Ya en su última carta anual a los accionistas de Berkshire Hathaway, Warren Buffett dejaba clara su confianza en la economía de Estados Unidos y su preferencia por las empresas nacionales. El oráculo de Omaha aumentó posiciones en cuatro de las compañías más grandes de Estados Unidos, entre ellas dos entidades financieras: Wells Fargo y American Express.
A lo largo de 2014, la participación de Berkshire Hathaway en la primera pasó del 9,2% al 9,4%, mientras que en la segunda elevó su participación al 14,2% al 14,8%. Los porcentajes de aumento parecen irrisorios, pero como él explicaba de su puño y letra, cada décima porcentual adicional en ambos bancos junto con la compra de acciones de Coca Cola e IBM – las conocidas como Big Four- aumenta los dividendos de Berkshire en 50 millones de dólares.
Ahora Buffett ha vuelto a adelantarse al mercado. Tras conocerse el miércoles que la Fed aprobaba sus planes de capital, Wells Fargo anunció que elevaba su dividendo trimestral en 2,5 centavos por acción, mientras que Amex lo hacía en 3 centavos por acción.
De nuevo, el gurú de las finanzas demuestra que sabe hacer negocios. Sus apuestas reportarán a Berkshire 70 millones de dólares anuales más, según cálculos de Bloomberg.
Pero la preferencia por el sector financiero de Estados Unidos no acaba ahí, el magnate también tiene en cartera U.S. Bancorp, Goldman Sachs Group y Bank of America, que no llegó a suspender los test de estrés de la Fed, pero tendrá que presentar un nuevo plan de capital si aspira a retribuir de alguna manera a sus accionistas.