Los tipos de interés están en niveles históricamente bajos y las rentabilidades de los bonos también, hasta el punto de que puede pensarse que ya no hay margen para mayores reducciones. Pero Harald Preissler, responsable de inversiones, economista jefe y responsable de Gestión de la gestora suiza Bantleon, no lo cree así: considera que las bajas rentabilidades en el activo se mantendrán un tiempo –“se mantendrán bajas durante los próximos cinco años, y no subirán demasiado”, explica en esta entrevista con Funds Society- y defiende que aún puede haber margen para mayores reducciones en los próximos meses.
“Con la contracción económica en Europa, podríamos ver en 2015 rentabilidades aún por debajo de las actuales”, afirma, aunque reconoce que el margen no es grande. Preissler explica que no necesitan que los bonos vuelvan a tener altas rentabilidades ni que sufran una fuerte volatilidad para generar retornos en las carteras sino que son capaces de generar alfa si las rentabilidades se mueven en el entorno del 1%-2%.
Su gestión se basa fundamentalmente en analizar el ciclo económico: así, en periodos de mayor fortaleza, apuestan por high yield, crédito, deuda emergente o convertibles pero si la situación empeora, como ha ocurrido este año, vuelven a ganar exposición a deuda pública, que ahora supone gran parte de las carteras de los fondos Bantleon Opportunities. Actualmente, sobrepondera la deuda pública alemana aunque reconoce que, si la situación mejora en 2015, como esperan, apostará más fuerte por el crédito y por deuda high yield. Esas estrategias, que pueden invertir en renta fija europea, actualmente evitan la deuda periférica porque quieren tener activos con alta liquidez –aunque sí tiene este activo en otras carteras-.
Para obtener rentabilidad, cuenta con dos fuentes: la gestión de la duración y la incorporación o no de renta variable. En cuanto a la duración ahora se sitúa en unos cuatro años (la estrategia conservadora de los fondos Opportunities puede oscilar entre 0 y 7 y la agresiva entre 0 y 9). “Estamos largos en duración si vemos que el panorama se complica, para beneficiarnos del trasvase del capital desde activos de riesgo a activos más seguros”; y si la situación cambia, hacen lo contrario.
La debilidad económica del entorno no solo explica su apuesta por la deuda pública alemana sino también su falta actual de exposición a la renta variable en unas estrategias flexibles que así lo permiten. “Los datos económicos son débiles y los datos técnicos nos indican cautela, así que preferimos estar fuera del mercado bursátil”, explica, aunque si la situación se estabiliza volverán a invertir. Los fondos incorporan de manera binaria este activo a través de futuros del DAX (es decir o están invertidos, o no están invertidos): para la estrategia conservadora o bien tienen el 0% o bien el 20% y para la agresiva, o nada o el 40%.
Esta combinación se explica por el deseo de contar en cartera, al menos, con una fuente de alfa. “Cuando la situación mejora y las rentabilidades de la renta fija suben no habría fuente de alfa en caso de estar expuestos solo a bonos, a menos que se opte por estar negativos en duración, algo más complicado desde el punto de vista técnico que la exposición a bolsa. En ese caso, la bolsa ofrece una fuente de alfa”.
¿QE a finales de 2015?
Preissler vislumbra un panorama económico difícil para Europa, con un crecimiento en descenso pero sin recesión, aunque cree que el año próximo la situación mejorará, con la ayuda de un euro más débil. Sin embargo, de no recuperarse la economía, considera que el BCE podría actuar con un verdadero QE. De momento, basta con un QE en el mercado privado que Alemania querría frenar ahí pero, de empeorar las cosas, las compras de deuda pública llegarán al final del año próximo o principios de 2016. “Al final, Draghi no tiene otra forma de mejorar las cosas que comprando deuda pública, no hay mucho más que pueda hacer si llega otro periodo de debilidad económica”, afirma.
Los bancos europeos no ayudarán a la recuperación porque, en su opinión, no hay demanda de crédito y las empresas tienen cash para acometer sus inversiones fuera de Europa; por eso, los test de estrés aprobados no suponen un cambio en la situación.
Al otro lado del Atlántico, la Fed podría empezar a subir tipos en el segundo trimestre del próximo año y en la gestora están posicionados para ese movimiento, aunque descartan subidas bruscas que puedan poner en peligro una recuperación que aún no tiene fortaleza, y teniendo en cuenta la sensibilidad del sector inmobiliario a esas subidas. “EE.UU. no puede permitírselo”, afirma.
Oportunidades en bolsa emergente
Además de en deuda pública europea para los fondos Bantleon Opportunities, el gestor considera que hay valor en otros activos de renta fija. En su fondo multiactivos Bantleon Family and Friends tiene, con una duración también de cuatro años en los activos de deuda, posiciones en crédito, si bien ha recortado algo en high yield. También en deuda pública europea, pero esta vez periférica -incluida la española-, posiciones que construyó a principios de 2012 y que aún sobrepondera.
El 15% está en renta variable, algo en EE.UU. pero sobre todo de países emergentes, que sobrepondera, pues considera que la debilidad del año pasado como consecuencia del fin del QE en EE.UU. se ha desvanecido y la situación mejorará. También tiene un 7% en oro como cobertura ante potenciales situaciones de crisis.
Bantleon gestiona más de 10.000 millones de euros. Capital Strategies Partners, firma especializada en intermediación de fondos de inversión, representa a Bantleon en Latinoamérica y España.