La clave, como demuestra la historia, es que los mercados odian la incertidumbre y tienden a sentarse a esperar a que la escaramuza política amaine con la menor exposición posible. Y cuanto menos clara es la visión de futuro, más nerviosos se ponen los traders. Estas conclusiones de los expertos de Investec pueden aplicarse al mercado de renta fija como al de renta variable o al petróleo, pero el análisis de esta semana se refiere directamente a lo que va a pasar hasta el 7 de mayo, cuando Reino Unido celebra elecciones generales y la libra se juega su futuro.
“Mientras que los mercados no tienen especial inclinación por ninguno de los candidatos, hay resultados que serán más favorables que otros”, explican. Estos son los escenarios que maneja la firma y las posibles consecuencias para la divisa británica:
- Resultado A: Fuerte liderazgo de los conservadores. Este desenlace obtiene un gran aprobado de los mercados y tendría como consecuencia un efecto estabilizador en la libra.
- Resultado B: Fuerte liderazgo de los laboristas. Los mercados podrían recibir esta variante con tibieza pues saben que un gobierno laborista será menos ‘pro-business’ que uno tory, y quizás es más probable que graven a los extranjeros con activos en libras y no se les podría culpar de que reduzcan sus tenencias de dichos activos.
- Resultado C: La urnas muestran una posible coalición de los conservadores con el Partido por la Independencia del Reino Unido. La alegría en los mercados sería nula. La posibilidad de que los tories se metan en la cama con Nigel Farage y compañía sería un punto negativo para los inversores, al menos en el corto plazo, ya que podrían plantear un referéndum sobre kriptonita en el mercado de divisas. Podrían caer toneladas de incertidumbre.
“De cara al futuro se podrían extraer algunas lecciones del 28 de febrero 1974. Fueron unos comicios tan inciertos como este”, apunta Investec.
Entonces, los laboristas ganaron más escaños que los conservadores, pero no alcanzaron la mayoría. Sin embargo, los tories contaban con más votos y pasaron todo el fin de semana del 2 y 3 de marzo tratando de cerrar un acuerdo con los liberales que les permitiera gobernar. No llegó a producirse pacto de ningún tipo y los laboristas empezaron a gobernar en minoría el 4 de marzo.
¿Y qué pasó con la libra? Desde los 2,32 dólares en los que cotizaba a principios de año, cayó a 2,27 en marzo y subió a 2,28 una vez que se supo quién gobernaría.
Hay que tener en cuenta que ese gobierno en minoría puso en marcha un impuesto sobre el patrimonio. Todo esto sólo sirve para demostrar que, en los mercados de divisas, el campo de batalla electoral no es contra la derecha o la izquierda, es la inestabilidad frente a la seguridad.