Cuando los bancos centrales empezaron a bajar los tipos de interés en el mundo desarrollado, los flujos de capital huyeron a los emergentes, en busca de rentabilidad. Pero ahora la historia se ha invertido y, en un entorno de normalización monetaria y subida de tipos (que en EE.UU. podría llegar a finales de 2014, según Robert F. Wescott, ex asesor de Bill Clinton, fundador de la consultora Keybridge Research y miembro del Consejo de Asesoramiento Macroeconómico de Pioneer), esos mercados tendrán que adaptarse a obtener menores flujos de dinero de inversores foráneos. “El fin de los tipos al 0% llevará más capitales al mundo desarrollado. Los emergentes han de acostumbrarse a flujos de capital extranjero de entre el 3% y el 3,5% de su PIB, frente al 7%-10% del pasado”, afirma.
En el marco de la conferencia anual de Pioneer Investments celebrada en Madrid, Wescott aseguró que ello creará problemas en países como Brasil, con fuertes déficit y una política contraria a la liberalización del mercado energético. Frente a Brasil, destacó que México está haciendo reformas para permitir a grandes empresas internacionales invertir en el país, lo que ayudará a su crecimiento y a su balanza comercial.
Burbuja en China
Con todo, uno de los mayores riesgos que contempla para este año es la burbuja inmobiliaria china. Aunque lo tiene claro, cree que saber cuándo se va a producir su explosión es imposible. Considera que hay muchas obras que aún tienen sentido, pero ofrece argumentos como la fuerte subida de precios, pues “no ha habido colapso en ningún momento de la última década” y “se mantienen más altos con respecto a la renta que en otras partes del mundo” (22 veces en Beijing rente a las 10 de Tokio y en mayores niveles de los que hicieron estallar burbujas en el pasado, como las 15 veces de Tokio en 1991). También argumenta que la ratio de viviendas vacías supera el 25%, a lo que se añade la corrupción y la ausencia de registros de propietarios. “Algunos miembros del Gobierno podrían tener 100 viviendas y no se sabría porque no hay registro ni tampoco impuestos locales y eso es un cóctel explosivo. Aunque la construcción en China no supone un porcentaje sobre el PIB imprecedente frente a otros tigres asiáticos, es probable que caiga en algún momento del tiempo”, concluye Wescott.
EE.UU.: hacia un crecimiento del 4% y tipos más altos
Los emergentes sufrirán en un entorno de normalización monetaria y en el que la Fed podría acabar con su política de tipos cero, además del tapering. Según sus previsiones, la autoridad podría empezar a subirlos en 2014 ante un crecimiento mayor de lo esperado. “El ritmo del tapering dependerá del crecimiento pero esperamos una aceleración en la primera mitad del año. Las tensiones aumentarán en la Fed cuando el desempleo baje del 6,5%, que podría ocurrir en 2014, y Yellen tenga más difícil defender sus políticas frente a las posiciones de los halcones, que defienden que están distorsionando los mercados”, dice Wescott. De ahí que considere posible que en 2014 (o como mucho 2015, pero sin llegar a 2016) la autoridad ponga fin a la política de tipos de interés del 0% (el ZIRP, por sus siglas en inglés).
Wescott es positivo con el escenario económico mundial y vislumbra crecimiento a nivel global, que en el caso de EE.UU. podría llegar a niveles cercanos al 4% si se confabulan las variables positivas que contempla, especialmente si la inversión empresarial (el capex) aumenta.
Entre esas variables aceleradoras del crecimiento destaca el fin de la consolidación fiscal en 2014; la mayor riqueza de las familias (que ha sobrepasado los máximos de antes de la recesión y que podría impulsar el consumo); el tirón del sector inmobiliario (que podría añadir 75 puntos básicos al PIB este año, gracias en parte a la demanda de jóvenes que se independizan); la buena marcha de las exportaciones (basada en la buena marcha del crecimiento internacional y la debilidad del dólar) y la suficiencia energética, que ha permitido el menor déficit en su balanza comercial frente al PIB en 15 años; el rebote del mercado inmobiliario comercial; y la aceleración del gasto de las empresas, que están en altos niveles de utilización de su capacidad y necesitan invertir más, especialmente las de mediana y pequeña capitalización. “Han estado ‘muertas’ durante cinco años y ahora están mejorando”, dice.
Un 2014 difícil para los bonos
Con un escenario que contempla también un mayor crecimiento en Japón (gracias sobre todo a las exportaciones y al éxito de creación de inflación de sus políticas monetarias) y en Europa (donde empieza la recuperación y el BCE podría reaccionar a las políticas de desapalancamiento), el experto cree que el año será positivo para las acciones y difícil para la renta fija. “Los tipos de interés ya no pueden bajar más y la normalización monetaria beneficia a las acciones”.
En su opinión las grandes compañías estadounidenses, que ya han subido mucho, no lo harán tanto como el segmento de menor capitalización, que lo hará muy bien si el crecimiento en EE.UU. llega al 4%. También es positivo con las acciones europeas: “Los americanos somos más positivos con Europa que los propios europeos”, dice, a tenor de los flujos de capital que se destinan a la inversión en el Viejo Continente desde EE.UU. Pioneer Investment es positiva con la bolsa europea para 2014.
Wescott dejó en el aire dos preocupaciones: el peligro de que los países desarrollados tengan de forma permanente un bajo crecimiento (aunque aportó argumentos que muestran que no tiene por qué ser así) y el aumento de las desigualdades de riqueza, susceptibles de afectar al consumo y a la recuperación económica.