Andy Rothman, estratega de inversión y autor del blog Sinology que publica Matthews Asia, incidía recientemente en el marco de una conferencia para inversores que organizó la firma en San Francisco, en los principales errores de concepto que suele tener el inversionista occidental sobre el gigante asiático.
El papel de la empresa privada en China: En 1984, los únicos “empresarios” privados que había en el país eran los granjeros que vendían sus productos al borde de las carreteras. Hoy, más del 80% de los empleos son privados, el 70% de la inversión es privada, y el 100% de la creación nueva de empleo es privada. De hecho, actualmente el motor de la economía es privado y, según apunta Rothman, las políticas públicas también terminarán siéndolo.
China no es un país exportador: en contra de lo que la mayoría cree, en la actualidad las exportaciones netas de China son incluso negativas. La economía china está liderada por el consumo privado y la inversión, no por las exportaciones. De hecho, China es ya la historia de consumo más potente del mundo, con un crecimiento del 9,1% del consumo privado, alimentado por el crecimiento de la renta disponible tanto de las familias más ricas, pero también de las más pobres.
Papel de la “burbuja” inmobiliaria: en términos generales durante los últimos años la vivienda ha subido, pero lo ha hecho a un ritmo menor que la renta disponible urbana. Por tanto, Rothman afirma que es cuestionable que se haya formado una burbuja. Sin embargo no hay duda de que el mercado se ha tranquilizado, y las ventas de viviendas nuevas son menores y los precios han dejado de crecer, pero no hay colapso porque no hay endeudamiento masivo ni tampoco mercado de ABSs que multiplique el riesgo de desplome.
Shadow Banking: existen muchos riesgos en el sector financiero chino, pero no son los mismos que ha sufrido occidente. Fundamentalmente el problema está en que el partido es dueño de prácticamente todos los bancos en China, por lo que su transparencia es cuestionable pero el shadow banking no es el problema, según recalca Rothman.
Para concluir su ponencia, Rothman se hacía la siguiente pregunta. ¿Por qué invertir en China, ahora que el crecimiento se ralentiza? El estratega recomienda que pongamos este crecimiento en contexto. En 2003 la economía crecía un 10%, mientras ahora crece en torno al 7,5%, pero el PIB actual es tres veces mayor al de 2003 por lo que en términos absolutos, la economía crece cada año ahora mucho más que cuando lo hacía al 10%.
Para Rothman, el principal problema de China a 10-20 años vista es la falta de confianza en el partido comunista y en las instituciones públicas. Cuando se produzca una situación de descontento generalizado -por una recesión económica, que en el futuro lejano llegará-, podría haber una situación de revolución social si las instituciones no se han reinventado para ese momento. Sin embargo, para el horizonte razonable de un inversor a largo plazo, el riesgo de que esta revolución social se produzca en la próxima década es muy bajo.
Antes de unirse a Matthews Asia, en marzo de 2014, Andy Rothman ha trabajado más de 14 años como estratega macroeconómico en CLSA, Shanghai. Con más de 20 de años de experiencia viviendo y trabajando en China, tiempo en el que también se desempeñó como diplomático para Estados Unidos, aporta un extenso conocimiento y experiencia a la firma.
Rothman trabaja en estrecha colaboración con el equipo de Inversión de Matthews Asia, desarrollando estudios sobre China, que se utilizan para ayudar a componer los pensamientos sobre la forma en que China debe ser visto como país, a nivel regional y global.