realizó una encuesta similar para sus propios propósitos. Aunque los motivos de ambas encuestas diferían, los resultados coincidían, con un estimado de 10.000 empleos trasladados en la primera ola del Brexit (Reuters encuestó a 55 bancos y el Banco de Inglaterra a 400 firmas). Pero como indicó Sam Woods, responsable de la autoridad regulatoria del Banco de Inglaterra (PRA), el impacto de esta primera fase en el empleo puede ser relativamente modesta, en cualquier caso, el movimiento de unos 10.000 puestos de trabajo es un número en la que la mayoría de informes realizados por la prensa tienden a coincidir por ahora como un impacto inicial.
¿Por qué estos números tienden a diferir ampliamente entre los bancos?
Se estima que un quinto de los ingresos de la banca mayorista y de la banca de inversión están ligados al “pasaporte” requerido por la Unión Europea (Open Europe). Sin embargo, las diferencias entre el personal a trasladar por cada firma dependen de varios factores. Uno de los principales determinantes es cómo se están estableciendo los servicios financieros entre sucursales y subsidiarias en tanto en Reino Unido como en el grupo de los 27 de la Unión Europea. Se espera que los proveedores de servicios financieros que persigan su actividad empresarial a través de sucursales se vean más afectados por el Brexit que aquellos que actúan a través de subsidiarias, que ya han adquirido en la actualidad sus derechos de pasaporte. Según la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), existen unas 13.484 firmas que están utilizando el pasaporte europeo dentro y fuera de Reino Unido. Siendo unas 8.008 firmas dentro de Reino Unido del área de la Unión Económica Europea, frente a 5.476 firmas de fuera del Reino Unido hacia el área de la Unión Económica Europea. El 36% del grueso de la banca de la Unión Europea se basa en sucursales bancarias (que se apoyan en el pasaporte europeo de la sucursal principal), frente a un 64% de las sucursales (con una licencia relevante), por lo que no es una tarea fácil si se es parte del 36%.
Por otro lado, un 69% de la banca transfronteriza en el Reino Unido por parte de los bancos europeos se realiza a través de sus sucursales en el Reino Unido. Si los derechos de pasaporte ya no aplican, esto significará que los bancos europeos deberán solicitar una licencia en el Reino Unido, así como a las empresas británicas deberán solicitar una licencia en el área de la Unión Económica Europea.